No sé por qué no había leído este libro, normalmente haga bastante caso a Laura Gallego, aunque admito que en ocasiones salgo escaldada.
Total, que tiene una portada más bien sosa que no corresponde para nada a lo que te encuentras dentro.
Es lo contrario a algunos otros libros con títulos muy sugerentes y portadas bonitas que luego no tiene chicha dentro.
Esta historia va de un joven (sin especificar está rondando los 19, 20) que estudia en una academia el arte de dibujar portales con una pintura mágica. El portal se dibuja en el origen y destino y permite un viaje instantáneo de un lugar a otro. Y esto no es magia, sino ciencia, una ciencia que requiere mucho estudio y dedicación, aunque también tiene trazas de un arte, lo que se plasma en la forma en que los dos estudiantes protagonistas acometen su estudio y trabajo.
Aunque digo que va de un joven porque él es el nexo que une a todos los personajes, en realidad es una historia bastante coral que embarca a varios personajes.
Tabit, el mejor y más esforzado estudiante de la academia.
Calandria, la estudiante despreocupada con induición.
Yurek, un campesino de los confines del imperio.
Task, un joven minero.
Rodak, un joven guardián de portales.
Todos quedan unidos por una serie de acontecimientos misteriosos que comienzan con la desaparición de un portal y un profesor de la academia.
Un estupendo libro fantástico que bebe de las novelas tradicionales de "misterio en la escuela" pero con un toque original. Poco le falta para estar enmarcado en fantástica en vez de juvenil, pero cierto toque ingenuo me hace dejarlo por aquí.
Es una de las pequeñas joyas que nos ofrece Laura Gallego.
No existen fronteras para aquellos que se atreven a mirar más allá.
Los pintores de la Academia de los Portales son los únicos que saben cómo dibujar los extraordinarios portales de viaje que constituyen la red de comunicación y transporte más importante de Darusia. Sus rígidas normas y su exhaustiva formación garantizan una impecable profesionalidad y perfección técnica en todos sus trabajos.
Cuando Tabit, estudiante de último año en la Academia, recibe el encargo de pintar un portal para un humilde campesino, no imagina que está a punto de verse involucrado en una trama de intrigas y secretos que podría sacudir los mismos cimientos de la institución.