Ya chicas volvi!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Las extrañe mucho a todas emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: y mas aun me encuentro con un nuevo emoticon jajajjaa Ay mis niñas, disculpenme por no haber estado aqui pero este estupido sistema no me dejaba entrar a LibrosLibrosLibros y eso ha sido desde el 24 de diciembre emot030 emot030 emot030 emot030 emot030 emot030 emot030
Mis niñas, les tengo buenas y malas noticias. Las buenas son que les dejare uno de los tres regalos que les tenia para navidad, es de hecho el regalo sorpresa que les tenia ademas del termino del cap 26 y el cap 27 completos.
Y las malas son que tendran que esperar un poquito por los caps 26 y 27 completos porq hubo un problema en mi computador que acabo borrando esos archivos y otros mas y solo uno de ellos se salvo que fue el tercer regalo que les tenia el cual lo envie por mail a una amiga y lo rescate de mi mail :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: :emot017: :emot017:, asi que porfis un poquito mas de paciencia, solo tengo que reescribir lo que perdi ya que toda la idea la tengo en mi cabeza y me acuerdo bien lo que puse asi que esperenme un poquito mas pero por ahora les dejo mi regalo sorpresa lo cual iba a ser como un regalo extra que les tenia emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
El regalo consiste en el capitulo 7 de este fanfic el cual ahora tendra una escena nueva!!!!!!!!!!!!!!!! Es una escena que se me ocurrio a ultima hora y la puse, modificando el final del cap y agregandole dicha escena nueva asi que ahora les colocare todo el cap 7 para que lo recuerden y lo que este marcado con negrita es la escena nueva. Era mi regalo extra para ustedes, espero que les guste
Las heche mxo de menos emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
Capítulo 7
-Sigo pensando que te tomas demasiadas molestias, Dimitri_Skyler suspiró aquella tarde mientras sus ojos recorrían cada prenda del armario con meticulosidad. Estaba repleto de ropa y que decir de zapatos.
No era necesario que le hubiera comprado tanta ropa. Debió haber gastado mucho en ello, fue lo que pensó. Skyler detuvo de pronto sus manos en un largo vestido de color celeste. Era precioso. Tenía un bordado floral en parte de arriba y el contorno estaba cubierto de brillantina. Parecía como si fuese de dos partes. De la cintura del vestido hacia arriba era un corsé y hacia abajo una falda. La tela era muy suave, tanto que no resistía las ganas de probárselo.
Sin perder el tiempo, Skyler se quitó todo lo que traía puesto a excepción del pendiente con forma de lobo que descansaba entre sus pechos ya que ése nunca se lo quitaba. Miró el reloj en la pared. Las ocho y media de la noche. Dimitri iba a alzarse pronto.
Tragó saliva mientras se ponía el vestido y lo abrochaba bien. Le quedaba perfecto, era justo la talla de su cuerpo.
Cerró las puertas del armario, ordenó la otra ropa que había tenido puesta, dejándola sobre la cama. Respiró profundamente y su mirada chocó con el espejo en un rincón de la habitación. Tenía miedo de ir a mirarse a sí misma. Odiaba hacerlo. Nunca le había gustado su cuerpo después de como quedó por culpa de las cicatrices.
Una vez se había parado completamente desnuda frente a un espejo en su hogar junto a Gabriel y Francesca y se horrorizó de sí misma. Aunque su cuerpo tenía buenas curvas, y era bastante proporcionada, las cicatrices hacían que todo aquello no valiera nada. Esa noche lloró más que ninguna otra en su vida, por eso tenía la certeza de que al igual que ella Dimitri también se horrorizaría si la viera.
-Que estupidez_se dijo a si misma y miró sobre su hombro, desviando sus ojos del espejo.
Entonces su aliento quedó atascado en su garganta, al sentir unos poderosos brazos alrededor de su cintura y unos labios recorriendo el contorno de sus hombros desnudos. El calor nutrió cada célula de su cuerpo y las piernas se le debilitaron.
-Te ves muy hermosa, pequeña_susurró Dimitri a su oído con una voz cautivadora y provocativa, sin deshacer su amarre_Ese vestido te sienta muy bien.
A Skyler se le dificultó la respiración unos instantes. ¿Cuándo había llegado él? No le había escuchado ni tampoco había sentido su presencia.
-Dimitri, porfavor no me asustes asi_se deshizo de su amarre y se giró para enfrentarle. La mirada de él permaneció serena.
-Mis disculpas_hizo una ligera reverencia y volvió a su posición inicial.
Skyler suspiró. No le culpaba que hiciera eso de manera silenciosa. A veces odiaba las sensaciones que le causaba su toque a su cuerpo, pero era simplemente porque no se acostumbraba. Interiormente, adoraba que Dimitri la tratara con tal cariño y afecto, como si fuese lo más bello en el mundo. Nunca se había sentido así antes y le agradecía enormemente aquel gesto.
-No debes agradecérmelo ya que no es por obligación que lo hago. Si no porque para mi, tu eres lo más hermoso que he visto en todos mis siglos de vida_su mirada le recorrió posesivamente, deteniéndose en su rostro_Que bella guerra de colores rojo y blanco en tus mejillas. Es completamente adorable.
Skyler tragó saliva y se palpó las mejillas con las manos. Las sentía calientes, ardían con fuerza.
-Ya basta. Deja de mirarme así_se cruzó de brazos a la altura de su pecho que ahora a causa del corsé se le veía más voluptuoso_Pareciera como si me fueses a devorar en cualquier momento.
Él sonrió cautivadoramente, mostrando sus bellos y blancos dientes.
-¿Devorarte?, creo que sería imposible, al menos no en el sentido de las necesidades nutricionales_Skyler se sorprendió al entender a que se refería y le miró con disgusto_Skyler, nací con estos ojos y no puedo mirarte de otra manera. Si pudiera me cambiaría la mirada para ti, pero es imposible.
La adolescente dejó salir el aire lentamente.
-¿Es cierto que tienes una reserva de lobos aquí? _Tubo q cambiar el tema por necesidad, pero éste le era aún más interesante y no pudo ocultar su curiosidad.
-Por supuesto. ¿Deseas verlos?
La mirada de ella se llenó de brillo y alegría.
-Claro que si_dijo entusiasmada
-Sígueme entonces.
Dimitri condujo a Skyler a través de la enorme casa y sólo ahí la adolescente cayó en la cuenta de que su compañero tenía más dinero del que suponía. Jamás se imaginó que Dimitri tuviera una mansión de tal tamaño. Realmente debió haberse sentido muy sólo viviendo aquí sin nadie de compañía.
-La verdad es que sí, pequeña_dijo de pronto él y Skyler supuso que le estaba leyendo el pensamiento_De hecho, por esa razón muy pocas veces me quedé en esta casa. Antes de quedarme sólo aquí sin nada que hacer, prefería correr libre con mi manada por estos bosques. A estas alturas ya me memoricé completamente el sector. Lo conozco mejor que las montañas de los cárpatos y eso que viví muchos años ahí.
-Te faltó el apoyo de tú gente, ¿no es así?
-No _ respondió secamente_Desde un principio sabía que la vida de un cazador no era nada agradable, de hecho casi todos los que conocía vagaban solos, sin rumbo fijo a la espera de encontrar a sus respectivas compañeras. Recuerdo muy bien la mirada vacía que tenían todos y cada uno de ellos en sus rostros, eso fue antes de que yo mismo perdiera las emociones y los colores. Te confesaré que antes de que la oscuridad se cerrara sobre mí, yo no tenía intenciones de convertirme en un cazador, pero cuándo sucedió, bueno, decidí seguir el camino que bien pudo llevarme a la perdición en poco tiempo. Me entrené duramente por años y para cuando acabé, me fue entregado Rusia como territorio de cacería. Me alejé de mi tierra y de mi gente sin mirar atrás, que era como debía ser y desde entonces he pasado nueve siglos sólo aquí, con la única misión de destruir al no-muerto. Así que como verás, pequeña, estoy maldito para siempre.
-No, no lo estas_le corrigió ella_ Sólo cumplías con tú deber para con los tuyos aunque no los tenías cerca. Has protegido éste inmenso lugar durante siglos. Rusia no es tan pequeño que digamos y debió haber sido sumamente difícil escanear cada punto de éste país meticulosamente para que quede libre de parásitos_sonrió por lo bajo_Tú vida ha sido un infierno y no te culpo por ningún acto cruel que hayas cometido en el pasado, más bien, estoy orgullosa de ti por tener la paciencia que se necesita para esperar a una compañera y no ceder ante el llamado del mal.
Dimitri no quiso voltearse a mirarle y reprimió de su ser las ganas que tenía de estrecharla contra su cuerpo. Nunca le habían dicho algo similar en toda su vida. Dimitri no quería que Skyler viera lo que esas palabras significaban para él. Ahora si estaba seguro de que no la merecía. Toda su alma estaba desgarrada y cubierta de sangre mientras que la de ella estaba limpia y pura. Hasta ése día no había descubierto que hizo para merecer a una criatura tan bondadosa como lo era Skyler, pero ahora que estaba a su lado los motivos importaban muy poco. Aunque, de todas maneras, dedicaría toda una eternidad para descubrir la razón.
Dimitri salió al exterior a través de la puerta del salón mientras su compañera le seguía de cerca. Antes de que ella pudiera ver lo que hacía, el cazador ondeó las manos en el aire y le entregó una pequeña chaqueta que hacía juego con el vestido.
-Ten, póntela no quiero que te enfríes.
La chica obedeció y se puso la chaqueta. La tela era muy abrigadora aunque se veía algo delgada, pero lo importante era que le brindaba calor.
Rodearon la mansión cuyo suelo estaba cubierto de nieve al igual que los árboles del frondoso bosque en el que se encontraban y llegaron al patio. Este era sumamente amplio, los árboles habían sido cortados ofreciendo una visión más clara de una zona abierta del bosque en cuyo centro había un enorme lago congelado.
-Después de ti, pequeña_Dimitri le extendió la mano para ayudarle a avanzar a través del camino abierto y ella dejó q le ayudase.
Caminaron sólo 5 minutos y entonces, llegaron a aquel lugar abierto que se veía a través de los árboles.
Skyler se llevó ambas manos a la boca creyendo que iba a desmayarse ahí mismo. Dio un paso al frente acercándose al lugar y sus ojos se llenaron de lágrimas. Frente a sus ojos, cientos de lobos de distintas clases y colores corrían libres. Todos se veían fuertes, imponentes y sanos.
-No puedo creerlo_susurró ella y la mirada de Dimitri se desvió hacia su rostro.
Podía ver la emoción en su mirada, la alegría que sentía al ver a tantos lobos juntos en una sola parte, todo eso le llenaba de satisfacción. Mientras su compañera fuera feliz, él sería feliz. Al menos con eso podía decir que algo tenían en común: su pasión hacia los lobos.
Él se encontró observándola unos instantes más con ojos del más puro amor. Sería capaz de vender su alma al diablo o a quien fuese con tal de que su compañera lo mirara de la misma manera en como ella observaba a sus lobos. Tan feliz y radiante, sin nada de miedo, con una completa aceptación de ellos, de su naturaleza.
Dimitri lanzó un silbido, las orejas de todos los animales se levantaron en el acto y sus peludas cabezas se giraron hacia donde había provenido el sonido.
-Venid aquí todos_ordenó él y los lobos instantáneamente corretearon hacia su amo.
Skyler se acercó a Dimitri un tanto nerviosa.
-Son....son.....muy bellos_Skyler suspiró mientras su compañero se agachaba para acariciar a uno de sus lobos. Entonces sintió como si algo le estuviese pasando por las piernas sobre la tela del vestido. Su mirada bajó y se encontró con un grupo no muy pequeño de esos animales holisqueandola por doquier. Asustada, dio un salto hacia atrás, pero antes de dar media vuelta e irse, unos dedos le rodearon la muñeca como firmes esposas impidiéndole escapatoria.
-No temas. Ellos no te harán daño.
Dimitri la arrastró de vuelta hacia la gran manada que ahora le miraban de manera confundida. Apenas ella estuvo junto a ellos nuevamente, los lobos se le acercaron y le acariciaron el cuerpo con sus cabezas.
-Dimitri _ susurró su nombre con algo de miedo.
Él no pudo evitar lanzar una carcajada genuina. En todos sus años solo nunca se había sentido más feliz que en ése momento.
-Les agradas_le aseguró él_Ves como te acarician con sus hocicos, eso es un indicio de que les caes bien.
Skyler percibió la sinceridad en sus palabras y haciendo acopio de valor, se arrodilló en la nieve y comenzó a acariciar la cabeza peluda de un lobo de color gris. El animal se dejó acariciar, pero al rato caminó hacia Skyler y se hecho sobre las piernas de ella.
Dimitri apoyó la cadera contra un árbol y se cruzó de brazos disfrutando de lo que veía.
Skyler se veía muy feliz, dichosa y entretenida. Su sonrisa era cautivante, estaba tan llena de vida y no podía verse más hermosa que en aquel instante, rodeada de sus amigos, jugando con ellos, reconociéndolos y aceptándolos
-Pensaba que los lobos europeos eran algo.......peligrosos_confesó ella.
-Eso es sólo un mito. La gente no sabe verdaderamente como son debido a que los juzgan por su apariencia. Estos animales poseen una semejanza impresionante con los seres humanos, en especial con las mujeres.
Skyler cogió a un lobo cachorro entre sus manos. Se veía tan adorable que sin pensarlo dos veces lo estrechó contra su pecho justo sobre su corazón.
Dimitri observó el gesto con afecto, pero por dentro él daría lo que fuese por estar en el lugar del pequeño cachorro.
-Ese lobo que tienes, perdió a su madre hace algunos días. Ahora vaga solo con la manada y no tiene un apoyo.
-Yo puedo hacerme cargo de el_propuso Skyler aún sosteniendo a la pequeña criatura en sus brazos, brindándole el calor que no obtuvo de su madre. Sentía tanta pena por el ahora que Dimitri le mencionaba que había perdido a su madre. Le recordaba mucho a ella misma cuando niña y no quería que aquel animal pasara por un dolor similar al suyo_ ¿Me dejarías cuidarlo?
Dimitri movió la cabeza de un lado a otro pero no como un gesto de negación hacia la petición de su compañera y acto seguido se inclinó para darle un beso en la blanca mejilla de ella.
-No necesitas pedirme permiso para eso, Skyler. Todos estos lobos que estás viendo te pertenecen tanto como a mi_alzó una mano cuándo ella quiso protestar al respecto_Eres mi compañera, pequeña y como tal posees responsabilidades especificas, pero también privilegios. No soy una persona que le dé mucha importancia a las cosas materiales, si tengo esta enorme propiedad es sólo por comodidad, no porque sea ambicioso y ahora que tengo a mi pareja me corresponde compartir todo lo que poseo con ella.
Skyler acarició al pequeño lobo que permanecía quieto entre sus brazos sin dirigir la mirada hacia su compañero. No necesitaba que él compartiera lo suyo con ella, pero sabía que nada de lo que dijese lo harían cambiar de opinión.
Con calma, la adolescente se levantó, limpiándose la nieve del vestido y girándose en redondo, cargando al cachorro, comenzó a caminar en dirección a la entrada de la casa.
Dimitri no se movió de su lugar. Percibió la necesidad de ella de estar sola y no le iba a negar aquello que deseaba en su corazón, aunque todo en él le dijera que fuera con ella y que no la abandonara.
A su lado un lobo le acarició el hombro con su hocico diciéndole sin palabras que no se preocupara por ella, que iba a estar bien.
-Lo se, mi amigo_le respondió acariciándole la cabeza lentamente_Lo sé
Skyler regresó a su habitación y se encerró ahí. Dejó al lobo en el suelo para que correteara a su alrededor, para luego hecharse sobre la cama sintiéndose agotada interiormente.
No sabía porque quería llorar a cántaros en ése momento. Algo le presionaba en el corazón firmemente sofocándole y el miedo no la dejaba tranquila.
Hacia un año que ella temía el día en que Dimitri le uniera a él y ahora que estaba en su hogar, a kilómetros de distancia de su familia el miedo se había hecho más fuerte que antes. ¿Como pudo creer que podría estar con un hombre así tan dominante y seguro de sí mismo?, ¿Como pudo pensar en ayudarle cuándo no había podido ayudarse a sí misma nunca? No podía hacerlo. Jamás podría. Ella no era como las demás mujeres y el estar con un hombre era algo que no tenía en sus planes a futuro. Francesca no alcanzó a explicarle que pasaba luego de que un cárpato se uniera a su compañera, poco sabía al respecto, y nunca se animó a averiguarlo por su cuenta porque creyó que ella no tendría a un compañero. Ahora estaba aterrada de lo que vendría más adelante.
Los fantasmas de su pasado le perseguirían toda la vida por mucho que intentara deshacerse de ellos para siempre. ¿Por qué no había acabado con su vida cuándo tuvo la oportunidad? Debía hacer que la muerte se la llevara ahora antes de volverse loca. No lo harás. Dimitri no ocultó al verdadero hombre de los cárpatos esta vez. Impuso una orden firme y directa, algo que Skyler no pasaría por alto. La chica se alzó un poco al oír su voz en la mente. Baja, pequeña. Tenemos que hablar.
Skyler se quedó quieta, sin mover un músculo. No quería hablar con él. No estaba de humor para eso. Cogió el lobo de peluche sobre su cama y lo estrechó contra su pecho. En el suelo, el pequeño cachorro daba saltitos para intentar subirse a la cama, pero sin resultados. Si no bajas tú, no me dejas más opción que subir. Skyler apretó el lobo con fuerza ante la presión que le alteraban los nervios. Ya se esperaba un regaño por parte de él o bien un llamado de atención. Inspiró y expiró tratando de calmarse. Como detestaba que le ocurrieran esas cosas, era inaudito.
El cachorro seguía intentando subir a la cama, no desistía en lo absoluto.
Skyler le miró tiernamente. Le estaba descuidando cuándo había prometido hacerse cargo de el.
-Ven aquí, pequeño_la chica se agachó para recoger al pequeño lobo y lo puso sobre la cama_Hiciste un gran esfuerzo y créeme que lograrás algún día llegar hasta aquí tu solo.
Dimitri entró en la habitación. Se le veía sumamente serio. A ella se le congeló la respiración. La última vez que le había visto así fue cuándo le conoció. Todo su rostro era una dura máscara de inexpresión, sólo sus ojos azules estaban vivos, pero tan fríos que le quemaban en dónde le mirara.
Dimitri suspiró y se sentó al borde de la cama, sin decir una palabra. No le gustaba mirarle si estaba llorando, le rompía el corazón verla sufrir.
-No ingresaré a tu mente para averiguarlo, pero deseo que me digas el porque crees que no podrás estar a mi lado si aun no lo intentas_no fue una pregunta, sino un hecho, el cual era ciento por ciento verdad.
Skyler inclinó su mirada y con el dorso de su mano se limpió las lágrimas de sus mejillas.
-Porque así es, Dimitri_susurró bajito su respuesta_Tengo miedo
-¿Qué es lo que temes, pequeña? _Preguntó tratando de sonar amable. Era complicado hacerlo cuándo no recordaba la última vez que lo hizo_¿Temes que te haga daño, que te fuerce a hacer algo que no quieres, que te controle como si fueras mi esclava?, ¿Es eso?
Ella asintió ligeramente con la cabeza y se quedó en silencio mientras Dimitri meditaba un poco su respuesta. Temía que él la tratara como los que abusaron de ella. Creía que al estar a su lado perdería su libertad y su voluntad de decidir por su cuenta.
-¿Realmente estás tan dolida en esta vida que deseas desperdiciarla, aún cuándo tu hora no haya llegado? _Ella le miró a los ojos aún sintiéndose avergonzada. Era la salida más cobarde de todas, pero la necesitaba. No se sentía capaz de ser feliz ni de hacerle feliz a él_Si tú decides tomar ése camino, pequeña, lo respetaré, pero ten por seguro que no te marcharás sola. Yo me iré contigo.
-¡No!_gritó su negativa con los ojos bañados en lágrimas nuevamente_¡Aquí el problema no eres tú Dimitri, soy yo!¡Tú puedes encontrar a otra que pueda darte lo que yo no puedo y ser feliz en esta vida. Yo me iré y créeme que será lo mejor para ambos!
- No hay un tu y yo, lyubofmaya, sólo un nosotros aunque no estás unida a mi_Inclinó la cabeza hacia ella y le besó con delicadeza. Ella cerró los ojos, sintiéndole en su cuerpo y un estremecimiento le recorrió de pies a cabeza_Sigues sin entender que en esta vida ni en la otra habrá otra mujer para mí aparte de ti. Los cárpatos tenemos a solo una pareja verdadera para toda la eternidad. Si tú te vas, yo jamás encontraré la satisfacción ni el amor en otra mujer. Estaré condenado. He pasado nueve siglos solo pequeña y no toleraré pasar un segundo más de mi vida así. Si me diesen a escoger entre repetir la horrible experiencia cuándo estaba solo y sin esperanza, y el amanecer al lado de mi compañera, ten por seguro que sin dudar escogería la segunda y no me arrepentiría jamás de haber escogido esa opción.
Skyler le clavó la mirada en la de él. No estaba mintiendo. Decía la verdad.
- Dimitri, yo…no puedo…jamás podré hacerte feliz, ¿por qué no lo entiendes?
- No necesito que hagas absolutamente nada para hacerme feliz, Skyler. Con solo saber que estas a mi lado, que estás a salvo y que me aceptas, para mi eso es más que suficiente_le cogió las mejillas entre sus manos. Los dedos de él fueron tiernos al acariciarle la piel enrojecida por las lágrimas.
-Pero ¿que sucederá cuándo me desees tanto que ya no puedas resistirlo?_susurró ella incapaz de alzar más la voz_Sé que un carpatiano por naturaleza es extremadamente sexual. Y también sé lo mucho que estás resistiendo aquel impulso que te obliga a lanzarte sobre mí y poseerme en cualquier parte.
Dimitri bajó la mirada, avergonzado de que su compañera hubiera dado en el clavo. Si, él la deseaba. La deseaba con una locura y desesperación que rayaban en el límite entre el placer y el dolor. No podía tomarla aún, ella no estaba lista y le constaba. Racionalmente era capaz de controlarse gracias a su extraordinaria disciplina, pero su cuerpo le dificultaba el trabajo más de lo que nunca creyó. Estaba tan caliente y duro que apenas era capaz de prestar atención a lo que ella le estaba diciendo.
-¿Qué pasará entonces, Dimitri? ¿Qué pasará sino soy capaz de responderte? ¿Cuánto tiempo lo soportarás? ¿Cuánto tiempo tardará antes de que te voltees por otra mujer que te pueda dar todo lo que yo no podré?
Entonces el frunció el ceño.
-¿Otra mujer?_repitió incrédulo, sintiendo la sangre hervir en sus venas con el solo pensamiento de que ella creyese que él sería capaz de traicionarla. Eso nunca. Ella era su compañera, su aire, su vida, su corazón. ¿Cómo podía ser capaz de creer que él sería tan canalla como para hacerle daño de esa manera?_Skyler, nunca va a haber otra mujer además de ti y eso será para siempre. Nunca te traicionaría. Jamás lo haría y aunque pudiera tampoco sería capaz de hacerte daño de ésa manera tan ruin.
Skyler parpadeó de pronto al captar algo en sus palabras que no podía ser verdad. Se limpió las lágrimas de las mejillas y le encaró:
-¿Cómo que “aunque pudieras”? ¿Acaso no puedes traicionarme con otra mujer?
Dimitri dejó escapar el aire profundamente de sus pulmones antes de responder.
-No, no puedo. Por decisión personal o por deseo meramente fisco, no existe forma de que pueda traicionarte_le rodeó la cintura con un brazo y la atrajo hacia él con un poco de brusquedad. Su mirada profunda y excitada sostuvo la de ella durante agonizantes segundos_Mi cuerpo ya no reacciona a otras mujeres, Skyler. No es como cuándo yo era más joven. Ahora solo hay una mujer para mí y ésa eras tú. Mi corazón y mi alma avanzan hacia ti, al igual que mi cuerpo. Mi cuerpo solo reacciona a tu visión y a tu toque. Si otra mujer lo hiciera, no habría ninguna reacción en mí.
Skyler analizó lo que le dijo unos cuántos instantes con incredulidad. Era imposible que le ocurriera eso. Los hombres de los Cárpatos reaccionaban con la simple visión de una mujer caminando frente a ellos. No podía creerle.
Si no crees a mis palabras, pongamos a prueba la teoría.
Skyler solo alcanzó a soltar un leve jadeo de sorpresa cuándo Dimitri la cogió en brazos y comenzó a correr a una velocidad sobrenatural, abandonando los confines de su hogar, saliendo a la fría noche estrellada. Avanzó a grandes zancadas, sosteniendo firmemente a Skyler entre sus brazos, saltando de árbol en árbol como un gran gato montés en dirección al pueblo.
Él sabía muy bien que las palabras significaban poco para Skyler, pero que las acciones lo eran todo. Si ella no era capaz de confiar en sus palabras y creerle, le creería a los hechos confirmados por sus propios grandes y bellos ojos.
Sabía que Skyler no le perdonaría por lo que estaba a punto de hacerle, talvez incluso llegaría a reprochárselo el resto de la eternidad, pero estaba decidido a que ella viera la verdad de una forma u otra.
Eran pasadas las doce de la noche en el pequeño pueblo ruso. Las calles estaban vacías, pero la luz proveniente de los distintos bares y tiendas daban a entender que aún habían algunos a quienes ni siquiera Morfeo había conseguido enviar a dormir.
Dimitri saltó desde lo alto de una casa y aterrizó elegantemente en el suelo cubierto de nieve, con Skyler segura entre sus brazos. Ella observó hacia todos lados, intrigada en averiguar porque Dimitri la había llevado hasta ése lugar.
Su rostro era serio, controlado, pero aún así, su mirada delataba un cierto nerviosismo, como si estuviera a punto de hacer algo que ni él mismo se perdonaría.
-¿Por qué me has traído aquí, Dimitri?
Él giró sus helados ojos hacia ella y el gesto la hizo estremecer.
-Te demostraré que lo que te dije hace unos instantes es la verdad, Skyler_se sacó la chaqueta y se la entregó a ella, para luego comenzar a desabrocharse la camisa que usaba. Skyler tragó saliva sintiendo como sus mejillas de pronto se caldeaban. Sin notarlo, la adolescente se encontró siguiendo el movimiento de sus dedos mientras desabrochaba los botones. Era una acción muy común, pero ante su mirada era toda una maravilla. La fascinó y por alguna razón, una parte de ella, deseó que esos dedos masculinos se deslizaran por los broches de su vestido y los soltaran, lenta e intimimamente.
Entonces ella frunció el ceño.
-¿Qué crees que estas….
-Si lo que piensas es que voy a desnudarme aquí, estas muy equivocada, pequeña_la interrumpió con cierta diversión en su voz cuándo acabó de desabrochar el último botón. Su camisa se abrió ligeramente, pero no lo suficiente para ver demasiado_Solo quiero aligerarme un poco de ropa, es todo. Pero si lo que tú deseas es verme desnudo, entonces tendríamos que dejar esto para otra ocasión, tomarte y llevarte a casa y ahí con gusto me desnudaría para ti_ahora le estaba sonriendo abiertamente.
Skyler miró para otro lado sintiendo la sangre agolparse más fuertemente en sus mejillas. Simplemente no era capaz de imaginarse pidiéndole a Dimitri algo como eso, ni tampoco podía imaginarse como sería estando desnudo. Solo esperaba que él no estuviese escuchando lo que pensaba.
-Pues ya lo escuché _ dijo él de pronto y estiró la mano para acariciarle la calida mejilla sabiendo lo avergonzada que estaba su compañera_Tranquila, pequeña, solo estaba bromeando.
Entonces le dedicó una última sonrisa y un guiño de ojo antes de alejarse de ella, avanzando a pasos agigantados en dirección al poste de luz que estaba al otro lado en la calle.
Skyler se mordió el labio inferior incapaz de resistir el impulso de hacerle la pregunta.
-¿En serio estabas bromeando?_le preguntó ella con voz alta, pensando que a esa distancia no la oiría.
Dimitri sonrió por lo bajo justo cuándo estuvo al lado del poste. Apoyó un hombro perezosamente sobre el, se cruzó de brazos y se giró hacia ella. Sus ojos azules le caldearon hasta los huesos.
-No, Skyler, no estaba bromeando.
Skyler gimió y bajó la mirada, sosteniendo fuertemente su chaqueta con las manos. Este hombre era un total pervertido.
Miró hacia todas partes, creyendo que iba a perder la poca paciencia que le quedaba. Lo único que quería era saber que era lo que planeaba hacer Dimitri. Siempre tan misterioso en todo. Pero sabía que en esto no quedaba más que seguirle el juego.
-Bien, ahora explícame que vas a hacer_pidió con rudeza, casi enojada.
Dimitri suspiró y giró su mirada hacia el lado, en dirección a lo que parecía un bar. Luego, la volvió hacia ella nuevamente.
-Tu simplemente quédate ahí y no digas nada_sonrió por lo bajo con tristeza_Solo observa.
Ella le observó con el ceño fruncido sin entender nada, cuándo de pronto, las puertas del bar se abrieron y un grupo de cuatro chicas de no más de veinte años abandonaron la estancia. Todas eran rubias, altas y hermosas. Iban riéndose como si estuviesen completamente borrachas. Hablaban en fluido ruso, así que Skyler poco entendió lo que decían. Ella no había estudiado ruso aunque se le daban muy bien los idiomas y en ése instante, se arrepintió de no haberlo hecho sabiendo que su compañero vivía en Rusia.
Skyler observó a Dimitri con curiosidad, quién le había dirigido una mirada al grupo de chicas. Poco tardaron ellas en darse cuenta de que él las estaba observando en su posición relajada apoyado en el poste. Él les sonrió y las chicas comenzaron a murmurar tímidamente entre ellas, sin quitarle la mirada de encima al espectacular hombre a pocos metros de ellas.
Dimitri les dijo algo en ruso con su voz mágica y seductora, y las chicas salieron casi en estampida hacia él.
Skyler estuvo forzada a sostenerse de un poste a su costado para no caerse de espaldas mientras observaba totalmente impactada la escena. Dimitri parecía estar sumamente cómodo entre ellas, conversándoles en ruso como si las conociera de toda la vida. De ves en cuándo colocaba su mano sobre el hombro de alguna de ellas cuándo les hablaba o les sonreía cálidamente como si fuera su amigo. Se comportaba como todo un caballero.
Sin embargo, ellas eran harina de otro costal. Desde esa distancia, Skyler podía ver todo lo que pensaban. Las rusas verdaderamente tenían una imaginación muy abierta y amplia. Todo lo que querían hacer con Dimitri, Skyler lo podía ver y por primera vez sintió la cruda emoción de los celos inundándola como una ola de mar.
Vio como lo tocaban casi descaradamente como si jamás hubiesen tocado a un hombre en toda su vida. Se lo comían con los ojos y la excitación sexual que sentían hacia él, era algo que a ella le resultó casi insoportable. Nunca le había ocurrido y jamás se imaginó que iba a ser capaz de sentirlo también. No las quería cerca de Dimitri. Tuvo que emplear su autocontrol para no ir en dirección hacia él y quitarle a todas sus admiradoras de encima. Se cruzó de brazos junto con la chaqueta y espero.
Dimitri sintió la incomodidad de su compañera en su propio cuerpo, lo que le hizo entender que ella ya no podía más. Le estaba haciendo daño y eso le partió el corazón. Ya había sido suficiente.
Con una orden suave pero firme, Dimitri hipnotizó a cada una de las chicas para que se marcharan directo a casa y que olvidaran que alguna vez se habían encontrado con él.
Skyler respiraba agitadamente, tenía un ceño en el rostro y los brazos cruzados, cuándo Dimitri volvió a ella quién le atravesaba con la mirada, ignorando a las chicas que se iban rápidamente calle abajo.
Él suspiró sin saber que decirle.
-Te divertiste_Skyler se le adelantó, haciendo una afirmación más que una pregunta.
Dimitri le miró un tanto avergonzado. Para suerte de ella, no, no lo había pasado bien en lo absoluto cuándo cualquier hombre lo habría estado. Se había sentido muy incómodo, sin embargo había sido capaz de disimularlo muy bien porque ahora caía en la cuenta de que ella no se había percatado de su incomodidad. Estuvo preocupado por ella todo el tiempo. Pensando si hacerlo o no o si había sido buena idea hacer todo lo que hizo. Estiró el brazo con toda la intención de acariciarla para calmarla, pero ella dio un paso atrás y se lo impidió.
Él le observó con tristeza.
-Estas enojada_estableció como si fuera un decreto.
Skyler lo miró y le dedicó una sonrisa forzada
-No, no lo estoy_dijo con firmeza_ Ahora, vámonos.
Ella ya había comenzado a caminar por la calle, cuándo de pronto sintió que él le cogió el brazo, deteniéndola en seco. Skyler se giró para mirarle con furia y se soltó de su firme agarre con poco esfuerzo.
-Porque demonios me detienes. Ya hiciste lo que tenías que hacer y ahora no nos queda más que….
-Mírame, Skyler_dijo él con voz enojada. Si ella supiera lo que él estaba sintiendo en esos momentos, no lo trataría así. Todo comenzó porque ella no quería creerle y por eso no le dejó más opción que demostrárselo. Ahora iba a tener que asumir las consecuencias de su falta de confianza hacia él_Observa mi cuerpo con cuidado y mira si hay alguna reacción o un cambio en el.
Skyler rechinó los dientes enojada. De solo acordarse que un grupo de mujeres le habían puesto las manos encima como si fuera cualquier cosa era suficiente como para querer matar a alguien. Debía controlar esos celos tontos o sino acabaría cometiendo alguna tontería. Tomó aire profundamente en sus pulmones para controlarse e hizo lo que Dimitri le había dicho.
Observó detenidamente cada parte de su cuerpo. Aún con la ropa ella era capaz de darse cuenta si estaba excitado o no. La camisa abierta dejaba al descubierto los marcados músculos de su abdomen, pero estos no estaban contraídos ni tensos, sino que relajados como si no le hubiesen hecho nada. Todo estaba normal, inclusive entre sus piernas. Era imposible.
Ella le miró con sorpresa pero como si hubiese visto algo que no debería haber visto.
-Pero…porque…_susurró mientras se acercaba a él sin poder quitarle la mirada de encima. No podía ser que él no hubiese reaccionado al toque, a la excitación y a los lujuriosos pensamientos de ese grupo de rubias y hermosas chicas. Cualquier hombre y más aún cárpato lo habría hecho sin mucho esfuerzo.
Cuándo él la vio darse cuenta de una manera sorprendida pero no enojada, Dimitri la cogió entre sus brazos y moviéndose a una velocidad sobrenatural, regresó a la casa, a la habitación que él le había dado a ella para que durmiera.
Una vez allí, él la soltó y le cogió una de sus finas y pequeñas manos entre la suya de mayor tamaño.
-Te diste cuenta_dijo él ignorando su silencio_No fue mi intención hacer esto para herirte, solo fue para demostrarte que te estoy diciendo la verdad. Pero_su mirada sostuvo la de ella de una manera tan intensa que Skyler estuvo a punto de apartar la suya de la de él_ aún falta algo por hacer.
Ella tragó saliva, con el pensamiento puesto en como él le estaba cogiendo la mano. Era un firme apretón pero no lo suficientemente fuerte como para romper sus huesos.
Dimitri en su mente sabía, solo sabía que posiblemente no iba a sobrevivir a lo que estaba a punto de pedirle a su compañera, pero no iba a dejar que todo lo que había hecho fuera en vano ni mucho menos a medias. El camino ya estaba recorrido y ahora no había más opción que llegar hasta el final.
-Yo soy tuyo, Skyler. Tuyo y de nadie más. Por favor tócame_se llevó su mano entrelazada a la de él a los labios y le plantó un beso en el dorso_Quiero sentir tus manos sobre mi
Skyler no supo que responder a ello. Se ruborizó y de pronto todo su cuerpo comenzó a temblar. La manera como él le había pedido que lo tocara había sido casi una suplica, con un tono de agonía y ronquedad que le decían que eso era algo que deseaba hasta en lo más profundo de su ser.
Ella se mordió el labio inferior y decidida, dio un paso adelante, más cerca de él, del calor de su cuerpo, de su protección. Su mano libre se levantó casi por iniciativa propia y la colocó a palma abierta sobre el caliente pecho de él, justo en el centro dónde tenía la camisa abierta. Solo bastó que ella le pusiera los dedos encima para que el cuerpo de él reaccionara al instante. Los músculos de su pecho y torso se contrajeron, se le tensaron los brazos y las piernas y de su garganta salió un leve gruñido de satisfacción.
Skyler inhaló la fragancia masculina e intoxicante de él, llenando sus pulmones con ella mientras recorría su pecho con las manos. Estaba duro y caliente como se suponía que debía estar un hombre.
Dimitri le sostuvo la mano y comenzó a guiársela hacia su zona sur para que sintiera los músculos contraídos de su abdomen. La suavidad de su toque estaban inflamándole y enloqueciéndole hasta un punto inimaginable. Lo único que deseaba era estar completamente desnudo para que ella le tocara a su antojo, le recorriera y explorara con sus pequeñas y cálidas manos de mujer.
Ella observaba extasiada pero sorprendida como sus músculos estaban contraídos. Los sentía en la palma de su mano. Y solo ella le estaba tocando, solo ella fue suficiente como para despertarle.
Entonces él le sostuvo más fuertemente de la mano. Todavía no era suficiente.
-Más abajo_le dijo casi en un gruñido y guió la mano de ella hacia su bajo vientre.
Al momento en que ella topó con su entrepierna, instintivamente tiró su mano hacia atrás y lanzó un gemido. Le había sentido, poderoso, duro, y rígido. Un animal que había cobrado vida de pronto con el simple toque de sus dedos y que aguardaba por ser liberado.
-Te endureciste…_murmuró ella con voz casi inaudible sin dejar de observarlo.
Dimitri respiraba agitadamente mientras mantenía su mirada sobre ella, sobre su hermoso rostro sorprendido. Él había ido muy lejos con todo esto y lo único que había conseguido era aterrarla, pero el que lo tocara había sido un deseo que iba más allá de su propia voluntad y simplemente no había podido resistirse a tal tentación. Lo ansiaba, se deleitaba en el, adoraba la intimidad entre ellos. Todo su cuerpo estaba vivo, caliente y duro por ella, la quería entera, todo, no solo su cuerpo, sino también su dicha, su risa, su compasión, su cariño, inclusive hasta su amor.
-Ahora me crees_Dimitri no era capaz de hacer preguntas en ese momento_Tu misma lo viste y lo sentiste. Ninguna mujer endurece mi cuerpo a tal punto de dolor. Solo eres tu, Skyler, tú y nadie más.
Las pestañas de ella se agitaron mientras trataba de recuperar el aliento
-Si, ahora te creo_susurró con la mano sobre el corazón que palpitaba a un ritmo desbocado.
Dimitri le observó, incapaz de moverse. Estaba adolorido, completamente lleno de una necesidad ardiente que no podía saciar aún. Era peor que una tortura física. Jamás se imaginó que algo así le ocurriría, que tendría que tener tanto control para resistir los impulsos que tenía de tomarla. Los antiguos habían dicho que la necesidad entre compañeros era poderosa, que no debía tomarse a la ligera, pero nunca creyó que sería tanto. El tirón era fuerte y temía llegar al punto en que no sería capaz de controlarse más.
Regresar a Rusia había convertido su vida en un infierno. El no tenerla a ella cerca lo había echado todo a perder. No era como cuándo estaba en Francia ya que al menos la tenía y sentía cerca, podía velar su sueño, abrazarla mentalmente y descansar junto a ella sin un acercamiento físico, pero aquello había sido suficiente para mantenerlo estable. Pero bastó solo su despedida para que su reloj anduviera más rápido, llegando a su punto final. Era algo que aún no se había atrevido a contarle, sin embargo, ella tenía derecho a saberlo todo. Tenía derecho a saber su situación y el peligro en el que se encontraba.
-Pequeña, hay algo que debo decirte. Algo muy importante que aún no te he dicho_ella le observó con extrañeza debido al súbito cambio de tema_ Yo no volví a Rusia sólo porque con ello te ayudaría a dejar el pasado atrás más fácilmente, sino que también porque…_dudó queriendo no decirlo. La verdad podría asustarla más que nada en el mundo, pero no habían mentiras entre compañeros_mi tiempo se acabó un día después de que regresé a mi país.
Las quiero mxo emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
