Me llaman Artemio Furia
Voy por la mitad de la historia, y xicas, no lo dejeís pasar.
Es un amor turbulento,lleno de pasiones a las que nos tiene acostumbrada Florencia.
Os dejo un estracto para que os hagaís una idea del la historia:
"La sonrisa suave de Rafaela lo desarmó. No recordaba haberla visto tan tranquila ni dueña de sí. Lo que ella expresó a continuación, le arrancó lágrimas, a él ,que desde la muerte de sus padres no había vuelto a derramarlas.
—Lo amo, señor Furia, así como es usted, mal hablado, pendenciero, con argollas en la oreja, con un genio que hace honor a su apellido y hasta con olor a caballo. Lo amo como nunca amé a nadie porque nunca conocí a nadie con su nobleza, su pasión por el trabajo y su respeto por el prójimo. Lo admiro por su coraje, señor Furia, y por su orgullo sin vanidad. Lo amo porque usted es de las pocas personas que le mostró cariño a Mimita. Pero sobre todo lo amo porque a su lado no tengo miedo.
—¡Rafaela! —exclamó, enloquecido, y la abrazó con fiereza, sacudiéndola como si se tratase de una muñeca rellena de estopa en su codicia por conquistar con la boca y las manos cada centímetro de su cuerpo."
Otro estracto que pone el bello de punta:
"—Rafaela. Rafaela mía. ¿Soy lindo pa'usté? —ella exhaló un suspiro de exasperación que causó la risa de Artemio—. Dígamelo. Dígame que yo le gusto a usté.
—Señor Furia —habló la joven, pasado un momento—, usted sabe lo que pienso porque lo leyó en mi libreta. La primera vez que lo vi me quedé mirándolo como necia, alimentando su vanidad, acrecentando su soberbia. No finja que no lo recuerda porque mi actitud fue tan palmaria que hasta un ciego la habría notado —Artemio lucía divertido con la confesión y volvió a carcajear—. No se ría. Ya ni dignidad me queda para ocultarle que imagino a las otras, mirándolo como yo lo hice, boquiabiertas y ofreciéndose a usted para que las ame; los celos me ciegan y despiertan en mí una hostilidad que no sabía que existía en mi interior. Me hacen sentir mundana y frivola.
—Le juré que era sólo pa'usté —insistió, mientras la besaba en el cuello y le imprimía un caricia húmeda y caliente en su descenso hasta los pechos.
—¿Qué ha visto en mí, señor Furia? —se arqueó y jadeó cuando Artemio usó la punta de su lengua para dibujarle el contorno de la areola—. No soy hermosa como la condesa ni como mi prima Cristiana, la que conoció en Bosque Alegre. ¿Qué ve en mí cuando me mira?"
No os dan ganas de leer la historia??? :emot004: