Gracias chicas, son todas muy lindas y bueno antes de ponerme a llorar aqui les va la continuación emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
Dimitri se detuvo y miró de reojo a su compañera. Skyler tenía sus ojos empañados en lágrimas, pero que se negaba a dejar caer. Su mente era todo un caos de interrogantes. Sabía que el haberle contado ésa historia era una mala idea, sin embargo, al menos no fue necesario compartir con ella las espantosas escenas para conocer aquel triste relato como Tiberius lo había hecho con él en una ocasión.
-Que….horrible _ murmuró ella bajito. Con razón él no quería hablar al respecto en otro día. Todo eso parece una escena sacada de una película de terror.
Pero es real. Le respondió él mientras ingresaban en la pequeña construcción Lo que yo pasé en mis años jóvenes no se compara con el dolor y la culpa que Tiberius debe cargar. Yo perdí a mi madre, pero Tiberius, perdió a toda su familia en una sola noche.
No minimices tu dolor, Dimitri. Puede que tú no hayas perdido a toda tú familia, pero tú madre, poseía un lugar importante en ti, en tu vida, en tu corazón y al perder a un ser tan querido, siempre deja un agujero que por más que queramos no se puede llenar nunca.
Y ella lo sabía muy bien. Puede que su padre nunca haya significado nada para ella más que un monstruo vil y cruel, pero su madre…era mejor no pensar en eso ahora.
Dimitri no dejó de mirarle. No cabía en él que ésta pequeña y frágil criatura haya podido hacerle tan feliz en tan poco tiempo. Creyó que después de todo lo que le había sucedido, ya estaba lo suficientemente herido como para no ser capaz de sentirse dichoso jamás en toda su vida.
-¿Qué es éste lugar, Dimitri?_preguntó Skyler de repente, admirando la pequeña estancia.
Era una sala hermosa y cálida, con sofás, alfombrada, equipada totalmente para que una persona pueda pasar un momento relajante a solas o bien en compañía de otros. Cada vez Dimitri le sorprendía más.
-Creí que regresaríamos a casa.
Dimitri le sonrió y se acercó a ella.
-Ésta es una parte de la casa, lyubofmaya, que no te he mostrado aún _ explicó él _ aquí es dónde suelo hacer mis experimentos.
Ella alzó las cejas sorprendida y escrutó los alrededores buscando indicios de un laboratorio o algo así, pero nada, era solo una pequeña sala.
-Si lo que buscas es un laboratorio, debes ir al piso de arriba, pequeña _ dijo él con una sonrisa apuntándole hacia la escalera del lado opuesto.
Skyler bajó la mirada avergonzada y prácticamente se echó a correr emocionada hacia la escalera al igual que una niña de cinco años, pero a medio camino, su cuerpo chocó con un saco apilado junto a un sofá haciendo que este se diera vuelta y el contenido se desparramara por el suelo alfombrado.
Ella jadeó, se detuvo en seco.
-¡Ay, lo lamento!_se dio vuelta y se arrodilló sobre el suelo para recoger el contenido cuándo cayó en la cuenta que…_ ¿Pétalos de rosa?_inquirió cogiendo uno del suelo y alzándolo a la altura de sus ojos.
Skyler cogió el saco junto a ella dejando que todo el contenido se vaciara formado un gran montículo sobre la alfombra hasta que no cayó un pétalo más.
-¿Porqué tienes tantos pétalos, Dimitri?_preguntó sin dejar de apartar la mirada de las flores. Hundió sus manos en ellas, haciendo que su perfume se impregnara en su cuerpo. Se sentía tan suave que quiso recostarse sobre el montículo.
Dimitri sonrió cautivadoramente y le respondió.
-Soy un científico, pequeña _ dio un paso hacia el frente pero entonces se quedó quieto. En su interior la bestia rugió de furia exigiendo a su pareja. Gruñó en voz baja. Tómala. Ella es tuya. Oía que le decía su parte menos noble. No, no podía. Debía mantener su promesa _ los pétalos de rosa son buenos indicadores de ph, incluso mejores que los hechos por los humanos _ apenas si se las arregló para hacer que las palabras sin que se le notara su excitación y deseo reprimido.
Dimitri caminó en reversa sin dejar de observarla. Se veía hermosa ahí, maravillada entre los pétalos, y no solo eso sino que grácil y apetecible, deliciosa sería la palabra más apropiada.
Sus dedos se aferraron a uno de los estantes de madera a un costado. Notó el crujido a los pocos segundos de sostenerla. Skyler no la había escuchado, ella seguía mirando los pétalos sin prestar atención a nada más.
Tú promesa. Piensa en tú promesa, se decía en su fuero interno. Le dolía demasiado el cuerpo, tanto que eso le impedía concentrarse en otra cosa que no fuera tomarla. Ella te pertenece. Olvida tú promesa. No puedes cumplirla. Debes recordar lo que eres y lo que ahora necesitas. ¡Tómala!
Dimitri sacudió la cabeza y dejó que sus dedos ahora se deslizaran por la madera para evitar romperla, pero sus uñas dejaron largas marcas en ella para siempre.
Gruñó por segunda vez y entonces el hilo de su autocontrol se cortó.
Se olvidó de su promesa e hizo lo que debía haber hecho hace mucho. Francesca tenía razón, no había otra forma de ayudarle más que tomándola una y otra vez hasta que su organismo se acostumbrara.
Con un pensamiento se deshizo de las ropas que cubrían su cuerpo duro y caliente para luego saltar a ella, cogiendola por la cintura de espaldas.
Skyler jadeó de la pura sorpresa ante el repentino ataque de él y entonces sintió las manos de Dimitri sobre sus pechos doloridos.
-Dimitri _ gimió ella bajito
-Perdóname, pequeña, pero ya no puedo resistirlo_le mordisqueó el cuello y luego la oreja con sensualidad y persuasión _ té deseo. Aquí mismo y ahora.