Ia ia calma no me tiren a los perros ni a la poli. Como io tengo piedad aqui les pongo el resto del capitulo 11. Que lo disfruten, si hay algo mal lo lamento mxo pero lo hice rapidin bombin emot028 emot028 emot028 emot028 emot028 A la larga mi compu tendre q lanzarlo por la ventana al igual q aqui --------> :emot007: :emot007: :emot007:. Besos y espero coments.
-¿Quieres bañarte conmigo, pequeña?
Acercó sus labios a las mejillas de ella besándole la piel, gravando su textura en su mente para siempre, saboreando el momento aunque sabía lo muy abochornada que estaba su compañera.
Skyler sacudió la cabeza y sólo ahí se percató de todo. Respiró hondo y profundo. Dimitri era un experto en lo que hacía ahora estaba segura de ello. Nunca le habían hecho sentir así en toda su vida. Por un momento creyó que de su garganta saldría la aprobación que él deseaba, pero se la tragó y esperó.
Se llevó una mano en el pecho sobre su corazón para tratar al menos de tranquilizarle. En su espalda podía sentir los latidos de Dimitri yendo sincronizadamente con los suyos y en una misma frecuencia. No quería hacerle daño, ni rechazarle, pero aún no se sentía preparada para ello.
-Dimitri, me estoy sofocando aquí, necesito salir.
La sonrisa de él fue tentativa, aniñada. Le dejó un beso en la mejilla y le abrió la puerta.
Apenas la vista del corredor llenó los grises ojos de ella, Skyler salió tan rápido como pudo y llegó a su habitación en tiempo récord. Eres tan adorable, pequeña. Ahí estaba su voz, suave, acariciadora y con la seducción de siempre. No te olvides de respirar, cariño. Por el tono sarcástico, parecía como si él se estuviese burlando de ella.
¡Sal de mi cabeza y ocúpate de tus propios asuntos, Dimitri!
Aún se sentía tan avergonzada de sí misma. Sus gestos, la manera en como le tocaba, con cariño, ternura, sin brusquedad, sus palabras y elogios, sus besos embriagadores, todo. Todo hacía que se le fundiera el corazón y su cuerpo parecía quedar sin voluntad con sólo estar cerca de la perfección de hombre que era su compañero. Nunca creyó que los hombres de los cárpatos tuviesen ése lado tan vulnerable, romántico y apasionado. Había juzgado mal a Dimitri la primera vez que se encontró con él en las montañas. Todo por su apariencia o su actitud de guerrero hacia los demás.
Ahora que se encontraba a solas con él, comprendía finalmente que los carpatianos se comportaban dulces, mostraban su lado vulnerable y amoroso sólo a sus compañeras.
Caminó hacia el espejo y vio su imagen reflejada en ella. Podía ver sus piernas, su pecho y brazos al descubierto. La cicatriz que empezaba en su antebrazo subía hacia arriba casi hasta llegar al hombro y en su brazo derecho tenía una quemadura un poco mas arriba de la muñeca. El colgante con forma de lobo descansaba entre sus pechos enviándole calor, paz, tranquilidad. Se palpó las mejillas enrojecidas y ardiendo aún por lo de hacia unos instantes. ¿Como Dimitri iba a ser capaz de amar a lo que estaba mirando en el espejo?. Ella había visto su cuerpo. Tan fuerte, perfecto y hermoso. Se merecía algo mejor que ella, aún tenía ése pensamiento en mente.
-Pequeña testaruda, ¿qué tengo que hacer para que dejes de pensar en eso?.
Ella casi se muere del susto cuándo Dimitri surgió de la nada. Se encontraba a sus espaldas pero vestido igual que hace unos instantes. Sólo llevaba los pantalones puestos y su cuerpo despedía su aroma natural mezclado con jabón.
Skyler se giró para enfrentarle pero su mirada no pudo ignorar ver su pecho desnudo como antes.
-¿Por qué no estás completamente vestido? _Preguntó ella con un tono de inocencia aunque en su interior agradecía que estuviese así.
-¿Te molesta? _Ante la negativa de Skyler con la cabeza él sonrió. Le acarició las mejillas con las yemas de sus dedos con ternura. Podría pasarse toda una vida tocándola y no se aburriría_Me siento más cómodo así, además quiero que te acostumbres a mirarme sin que te avergüences, después de todo lo que estás viendo te pertenece.
Skyler tragó saliva. Miró su pecho tan perfecto y luego su vista descendió hacia sus propios brazos. La tortura de sus años infantiles seguía ahí y es lo que hacía que se odiara tanto.
Dimitri le alzó la barbilla con dos dedos, forzándola a mirarle.
-No te compares conmigo, Skyler. Tú eres única y especial. No hay dos como tú en el mundo y para mí eres hermosa. Si lo que piensas es que no me agradarás sólo por tus cicatrices o quemaduras, estás en un error. He esperado siglos interminables de soledad por ti, sin esperanza, vacío y frío. Con el llamado del mal en mis oídos cada agonizante segundo, día y noche sin parar. En esa época hubiese dado lo que fuese por cambiar aquellos horribles sonidos por escuchar una risa genuina, tener un solo día de felicidad, de poder sentir la dicha, pero nada de eso se me dio hasta que te encontré. La primera vez que te vi, creí que estaba viendo a un ángel y no a una jovencita. Mi tormento durante los años venideros y mi humillación más grande era el no poder ayudarte en esos momentos de angustia, desesperación y peligro por los que tuviste que pasar, pero tú eras sólo una niña y estabas a kilómetros de distancia de mí. Si pudiera regresar el tiempo a esa época para cambiar lo sucedido, ten por seguro que lo daría absolutamente todo para lograrlo, pero no se puede_le cogió los brazos y sus dedos siguieron las marcas de las cicatrices y quemaduras. Tanta tortura a una solo persona era suficiente para enfermarle, en especial si se trataba de su compañera, la única que verdaderamente le importaba_Esto que llevas grabado en tu piel es sólo un detalle que no significa nada para mí. No habrá otra para mí además de ti. Si tú mueres no tengo más opción que seguirte hacia lo desconocido, porque no estoy dispuesto a seguir en una existencia vacía y estéril sin mi compañera padeciendo un infierno terrenal.
Skyler no fue consiente de que sus ojos se habían vuelto vidriosos de pronto. El relato de su compañero le había llegado más profundamente que ninguna cosa en el mundo. No pensaba que él podía haber pasado por tanto sufrimiento sin ella. Tanta humillación, tormento, por no ser capaz de protegerla siendo su privilegio, su derecho.
Una lágrima cayó de los ojos de Skyler y Dimitri la detuvo con los labios antes de que cayera por el borde de su mejilla.
-Porfavor no llores, que me parte el corazón verte sufrir_la atrajo hacia la fortaleza de su pecho, a salvo. Amoldó su figura tan pequeña a la suya de mayor tamaño y le retuvo ahí, como si no fuese a soltarla nunca.
-¿De verdad crees que esto puede resultar, Dimitri? _Hablaba con voz temblorosa_ Es decir, no se si sea capaz de satisfacerte o de acceder a tus deseos. Cuándo era niña me prometí a mi misma no volver a tener otro contacto con un hombre por el resto de mi vida, a pesar de las promesas de Francesca de que iba a salir adelante y que si lo quería iba a poder tener hijos, formar mi propia familia_sus manos se posaron sobre las de él, justo en su cintura_ Supera mi imaginación el que pueda tocarte y besarte sin sentir el aborrecimiento que poseo al estar cerca de otros hombres. Luego de tanto sufrimiento, mi mente quedó grabada con el pensamiento de que todos los hombres eran iguales a los que me habían causado tanto daño, además de Gabriel y Lucian quiénes estuvieron a mi lado desde que Francesca me encontró casi sin vida en aquel hospital, me di cuenta de que ellos no eran los únicos hombres en los que podía poner mi total confianza, sino que también, te pasé por alto a ti por completo_sus pestañas descendieron como si quisiera ocultarse de algo_Aquella voz tan lejana que escuchaba en mi mente cada vez que me hacían daño, ¿era la tuya verdad?
Dimitri dejó escapar el aire de sus pulmones con lentitud.
- Así es, pequeña. Aún con la distancia tan amplia que nos separaba, yo hice el esfuerzo supremo de intentar contactar contigo, de intentar ayudarte como fuese, pero aún eras una niña y eludías mis llamados con facilidad por el temor que me tenías en ése entonces.
- Lo lamento _se disculpó ella como si tuviese una piedra en el corazón que le impidiera sentirse bien.
- No lo lamentes, Skyler. Tú no tienes culpa alguna de lo que te pasó, ni tampoco del miedo que creaste en ti. La vida que te tocó hizo el trabajo de formar tu interior, alimentando ciertas emociones más que otras_su voz tan amable hizo que ella se mordiese el labio inferior para ahogar un pequeño sonido de protesta que deseaba salir de su garganta.
Dimitri sabía que cada golpe, cada corte, cada quemadura, cada abuso infringido hacia Skyler, él la llevaría marcado en su alma para siempre al igual que ella.
-Ningún cárpato en éste mundo podrá concebir jamás, ni tratará de entender el porque los varones humanos golpean, abusan y lastiman brutalmente a las mujeres y niños, talvez no vean lo importantes que son para la continuidad de su propia especie_Sus brazos se envolvieron aún más alrededor de la cintura de ella y los dedos de ambos se entrelazaron_ A lo largo de mi vida he aprendido muchas cosas sobre éste mundo y todo lo que me ha tocado ver lo llevó grabado en mi mente con fuego. Algunas buenas y otras malas.
-¿Has tenido que ver cosas terribles, Dimitri?
-Por supuesto_le aseguró él_ Desde muy joven he tenido acercamientos cercanos con la muerte, como éste planeta se ha ido resquebrajando poco a poco a lo largo de los años, los cambios que se han producido no para bien sino para mal. Las invasiones Turcas en el año 1400 fue el primer suceso sangriento que me condujo más cerca de la violencia y de la muerte en sí. Recuerdo que era aún un jovencito. Nuestro anterior príncipe Vladimir Dubrinsky había muerto hacía poco tiempo al igual que su compañera, Sarantha. Mikhail debió tomar el mando porque seguía en la línea para ello, luego seguía su hermano Draven que desafortunadamente cedió ante el mal y se convirtió en vampiro.
.-¿Qué pasó con él?
-Hasta dónde yo sé, Mikhail ordenó que se le cazara. Gregori Daratrazanoff fue quién le mató_recargó su cabeza sobre el hombro de ella. Revivir tales matanzas era algo complicado para él_La familia Dubrinsky siempre le ha tenido confianza a la familia Daratrazanoff y su opinión sobre ellos hasta el día de hoy no ha sufrido ningún cambio. Mikhail pensaba que el mejor para tomar el mando luego de que su padre hubiese fallecido, era uno de los dos gemelos oscuros: Gabriel o Lucian, debido a que eran los más antiguos y sabios de nuestra raza, pero ambos se negaron. Creían que Mikhail era el más indicado para la tarea de ser príncipe aunque él decía que no se sentía preparado para tal responzabilidad_Cesó su amarre de la cintura de ella y cogió una de sus manos entre las suyas para a continuación abandonar la habitación. Comenzaron a caminar sin rumbo fijo a través de los intrincados pasillos de aquella gran casa_Aquella noche me encontraba junto a Julian Savage escuchando la conversación que sostenían Mikhail, Gregori, Lucian y Gabriel. Ambos éramos muy curiosos en verdad, pero no era tanto por la conversación que nosotros nos acercamos a espiar sino que era para ver más de cerca de a los hermanos Daratrazanoff, en especial a los gemelos.
-¿Ah sí? _Dejó escapar Skyler sin dar crédito a lo que oía, sabiendo que Dimitri y Gabriel no se llevaban muy bien que digamos.
-El que tu padre y yo no nos llevemos bien es un asunto del presente y no del pasado, pequeña_por el tono con el que lo dijo pareció una reprimenda_ Gabriel y Lucian eran leyendas entre nuestra gente, los mejores cazadores que los carpatianos hayan tenido jamás, venerados y temidos al mismo tiempo. Desde siempre los Daratrazanoff han tenido ése efecto de temor instantáneo en los demás, en especial en los niños y principiantes, y siendo yo un jovencito en ése tiempo solía temerles pero a la vez despertaba en mi una profunda admiración y respeto hacia ellos.
-¿Les tenías miedo? _Skyler trató de no sonar sorprendida, pero no le resultó. No se imaginaba a su compañero tenerle miedo a su padre y a Lucian. Su imaginación no daba para tanto.
Dimitri sonrió
-Es humillante pero sí, solía temerles. Parecían el más puro poder materializado en una persona, Gregori también adquirió esa herencia por lo que pude apreciar en la celebración navideña y Darius al parecer también_su mirada se volvió de pronto sombría_ La guerra empezó al poco tiempo luego de que oímos esa conversación con Julian. Nunca había visto tal crueldad en los humanos, tal necesidad de matar, la sed de sangre y de poder al igual que los vampiros. Sufrimos una gran perdida, muchos de los nuestros perecieron y cada una de las imágenes de tal violencia quedaron en nuestras vidas para siempre. Luego de eso, logré descubrir que yo poseía la marca de violencia en mi alma, la marca de un cazador y por eso comencé a entrenarme duramente durante años poco tiempo después de que hube perdido los colores y las emociones. Me enviaron a Rusia y desde entonces he pasado mi vida aquí.
La adolescente era consiente de como los dedos de él presionaron con mayor fuerza los de ella mientras iban caminando de la mano.
-Y tu gusto por los lobos, ¿Desde cuándo lo adquiriste?_preguntó mientras bajaban la escalera.