Muy bien chicas, he vuelto. Ire volviendo de a poco porque la universidad me demanda bastante, pero volvere con mis relatos cortos y posteriormente con el fanfic que deje incluso. Como les dije en el ultimo post el siguiente relato involucra a los Trovadores Oscuros, espero que les guste emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
Relato 10
Niñerías Masculinas
Protagonistas: Los Trovadores Oscuros
-Por favor
-No
-Pero solo déjame…
-No
-Si no voy a…
-¡NO!
Barack suspiró exhausto de esta discusión que estaba teniendo con Dayan. Hacia media hora que estaba intentando que le prestara su guitarra para arreglar los acordes de una canción nueva que había escrito Desari. Pudo haberlo hecho con la suya, pero Syndil la había enviado a restaurar su color natural y aún no estaba lista.
-Oh vamos, Dayan_Barack nunca pensó que tendría que llegar a suplicar por algo tan insignificante_Desari me matará si no consigo corregir los acordes de su canción para mañana en la noche. Además debo aprenderme toda la melodía o tocaré peor que carpato borracho.
Dayan dejó de tocar su guitarra ante el comentario y frunció el ceño a su amigo y hermano.
-Barack, nosotros no nos emborrachamos_señaló de manera obvia
-¡Exacto!_exclamó Barack alzando los brazos y solo ahí Dayan supo a que iba con su comparación: significaba que tocaría tan estúpidamente como su comentario. Pero aún con esto, Dayan no cedió. Su guitarra era tan preciada como su compañera, una extensión de su brazo que no le confiaba a nadie.
Él no hizo más que negar con la cabeza.
-Olvídalo, Barack. Cómprate una nueva y no me molestes.
Barack le levantó una ceja.
-Dayan, por el amor de Dios, ni que la guitarra fuera Corinne_Dayan le lanzó una mirada de profundo desprecio ante sus palabras que en su mente se procesaron como blasfemas_Te estoy pidiendo un instrumento material, no a tu compañera. Por favor, piensa en todo lo que he hecho por ti.
Dayan lo miró tan neutral y estático como una estatua.
-No recuerdo nada_dijo con voz ronca y casi siniestra.
Barack puso los ojos en blanco. Dios esto iba a ser más difícil de lo que creyó.
-Entonces piensa en todo lo que haré por ti_le señaló mostrándole su sonrisa mas deslumbrante que no tuvo otro efecto en Dayan más que comenzar a sentir las ganas de golpearlo.
El músico carpato suspiró. Oh que diablos, Barack sabía tocar muy bien la guitarra y cuidaba de los instrumentos tanto como él. Además, su hermano era casi una piedra en el zapato cuándo quería conseguir algo y no se iría hasta cumplir su cometido.
Sin decir una sola palabra más, Dayan le entregó su guitarra como si le estuviera dando su vida misma.
-Ten, tómala antes de que me arrepienta_le dijo casi en forma de advertencia.
Barack aún con su sonrisa asintió y cogió el instrumento lo más delicadamente que pudo de sus manos.
-Muchas gracias, Dayan_agradeció de forma sincera para luego sacarse un pedazo de papel cuidadosamente doblado de su bolsillo y mostrándoselo a Dayan_Todo por evitar que Desari me asesine.
A pesar de lo nervioso que estaba, Dayan consiguió sonreír un poco. Desari era de armas tomar en lo que respectaba a la música, ella no perdería una sola oportunidad de cantar ni aunque Julián se lo impidiera.
Dayan se encogió de hombros. Todo su cuerpo, su corazón le pedían ir junto a Corinne y su pequeña Jennifer, pero no dejaría a Barack solo con su guitarra. No le quedaba otra opción que mantenerlo bajo vigilancia.
Mientras Barack tocaba las bellas notas y arreglaba los acordes, Dayan comenzó a recordar el momento exacto en que su música finalmente tuvo sentido y que consiguió finalmente llenar cada rincón de su ser. A medida que la música inundaba sus oídos, la mente de Dayan viajó hacía el día en que conoció a la que sería su aliento de vida, su alma, su aire, su corazón mismo. Le impresionó la forma en que los recuerdos se fueron presentando ante sus ojos, casi como si estuviera observando una película acerca de su propia vida. Ni siquiera alcanzó a ver el momento exacto en que su mirada tocó la de Corinne, cuándo un sonido espantoso acabó con toda la bella cadencia musical.
Dayan sacudió la cabeza como si acabase de haber salido de un trance y casi al instante abrió los ojos. Sin embargo, lo que vio le hizo arrepentirse enormemente de haberlo hecho.
Barack sostenía la guitarra para poder mirarla en toda su extensión, pero lo que acabó con todo buen juicio de Dayan fue ver que una de las cuerdas de su amado instrumento se había salido de su lugar.
-Parece que usé mucha fuer…
-¿¡QUE HICISTE!?
Barack se sobresaltó ante el grito de Dayan quién inmediatamente le arrebató la guitarra para inspeccionar desde una mayor cercanía el daño. Su expresión era de impresión mezclada con un dolor infinito, aunque por dentro el músico estaba en pleno volcán de erupción de pura rabia.
-Lo siento, Dayan, no fue mi…_antes de que pudiera decir mas Dayan alzó su mano y le mostró su rostro, ahora retorcido en una mascara de ira, casi como si estuviese viendo a su peor enemigo.
-Lárgate, antes de que haga algo de lo que de seguro me arrepentiré para siempre.
-Pero…
-¡AHORA!
No tuvo que decírselo dos veces. Barack nunca había visto a Dayan de ésa forma y sinceramente, no quería descubrir como sería en ésa faceta, por lo que no hizo más que desvanecerse ante los ojos de su hermano, dejándolo ahí solo con su preciada guitarra.
Días mas tarde…
-Barack me las pagará_dijo Dayan furiosamente mientras arrojaba piedras a los bosques.
Corinne suspiró exasperada. Ya era la décima vez que escuchaba a su compañero decir que Barack se las pagaría y aún se encontraba ahí, arrojando piedras a cualquier sitio para mitigar su ira.
-Dayan, santo cielo, ya no pienses más en ello_suplicó ella_Tu guitarra ya está reparada y bien. Me atrevo a decir incluso que quedó mejor que antes.
Aún con el discurso de su compañera, Dayan no cedió ni un poco. Con destreza y fuerza siguió arrojando piedras como si no hubiese escuchado absolutamente nada.
Corinne rechinó los dientes de solo ver que su compañero la estaba ignorando. Era inconcebible, se estaba comportando como un niño y él aún no se daba cuenta.
-¡Dayan! ¡Detente en éste mismo instante!
Ante el grito de Corinne, Dayan arrojó una última piedra la cual impactó contra el tronco de un gran árbol de pino. El material atravesó la madera con tal fuerza, que ésta se resquebrajo y en un abrir y cerrar de ojos, el árbol se vino abajo.
Dayan alzó una ceja ante el desastre que había provocado.
-Bien, ahí va el tercero.
-Dayan_Corinne se acercó a él y lo abrazó por la espalda. Al sentir su calor, el carpatiano se relajó un poco de su rabia contra su hermano y se permitió a si mismo relajarse_Ya es suficiente, amor. Tranquilízate, ya todo ésta bien. Sé que Barack no tenía ninguna intención de hacerle daño a tu guitarra.
Dayan suspiró derrotado y colocó su mano de mayor tamaño sobre la fina y pequeña de Corinne. Ella tenía razón, Barack no había tenido ninguna intención de cortarle una cuerda a su guitarra, lo había hecho por accidente, pero eso no solucionaba las cosas y no era el punto tampoco. Barack se merecía que le dieran una sopa de su propio chocolate y Dayan se sentía impotente de solo pensar que aún no se le ocurría como.
Corinne apretó aún más fuerza el pecho de Dayan.
-Porfavor, mi amor. Volvamos al campamento. Jennifer aún se encuentra durmiendo allá_dijo ella con verdadera preocupación y amor. De pronto, se levanto en puntillas, plantandole un beso en la mejilla a su compañero sellando su petición.
Ante tal acción, Dayan supo que había sido derrotado por su compañera. Suspiró por última vez y sonrió por lo bajo.
-Siempre encuentras la forma de desarmarme, mi querida musa_cogió su pequeña mano y le plantó un beso en el dorso_Tu ganas. Volvamos a casa.
Corinne sonrió y de a poco, comenzó a soltarlo. Entonces, Dayan vió una enorme roca que estaba bajo un árbol. Era mucho más grande que las que había estado arrojando anteriormente. Con decisión, el carpatiano se acercó a la base del árbol y arrancó la roca de un tirón.
Corinne negó con la cabeza.
-Dayan, me dijiste que volveríamos a casa.
El carpatiano se acercó a ella nuevamente y le plantó un beso en los labios.
-El último, lo prometo_sonrió_Debo admitir que me relajó arrojar piedras.
Corinne no dijo más. Estos hombres, pensó. Siempre tan brutos para algunas cosas, pero eso no quitaba el hecho de que ella amaba a su compañero con todo su corazón y si él quería arrojar una última roca, ¿quién era ella para impedir que fuera feliz? De cualquier modo, hacer eso no le causaba un daño a nadie.
Dayan sujetó la roca entre sus musculosos y amplios brazos tan fácilmente como si llevara una pelota de goma. Con fuerza descomunal, el carpatiano arrojó la gran roca, la cual surcó el cielo por encima del bosque de pinos y siguió más allá hasta perderse de vista.
Corinne tomó lugar junto a su compañero.
-Vaya, eso fue impresionante, pero me pregunto ¿dónde…
Antes de que Corinne pudiera terminar, se escuchó el sonido de un fuerte impacto de vidrios rotos, seguidos de la alarma de un vehiculo.
-¡MI AUTO!_se escuchó a una voz masculina gritar desde la lejanía
Rapidamente, Dayan y Corinne siguieron el sonido de la alarma que aún no paraba de sonar. Irónicamente, no tardaron mucho en estar de vuelta en el campamento de los Trovadores Oscuros. Cuándo ambos se dieron cuenta de dónde provenía el sonido, abrieron los ojos de par en par.
El auto rojo de Barack era el que hacía el sonido debido a la gran roca que Dayan había lanzado y que había caído sobre el parabrisas haciéndolo pedazos. Barack estaba parado junto a su querido vehículo petrificado e incapaz de creer lo que estaba viendo.
Corinne tragó saliva nerviosamente y cogió el brazo de Dayan.
-Mira lo que hiciste, amor.
Debido a la sensibilidad carpatiana de los sentidos, Barack logró escuchar lo que había dicho Corinne y rápidamente se volteó hacia la pareja, que lo observaban desde una distancia no muy lejana.
Corinne gimió al ver a su bello rostro ahora contraído de furia e ira, pero su mirada fría y sin vida no estaba puesta en ella, sino en el hombre que estaba parado a su lado.
Barack gruñó desnudando los dientes y apuntó acusatoriamente.
-¡TU!
Dayan no hizo más que alzar una ceja ante el gesto de su hermano. Aun no cabía en él la sorpresa de que sin proponérselo, había cobrado venganza por lo de guitarra con un objeto de igual valor para Barack: su preciado auto.
-¡ACABABA DE LAVAR EL AUTO!
Dayan parpadeó varias veces antes de responder.
-Lo siento, Barack. Fue un acci…
-¡NO LO DIGAS! ¡NO DIGAS LA PALABRA ACCIDENTE PORQUE AMBOS SABEMOS QUE NO LO FUE!
-Pero Barack, es la verdad. Dayan no tenía intenciones de…
-Esto no es contigo, Corinne_la interrumpió Barack y reedirigió su mirada a Dayan_Esto es por lo de tu preciosa guitarra, ¿cierto?_la neutralidad de Dayan fue más de lo que el carpatiano pudo soportar_¡Estas muerto!
Antes de que alguien pudiera decir algo, Dayan se había echado a la carrera mientras Barack lo perseguía de cerca con toda la intención de hacerle pagar por lo que había hecho.
-No se como encuentras diversión en trazar rutas, Darius_comentó Tempest mientras se encontraba arreglando el motor del bus_Es sumamente aburrido.
Darius le alzó una ceja y sonrió.
-Lo es para ti, pequeña_le respondió él_Pero para mi es una tarea sumamente relajante.
Tempest simplemente negó con la cabeza y siguió con su labor, así como Darius seguía en la suya.
De pronto se escuchó un fuerte estruendo y de la nada apareció Dayan corriendo rápidamente huyendo de Barack que le seguía de cerca.
-¡Te lo mereces por lo que le hiciste a mi guitarra!_le gritó Dayan sobre su hombro sin aminorar la marcha.
-¡Retráctate!_le devolvió Barack.
Como Dayan estaba tan distraído, no se dio cuenta de que Darius estaba a pocos metros de él y sin darse cuenta, arrasó con el lugar de trabajo de su hermano mayor, destruyendo la mitad de su labor.
Al darse cuenta de lo que había hecho, pero sin posibilidad de detenerse, Dayan gritó:
-¡Lo siento, Darius!_y dando vuelta en una esquina se perdió de vista.
Antes de que Darius pudiera reclamar ante lo sucedido, Barack pasó corriendo por el mismo lugar de Dayan, acabando de destruir la otra mitad de su trabajo.
Darius simplemente se quedó estático ante lo que había sucedido sin decir una sola palabra. Todo su lugar de trabajo había sido destruido y sus dos horas de haber estado trazando rutas en un mapa para las próximas presentaciones de la banda eran historia.
Tempest frunció el ceño al ver el desastre que habían dejado sus hermanos con la labor de su compañero y después dirigió su mirada al lugar en dónde Dayan y Barack se habían perdido de vista.
-¿Pero que bicho les picó a ésos dos?
Darius gruñó furioso.
-No lo sé, pero lo voy a averiguar_y rápidamente, se dispuso a perseguir a sus dos hermanos.
-Desari relájate.
-¡¿Pero como quieres que me relaje, Julián?! Barack no terminó la labor que le pedi.
Julian suspiró tratando de relajarse. Desari era un monstruo cuándo se trataba acerca de su música.
-Pero sabes que Barack le rompió una cuerda de la guitarra a Dayan y por eso no pudo seguir sacando los acordes_apuntó él de la forma más comprensiva que pudo_ Y la guitarra de Barack no estuvo lista a tiempo tampoco, cara mía, todo tu enojo es absurdo, estas cosas pasan.
Desari bufó exasperada y no dijo más.
-Lo siento, estar pendiente de esto me agota demasiado_se encogió de hombros_Me sorprende no haber visto a Darius, a Dayan y a Barack el día de hoy, ¿en dónde se habrán metido?
Antes de que Julián pudiera responderle, Dayan surgió de entre los árboles y pasó corriendo en frente del carpatiano rubio y la cantante.
Julián frunció el ceño y apuntó hacia el guitarrista que se iba alejando cada vez más.
-Pues ahí esta Dayan.
Entonces, Barack pasó corriendo por el mismo lugar que Dayan.
-Y ahí está Barack_igualmente lo apuntó con su dedo hasta que se perdió de vista.
-¡Deténganse ustedes dos ahora mismo!_gritó Darius pasando igualmente por dónde Dayan y Barack lo habían hecho.
-Y allá va Darius_anunció Julián haciendo el mismo gesto que con los otros dos.
Tanto Desari como Julián se quedaron sin habla ante lo que acababa de suceder sin entender nada.
-¡Desari! ¡Julián!
Ambos se giraron en redondo y vieron a Corinne junto con Tempest que venían corriendo hacia ellos.
-Corinne, Tempest, ¿Qué sucedió?_preguntó Desari al ver a sus dos hermanas totalmente agitadas.
-¿Vieron pasar por aquí a Darius, Barack y Dayan?_preguntó Tempest mientras trataba de recuperar el aliento.
-Pues si, acaban de pasar corriendo_dijo Desari_¿Qué está pasando?
Corinne tomé aire y dijo:
-Dayan destruyó el parabrisas del auto de Barack por accidente.
-Y ambos destruyeron el trabajo de Darius con los mapas_completó Tempest_Ahora Barack quiere matar a Dayan y Darius los quiere matar a ambos.
-¡¿Cómo?!_exclamó Desari horrorizada.
-Entonces vamos tras ellos antes de que los perdamos de nuevo_anunció Julián y no se habló más del asunto.
Cuándo las chicas junto a Julián llegaron a dónde estaban Darius, Dayan y Barack, los vieron a los 3 enfrascados en una fuerte discusión, gritándose entre ellos al punto en que no se entendía quién empezaba, quién terminaba y que insulto estaba dirigido a quién. Todos tenían marcas de magulladuras en sus rostros y sus ropas estaban completamente sucias, lo que indicaba que antes de llegar a discutir se habían dado unos buenos golpes.
Desari cogió el brazo de su compañero.
-Julián, por favor has algo_suplicó casi con desesperación.
Julián no podía decirle que no a su compañera y antes de que pudiera pensar en algo gritó:
-¡CÁLLENCE!
Al escuchar el grito, Darius, Dayan y Barack se callaron y dirigieron sus miradas a Julián.
-¡Ya es suficiente, niños!_exclamó el rubio hombre de los cárpatos_ ¡Solo mírense, peleando por…
-¡NO TE METAS!_le gritaron al unísono Darius, Dayan y Barack, para luego seguir en su discusión.
Julián rechinó los dientes sin decir absolutamente nada. Será mejor que los dejemos solos para que se arreglen por su cuenta. Lo enfatizó como una orden en la mente de Desari, Corinne y Tempest, a lo cual ellas hicieron caso.
Darius, Barack y Dayan siguieron discutiendo como por 5 horas más antes de que decidieran que ya había sido suficiente e hicieran las pases. Sin embargo, al volver con sus compañeras se dieron cuenta que el verdadero castigo estaba a punto de comenzar.
Espero que les haya gustado. Estoy feliz de volver a mis escritos, los extrañaba mucho. Por mucho que no me gusten, el siguiente relato involucra a los hermanos de la Cruz y Dominic emot040 emot040 emot040 emot040 emot040 emot040 emot040 emot040
