Los brazos de *** se apretaron un poco más mientras sostenía a ***. Había una expresión en su cara, una mirada en sus ojos que tuvo miedo de nombrar. Posesión. Ternura. Una mezcla de ambas. No quería saberlo. La hizo sentirse valorada, atesorada. La hizo sentirse sexy y bella.
La manera en que su mirada se movía sobre su cara, tocando sus labios como un beso físico, hizo que su corazón se acelerara al máximo.
Una sonrisa lenta curvó la sensual boca masculina.
—Veo que estás descalza. Iba a sugerirte un paseo bajo las estrellas, pero tu molesto hábito parece haber surgido otra vez.
Y ellos son...
:emot009: