Bueno, mientras esperamos que arreglen el problema de los caps desaparecidos, les colocare este adelantito. Es pequeño, lo lamento pero no he podido sacar mas tiempo para escribir. Estamos con la cuenta regresiva en la Universidad y se me vienen todos los examenes finales encima:
Continuación del cap 25:
Dimitri comenzó a respirar agitadamente. No sabía porque de pronto se sentía tan perturbado después de ver la imagen de ésa niña. Era extraño. Nunca había visto a ésa niña en su vida y aún así su mente le había traído una respuesta. Una respuesta salida de su propia voz. Rosie la había llamado.
Al volver a recordar ése nombre, Dimitri volvió a sentir el horrible dolor de cabeza de unos instantes pero ésta vez mucho más fuerte. Pronto, comenzó a escuchar débiles susurros en su mente que poco a poco comenzaron a aclararse ya convertirse en sonidos comprensibles.
-¡Dimitri mira que bonitas flores! ¿Podemos recoger algunas?_preguntó una voz dulce e infantil como la más fina melodía.
-Las que tú quieras, cstiri_respondió una voz masculina. Su voz.
La niña corrió hacia él y le cogió la mano entre sus pequeños dedos y tiró de ella.
-Vamos rápido. Quiero muchas para dárselas a mami.
-Tranquila, Rosie. Estás muy ansiosa y no quiero que te tropieces y te caigas.
-No me caeré_la niña le hizo un puchero_No soy tonta
-Claro que no lo eres. Nunca lo has sido.
El diálogo cambió a otro súbitamente.
-¿Dimitri?
-¿Qué sucede, cstiri?_preguntó él mirando a la pequeña que estaba con sus grandes ojos azules vidriosos.
-Tengo miedo, ¿puedo dormir contigo?_preguntó ella sollozando, con un oso de peluche entre sus brazos
Él se sintió a si mismo sonreír e inclinarse, cogiendo a la niña entre sus brazos antes de lanzarse a la tierra junto a ella. La recostó sobre él, apoyándola contra su pecho, estrechándola con sus brazos. Le dio un beso en la frente y acarició sus rizos.
-No tengas miedo, Rosie. Nadie va a hacerte daño nunca. No mientras yo esté aquí.
La niña le acarició el pecho con sus pequeñas manos.
-¿Nunca vas a dejarnos, Dimitri? ¿Siempre estarás para mí y para mami?
-Si, mi pequeña. Siempre. Ahora descansa. Duerme tranquila y en paz. Ten sueños hermosos. Te quiero, Rosie.
La niña cerró sus ojos y susurró antes de dormirse:
-Yo también te quiero….hermano.
-No…_Dimitri susurró y se cubrió la mirada con una mano. Esto no era cierto. No podía ser verdad. Él no tenía una hermana. Nunca había tenido una. Él había sido hijo único.
-Dimitri…_Skyler movió la cabeza preocupada y sin soportar un segundo más le obligó a quitarse la mano de sus ojos, para luego cogerle el rostro entre sus dedos cálidos, obligándole a mirarla_ ¿Que sucede? ¿Por qué te pusiste así de repente?
Dimitri le miró sin poder decir nada. Y además, ¿Qué iba a decirle? ¿Qué había escuchado en su mente la voz de una niña que le había llamado hermano cuándo él sabía a la perfección que nunca había tenido una hermana? No, esto solo tenía que ser producto de su imaginación y del estrés, al no haber dado aún con el vampiro que no lo dejaba en paz. Él nunca tuvo una hermana. Era imposible.
Dimitri suspiró, ahora más relajado y se inclinó para besar a su compañera.
-No es nada, pequeña. Descuida_le aseguró con una sonrisa_ Lamento si te preocupé.
Skyler parpadeó. Algo en Dimitri andaba muy mal. Ella le había visto. La perturbación en su rostro como si hubiera visto algo que no debería haber visto jamás. Profundamente en su alma supo que él le estaba mintiendo para no preocuparla, sin embargo con todo el asunto de su madre, de los lobos y del maestro vampiro que le asediaba decidió que lo mejor era reservarse sus interrogantes para una ocasión más óptima. Ahora no era el momento de hacerle preguntas.
-No vuelvas a hacerme eso_susurró tratando de no sonar preocupada_Me diste un buen susto _ le dedicó una de sus mejores sonrisas antes de levantarse del sofá para recoger el pendiente. Era muy hermoso y perfectamente hecho. No había un solo error en él.
Dimitri se levantó igualmente del sofá y se arrodilló a un lado de Skyler para poder rodearla con sus brazos.
-¿Realmente es el pendiente de tu madre, Dimitri?_preguntó ella sin dejar de mirar el bello objeto.
-Así es_le respondió él con voz ronca y cansada_No hay duda de que es el mismo.
-Es increíble. Aún no pudo creer que un vampiro lo haya tenido. Y ¿dices que estaba dentro del lobo? ¿A quién mataron ahora?
Dimitri le besó la frente y suspiró con melancolía.
-A Agramon. Era el líder de la manada que cuida la zona al suroeste de Rusia. Sus compañeros están muy tristes por su pérdida _ al igual que él. Aún parecía como si hubiese sido ayer cuándo recogió a Agramon por primera vez siendo solo un pequeño cachorro y ahora…estaba muerto, pero él sería vengado, así como los otros. Entonces sus ojos se deslizaron por el cuerpo de su compañera por primera vez minuciosamente. Todo rastro de cortes o heridas del horrendo episodio de hace unas horas había desaparecido completamente. Francesca verdaderamente era una sanadora asombrosa. Fue entonces que recordó…_A propósito, como regresaste.
No fue una pregunta. Él la había dejado a cargo de Francesca porque Skyler lo había querido así, aunque recordaba perfectamente lo furioso que estaba cuándo lo hizo porque no quería dejarla sola.
Skyler había vuelto, pero producto de la excitación y el deseo que nublaron completamente su mente se había olvidado por completo de ver si estaba bien y de preguntarle como había llegado.
-Tiberius me trajo_dijo sin inmutarse y si arrepentimiento. Aún estaba disgustada con todos, incluyendo con su propia familia, algo que nunca creyó que sucedería_Iba a venirme sola, pero Tiberius se ofreció a traerme y acepté.
-Y porque no lo hizo alguien de tu familia_No era que estuviera celoso de Tiberius, pero le pareció extraño que nadie de su familia se haya ofrecido a traerla por su seguridad. Además, él no recordaba tampoco que ella le hubiese llamado para recogerla.
Skyler suspiró molesta y se acurrucó aún más contra él.
-No quiero hablar de eso.
Dimitri entonces frunció el ceño al captar el enojo en la dulce voz de su compañera, algo que no ocurría muy a menudo.
Silenciosamente, cuidando de que ella no se percatara de su invasión, Dimitri comenzó a revisar los últimos recuerdos de su compañera antes de que regresara a su lado. Quería verlo todo, sin que un solo detalle se le escapara.
Habían pocas cosas que lograban enfadar a Skyler, él lo sabía, y tenía curiosidad de saber que había sucedido como para enfadarla tanto.
Entonces lo vio.
A él casi se le queda la respiración atragantada en la garganta. Era la primera vez en toda su vida que veía a Skyler tan enfadada y decidida a enfrentarse a un grupo de carpatos junto a sus compañeras, incluyendo su propia familia.
Vio la determinación en su hermoso rostro, escuchó su dulce voz convertida en un sonido autoritario y completamente furioso. Todo vestigio de dulzura y humanidad había desaparecido de ella y solo había quedado el instinto de defender a su compañero. Y lo había hecho sin medir las consecuencias, sin un solo gramo de piedad.
Interiormente Dimitri supo, solo supo, que debía estar enojado con ella por haber revelado aquello que le pidió escuetamente que ocultara del resto para no poner a nadie en peligro, sin embargo, el orgullo y el amor que rodearon su corazón fueron más fuertes que el propio disgusto.
Lo lamento por lo poquito en serio. Les debo mas emot024 emot024 emot024 emot024 emot024