Bueno chicas este es mi ultimo post por ahora porq mañana me voy a primera hora. Se me portan bien, las quiero mxo, se me cuidan harto y aqi les dejo mi regalo de despedida. :emot003: :emot003: :emot003: :emot003: :emot003:
Capítulo 3
- Gabriel porfavor dime algo, lo que sea.
Francesca observaba a su compañero apoyado contra la pared junto a la ventana con su mirada perdida hacia el exterior. No había dicho una sola palabra desde que su compañera se le hubo acercado luego de calmar a su pequeña hija, Támara. Parecía no estar presente sino completamente absorto en sus propios pensamientos.
No te preocupes mi amor, estoy bien. Ven a mi, necesito abrazarte. Francesca dio un paso seguro hacia su compañero al escuchar su voz aun siendo por vía mental. Gabriel estaba triste, podía percibirlo fácilmente pero él se negaba a admitirlo. Siempre haciéndose el fuerte, como todos los cárpatos.
- Ten cuidado con lo que piensas, Francesca_la cogió del brazo y tiró de ella apoyándola contra su cuerpo, para luego rodearle la cintura con sus brazos_ Puede haber represalias por esa osadía.
Francesca le inclinó el rostro y le besó con suavidad
- No creo q estés en condiciones de hacer nada en mi contra, Gabriel_le acarició el pecho cariñosamente y luego sintió los labios de su compañero en lo alto de su cabeza_ Estás pensando en nuestra hija, ¿verdad?
Gabriel dejo escapar un hondo suspiro y su mirada se dirigió nuevamente hacia la ventana.
- Cuando te encontré, después de que había perdido la esperanza y que además tenía que darle caza a Lucian, verdaderamente sentí que se me estaba dando una oportunidad aun con todas las vidas que cobré siendo cazador. Hice tanto mal como un demonio. Mis manos estaban manchadas con la sangre del no-muerto, pero tú me ayudaste a limpiar toda la inmundicia de mi ser, Francesca. Me guiaste en aquella oscuridad que me sofocaba y envolvía cada interminable día, con sólo a ese demonio que cada cárpato posee en su interior como único acompañante en un mundo en donde no existe nada mas que la desesperación_ inclinó para besarle la frente y luego, le levantó la barbilla para obligarla a mirarlo_ Aún me siento un tirano por la forma en como te uní a mi, amor. Fui egoísta y hasta el día de hoy he querido hacer algo para compensar aquello, pero no se me ha ocurrido nada. Como tú compañero mi deber es asegurar tu felicidad y bienestar al igual q a nuestras hijas. Skyler fue la primera en llegar a nosotros. Toda su alma estaba inmersa en un mundo de sombras y dolor, necesitaba el amor, apoyo y calor de una familia. Me siento como si fuera su padre, Francesca, aunque en el fondo sé que no lo soy y que nunca lo seré, pero la quiero demasiado. No deseo que nos abandone a tan corta edad, pero......Dimitri la necesita mas que nosotros.
Francesca se sorprendió al oír eso. Gabriel jamás habría dicho una cosa así, ella lo conocía bien.
- Pues lo dije, Francesca y no tienes idea cuánto tiempo me tomó asumir eso.
- Gabriel_susurró su nombre con las lágrimas quemándole en la garganta y detrás de los párpados
- No, Francesca, tú tenías razón. Lo que yo hice contigo fue imperdonable, no te di ninguna opción, sino que te tomé egoístamente casi como si hubiera abusado de ti.
- Pero, Gabriel_Gabriel le puso un dedo en los labios para que guardara silencio
- Yo fui quién guió a Dimitri para que encontrara a Skyler, lo hice desde aquel día en que le regalamos aquel lobo de felpa. Aunque al principio me enfurecí conmigo mismo por lo que causé, terminé comprendiendo, que no importa lo que haga o cuánto tiempo lo niegue, ocurrirá Francesca, Dimitri completará la conversión y unirá a Skyler a él_Gabriel siguió el contorno de las mejillas de ella suavemente mientras le sonreía ligeramente_ No podemos perderle. Dimitri ha estado solo prácticamente toda su vida. Nadie supo de él por siglos desde que le asignaron como territorio a Rusia. No tuvo apoyo de los suyos y mataba sin ayuda, es por eso que el llamado del poder y la mancha negra, se han extendido por su alma mas rápidamente de lo que se esperaba. Ha crecido en fuerza hasta el punto de hacerse indetectable ante los demás_Gabriel le cogió ambas manos entre las suyas y le plantó suaves besos a ambos_ De todos nosotros, Dimitri es quién ha actuado más honorablemente además de mi hermano, Gregori y Dayan. Los cárpatos conocemos muy bien la soledad, la existencia vacía y estéril, estar sin una sola esperanza esperando a nuestra compañera. Dimitri ya la encontró, pero él pudo haberse aprovechado en aquel instante cuando Skyler y Alexandria fueron atacadas, para unirla a él y poder salvarse, aún así, no lo hizo. Le dio prioridad a ella, al trauma de su pasado que le aquejaba, dándole tiempo para que ella sanara junto a nosotros y así poder ir a él por su propia voluntad y eso, además de un regalo, es un enorme sacrificio cuyo precio puede ser la perdición para ambos.
- Gabriel_Francesca le abrazó por el cuello tratando de darle un consuelo_ Estoy tan orgullosa de ti y créeme que no me arrepiento de que tú seas mi compañero_ acercó su rostro para poder besarle, mientras se aferraba con más fuerza a él_ Olvida el pasado o como me uniste a ti, lo que importa es que estamos juntos y que tenemos una familia de que preocuparnos. Eres un hombre, esposo y padre maravilloso, no te cambiaría por nada y sé que Skyler al igual que Támara, aún siendo una bebe opinan igual. Me haz hecho la mujer más feliz del mundo en todos estos años y sé que Dimitri hará lo mismo con Skyler. Ambos se necesitan mutuamente al igual que tú y yo, mi amor. No pienses que ella se irá para siempre o que la perderemos, porque nunca será así. Te amo, Gabriel
Gabriel le sonrió mientras inclinaba su rostro hacia ella
- Por toda la eternidad_susurró contra su boca antes de atraparle los labios con los suyos y poder besarla como tanto necesitaba. La atrajo contra él para luego levantarla del suelo como si no fuera más que una niña y comenzar a dar vueltas con su mujer en los brazos. Nunca se aburriría de ella ni tampoco dejaría de amarla cómo lo hacía. Ella era su mundo, su vida, el mismo aire que respiraba, pero sobretodo; su luz
Desde el exterior de la puerta que se encontraba entreabierta, Skyler observaba sonriente a sus padres adoptivos. Tenía unas locas ganas de entrar a abrazarlos a ambos, pero prefirió guardársela para otra ocasión con tal de no arruinarles el momento. Cerró la puerta silenciosamente y luego se encaminó por el pasillo hacia la biblioteca. A lo largo de su vida había aprendido muchas cosas sin que nadie se las enseñara. Las horribles experiencias dieron como resultado una madurez muy temprana, pero nada de eso le ayudó para dejar atrás su pasado. Luego de que Francesca le hablara sobre los compañeros, jamás se volvió a sentir segura. Vivió por mucho tiempo con miedo de que un hombre la hallase y se la llevara con él. Lo único que quiso era no tener un compañero y fue lo primero que se le dio. Ahora tenía a un cárpato sufriendo por su propio dolor y completamente desesperado por ella ya que era la única salvación para su alma. Skyler suspiró mientras se llevaba una mano a la frente. La vida volvía a meterla en un problema de tamaño colosal y lo peor de todo es que quién tenía la última palabra era ella.
Con ambas manos la adolescente abrió ambas puertas de madera de par en par llegando a una enorme habitación, con alfombrado rojo tierra y con estantes abarrotados de libros que iban del suelo al techo cubriendo tres de las cuatro paredes del lugar. Skyler cerró las puertas de este y se encaminó al primer estante buscando algún libro para entretenerse un rato.
¿Cómo era posible que Dimitri la quisiera a ella y no a otra?. Él tenía todo para que cualquier mujer se arrastrara suplicante a sus pies. Una hermosa voz hipnótica, un físico envidiable, un atractivo natural y aquellos singulares ojos azules glaciales que le quemaban y enfriaban la piel al mismo tiempo cada vez que le miraba, pero no, él decidió irse por la presa más difícil y con más defectos que incluyen, además de tener un cuerpo con tantas cicatrices como en un accidente automovilístico, una mente llena de traumas como un demente y lo más importante, se le fue despojada de su virginidad.
Te agradezco que pienses eso de mí, pero no permitiré que te trates de esa manera, cariño. Skyler se sobresaltó y se colocó una mano en el corazón para tratar de tranquilizarlo. Iba a mil por hora o más. Quieres dejar de asustarme de esa manera. Cada vez que haces eso siento que el corazón se me va a salir del pecho. Dimitri se rió despreocupadamente en su mente. Eso no pasará, pequeña, nunca lo permitiría. Ahora deseo que me expliques porque estás pensando aquellas cosas absurdas sobre ti. Skyler cerró su mente a él y cogió el primer libro en dónde su mano había quedado. No deseaba darle explicaciones. Dimitri notó la barrera que había puesto para él, pero aunque era fuerte jamás le superaría. Estoy esperando, Skyler y créeme que tengo todo el día por si no deseas responderme en este momento. Skyler se dejó caer en el sofá de cuero negro justo en el centro de la habitación con el libro entre sus brazos. ¿Quedarás satisfecho si te contesto?
Por supuesto
Pues simplemente porque es la verdad, Dimitri. Soy una persona muy difícil y es lo que tú no quieres entender. Dimitri guardó silencio unos minutos pero a ella se le hicieron eternos. Me saliste bastante testaruda, pequeña. Skyler se ofendió. Le estaba invirtiendo los papeles cuando el testarudo era él. Cuando entenderás que para mi no hubo, no hay y no habrá otra mujer además de ti. Aquello fue una afirmación sincera a la cual Skyler puso su total atención. Sólo te deseo a ti, pequeña. Si te tengo, no necesito nada más. Skyler bajó la mirada, jugueteó con sus dedos y luego se abrazó a sí misma como si de pronto tuviera mucho frío. Tú me necesitas, pero no me deseas, Dimitri. Jamás me desearás por como soy.
¿Estas segura de lo que dices?. Skyler dejó escarpar un jadeo de sorpresa al sentir los dedos de él, acariciándole lenta e íntimamente las mejillas, bajando por su línea vulnerable de su garganta y deteniéndose en el valle que separaba sus pechos, haciendo que el calor se propagara por todo su cuerpo al igual que un incendio. Dimitri realmente era increíble si era capaz de hacer eso aún estando a kilómetros de distancia en otro país. Skyler trató de respirar. Él nunca le había tocado de esa manera, pero lo más extraño de todo era que no le desagradada su toque ni sentía repulsión como le ocurría con casi todos los demás, sino más bien, su cuerpo lo anhelaba con desesperación, casi como una necesidad primordial. Dimitri, porfavor. Mi cuerpo está completamente envuelto en horribles cicatrices que te espantarían si lo vieras.
¿Crees que eso me importa?. Yo puedo arreglarlas sin mucho esfuerzo cuando completes tu conversión a cárpato. Y no tienes idea de cuánto me deleitaré haciéndolo cuándo seas mía.
Todo el cuerpo de Skyler reaccionó con una sacudida ante sus palabras, que sin duda alguna era una promesa no muy lejana. Le estaba seduciendo como nadie lo había hecho antes. Se observó ambas manos, con las palmas hacia arriba, recordando aquel día en que Dimitri se las había sanado por la sangre del vampiro que le salpicó a la piel, quemándola como ácido. Después de casi un año, aún podía sentir su lengua moviéndose eróticamente sobre sus manos, aliviándole el dolor y el picor de las quemaduras, anhelándole por primera vez después de haberle conocido.
Un hermoso recuerdo sin duda, pequeña, que estaría encantado de repetir
Skyler se llevó ambas manos a los ojos tratando de no dejar que sus lágrimas le traicionasen. Dimitri no podía hablar en serio. Sólo lo decía para hacerle sentir mejor. Él jamás le querría y le desearía como mujer. A veces miraba a Gabriel y Francesca, lo felices que ambos eran y todo el amor que sentían el uno por el otro, y su corazón anhelaba fuertemente una felicidad y amor como esos aún sabiendo que para ella eso era imposible. Ella no se sentía además como la mujer que Dimitri desearía habiendo sido degustada por tantos otros en el pasado. Para mí sigues siendo pura, Skyler. Tú no elegiste entregar tu cuerpo a esos cretinos que están en el infierno. Eras una niña y tú padre era el que te vendía como un objeto de diversión a quiénes no lo merecían. Pero ahora eres libre, pequeña y tú cuerpo me pertenecerá cuando estés lista al igual que el mío te pertenecerá sólo a ti, para siempre. Skyler logró sonreír aún con la pena envolviendo su corazón. Se limpió las lágrimas con el dorso de su mano y decidió sacarle algo a Dimitri, tratando de dejar el pasado atrás y ser verdaderamente una mujer que desea ser amada y deseada como cualquier otra. Ese era uno de los primeros pasos que necesitaba para sanar. ¿Lo dices en serio, Dimitri?
Tan en serio como sé que yo soy tú compañero. Skyler se mordió el labio y Dimitri se llenó de una dicha incomparable al percibir lo cómoda que se sentía ella conversando con él. ¿Me deseas?. La risa de él se dejo escuchar en cada rincón de la mente de ella y Skyler no pudo evitar ceder a su sentido del humor. Veo que sigues sin confiar en mi, pequeña. Cuando digo algo, siempre es en serio y si no me crees tendré que recurrir a otro método más explícito si mis palabras no son suficientes para ti.
¿Y cuál sería?
Desde que té vi por primera vez, no he dejado de pensar en ti un solo instante incluso en sueños. No tienes idea todas las cosas que deseo hacerle a tu cuerpo, pequeña. Es imposible no imaginar aquel momento en el que tú y yo estemos juntos y seamos un solo ser en cuerpo, mente y alma.
Skyler se levantó del sofá sobresaltada. Le hacía falta su lobo de peluche en ese mismo momento para aliviar a su pobre corazón. Se sobó los brazos a sí misma, pero luego, sintió que otros brazos le rodeaban la cintura dándole calor y alivio instantáneos. ¿Fantaseas conmigo, Dimitri?. Le dijo ella sin poder creérselo. La pregunta verdaderamente debería ser cuándo no lo hago. Además como no hacerlo si eres la cosa más hermosa que he visto en toda mi vida y te quiero, pequeña, con aquellos defectos que dices y todo. Te quiero y te deseo al mismo tiempo y si no me crees puedo mostrarte todas las fantasías que tengo guardadas en mi mente, pero te advierto que no son pocas. Skyler se sujetó del respaldo del sofá para no caerse y un rubor apareció ligeramente en sus mejillas de sólo pensar en lo que él tenía en su mente. Que él compartiera esas imágenes con ella era francamente una tentación, pero no sabía si estaba lista para ello. Te creo, Dimitri, no te preocupes. Sintió los labios de él en su frente, lo cual debilitó sus piernas hasta que las sintió como si fueran de goma. Gracias por confiar en mi, Skyler y también te agradezco el beso. Ahora podré resistir todo el tiempo que sea necesario. Dimitri cortó la comunicación bruscamente y Skyler se desplomó sobre el sofá sintiendo el mismo vacío de hacía una noche cuando su compañero se hubo marchado de regreso a su país. Se recostó en el sofá, sujetando el libro entre los brazos y una lágrima se deslizó por su mejilla cayendo sobre la alfombra que cubría la habitación.
- Dimitri_ susurró su nombre y su mirada se dirigió a la ventana en cuyo exterior pequeños copos de nieve caían de cielo cubriendo el paisaje con su blanco manto anunciando que el invierno estaba llegando y que muy pronto lo tendrían sobre ellos.
bueno eso es todo, espero encontrar mxos post cuando vuelva. Las extrañare mxo, nos vemos el domingo si Dios quiere. Adios, les quiere mxo Darky :emot008: :emot008: :emot008: