Siguiente trozo, avanzamos rápido!!!!!!!!!!!!!!!!! emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
Continuación, la mitad del cap
-Maldito seas_murmuró Dimitri entre dientes apretados cuándo terminó de leer el pequeño papel.
Ese tonto poema no le decía absolutamente nada acerca de la localización del lugar en dónde se encontraba el vampiro porque ¡estaba en clave!
Dimitri tomó aire e intentó repasar en su mente lo leído hasta el momento. “Si al cabo de cinco lunas…” Cinco lunas. Si se consideraba en términos de rotación terrestre, cinco lunas debían simbolizar cinco noches, pero ¿y el resto?
Aún rondaba por su cabeza lo de la rosa del mar. No sabía porque se le hacía tan familiar. Como su ya lo hubiese escuchado en otra parte, pero que, sin embargo, seguía careciendo de sentido para él.
Dimitri, Tiberius y Stanislav permanecieron en silencio mientras el hombre de los Cárpatos de los ojos azules intentaba resolver la encrucijada.
Skyler observó a la multitud y decidió dejar de permanecer quieta. Necesitaba moverse, abandonar la estancia un rato y tomar aire.
Motivada por una energía extraña, Skyler se bajó del mesón en el cuál estaba sentada y abandonó la estancia, no sin antes decirle a su madre que iría a dar una vuelta por el local sin alejarse demasiado. Francesca no hizo más preguntas al respecto y le permitió marcharse ya que habían suficientes Cárpatos en el lugar para proteger a media ciudad. Ella estaría bien.
Skyler se movió ágil y elegantemente por la multitud sin importar si tocaba a las personas mientras lo hacia. Ya no le causaba repulsión tocar a las personas porque era capaz de bloquear sus pensamientos sin mucho esfuerzo.
Abandonó la estancia cruzando la puerta y se dirigió al salón contiguo el cual estaba vacío, a excepción de unas cuantas mesas y sillas apiladas en un rincón de la habitación evidencias de alguna celebración pasada.
La adolescente caminó por el salón hacia una de las ventanas para abrirla y dejar que el aire fresco y frío de Moscú ingresara para aliviar su tensión acerca de su compañero y de la situación que estaba teniendo que pasar.
En éstos momentos era cuándo le gustaba ser carpatiana. El poder regular la temperatura de su cuerpo le hacía soportable recibir el aire frío de golpe junto con la nieve que arrastraba sin congelarse.
Sus ojos se movieron por el exterior escaneando los alrededores.
El local estaba ubicado junto a un bosque en la ciudad de Moscú. Increíble que hubiera un bosque en Moscú siendo que ésta era una ciudad.
La noche estaba más sombría de lo acostumbrado. Debido a la nieve, el cielo estaba cubierto por espesas nubes negras que impedían vislumbrarse a las estrellas.
Skyler se dio vuelta de repente al sentir el sonido de unos pasos justo dentro del salón dónde se encontraba. Su mirada aterrada vagó sin rumbo por el lugar buscando valor en alguna parte de su cuerpo para moverse.
No dejó una sola palabra salir de sus labios mientras continuaba su exploración. No había nadie. Solo estaba ella.
Skyler suspiró entonces más tranquila y cerró la ventana. Ya estaba más relajada ahora. Dimitri de seguro estaba bien. No tenía porque seguir preocupándose por él. Rápidamente, dio media vuelta y se dispuso a abandonar la estancia, cuándo entonces, a dos metros de llegar a las puertas, éstas se cerraron con un estrepitoso golpe dejándola encerrada.
La adolescente jadeó en respuesta y se dispuso a girar la manilla para abrir la puerta, dándose cuenta con horror que estaba cerrada con llave y no podía abrirla.
El sonido de pasos que había escuchado hace unos instantes volvió a aparecer, pero ésta vez con más fuerza y justo a sus espaldas.
Skyler soltó la perilla, incapaz de pedir ayuda de tan asustada que estaba y tragando saliva se dio media vuelta para enfrentar lo que fuera que estuviese tras ella. Cuándo sus ojos se encontraron con aquel que había ocasionado el ruido, dejó escapar un suspiro de alivio.; Dimitri estaba al otro lado de la habitación, dándole la espalda a la ventana en la que hace unos cuántos segundos ella había abierto.
-Muy gracioso, Dimitri _ dijo ella con un ligero enfado en la voz_Casi me matas de un susto. ¿Cómo se te ocurre aparecer de esa…._su voz se cortó al notar algo extraño. Dimitri vestía una especie de vestimenta antigua, de ésas del viejo mundo y con una capa negra que caía por su espalda hasta tocar el suelo_ ¿Porque estas vestido así? ¿Se puede saber que sucede?
Dimitri no respondió, simplemente se quedó ahí, alto y erguido manteniendo el contacto visual con Skyler sin perderla de vista.
Skyler rechinó los dientes y se cruzó de brazos.
-Dimitri ya basta. Si lo que intentabas era asustarme, ya lo has conseguido así que déjate de juegos _avanzó unos cuántos pasos hacia él_Te estoy hablando, ¿Qué acaso no me…_entonces la respiración se le quedó atascada en la garganta cuándo se dio cuenta de un detalle que ésta vez le heló la sangre. Dimitri tenía los ojos unos fríos y ardientes ojos glaciales azules, pero éste hombre que se veía casi igual a su compañero tenía los ojos negros mezclados con un rojo despiadado y cruel.
Skyler entonces dio un paso atrás, su rostro era de puro terror. La marca de nacimiento a un lado de su abdomen comenzó a arder tan fuerte que parecía que se estuviera quemando y su rugido estridente era algo que jamás había escuchado en su vida. Esto solo significaba una cosa.
-Tu no eres Dimitri _ dijo casi en su susurro_ ¿Quién eres?
El hombre, quién quiera que fuese, le sonrió de manera despiadada a Skyler y entonces flotó en el aire, disolviéndose hasta convertirse en una figura negra amorfa. Ésta dio una vuelta en el aire antes de lanzarse contra Skyler, atravesando su cuerpo como una lanza, para luego desaparecer por las rendijas de la puerta.
Los ojos de Dimitri se abrieron de par en par al sentir como Skyler se había comenzado a debilitar poco a poco, su alma se estaba alejando de la de él. Algo le había pasado. ¡Pequeña! ¿Qué sucede, amor? ¿Estas bien? Ella no le respondía. Dimitri intentó ver a través de sus ojos y solo vió fragmentos de cristal empapados en sangre.
-Tengo que regresar_dijo en un susurro antes de moverse con rapidez sobrenatural en dirección al bar dónde su compañera se encontraba
-¡Dimitri, espera!_le gritó Tiberius quién se dispuso a seguirlo cuándo observó que al golpear con su pie al lobo, algo había caído de su interior.
Tiberius frunció ligeramente el ceño y se inclinó para recoger el objeto empapado en sangre.
-¿Qué demonios es esto?_se preguntó mientras lo observaba.
La figura negra atravesó el salón dónde los Trovadores Oscuros estaban tocando, provocando una ráfaga de aire que alteró a los presentes y luego, salió hacia el exterior por la puerta que de pronto se había abierto de golpe, desvaneciéndose en la noche.
Los ojos de todos los carpatianos se abrieron de golpe cuándo sintieron la presencia del vampiro atravesar el salón.
A su alrededor las personas se preguntaban unas a las otras que había sucedido mientras volvían a tomar asiento en sus lugares.
Gabriel surgió con Lucian de un rincón y se reunieron con Francesca y Jaxon. Darius abandonó su puesto para acompañarlos al igual que Julián.
-Lo sintieron _ no fue precisamente una pregunta la cual realizó Gabriel a los presentes. Sus ojos negros se movían de un lado a otro verificando que no haya habido ningún herido.
-Claro que sí _ afirmó Julian_Era imposible no percibirlo. La presencia era muy poderosa.
Lucian apretó los dientes con fuerza.
-También se movía muy rápido. Solo alcancé a ver cuándo cruzó el salón y se disolvió en la noche._su mirada se dirigió a su hermano_Posiblemente dejó un rastro de maldad a través del aire, podremos rastrearlo, Gabriel.
-Lo dudo _ dijo Darius al mismo tiempo que se cruzaba de brazos _ El viento cambiará el rumbo del rastro y los confundirá. Acabarán llegando a ninguna parte si lo siguen.
Gabriel entonces observó hacia dónde estaban Francesca y Jaxon
-¿Dónde está Skyler?
Fue entonces que el silencio fue reemplazado por unos gritos ensordecedores que resonaron en las mentes de todos los presentes, causándoles dolor y sufrimiento sin saber la razón. Gabriel se movió a velocidad sobrenatural entre la multitud al reconocer los gritos como los de su pequeña Skyler. ¡Skyler! ¡¿Dónde estas?! ¡Resiste pequeña ya vamos contigo! Le envió su amor y consuelo aún sabiendo que posiblemente ella no los tomaría en cuenta. Vio al interior de su mente y lo único que encontró fueron las escenas de cuándo su padrastro la atacaba cuándo era niña.
Francesca se movió junto a él a casi la misma velocidad con los ojos empañados en lágrimas mientras los desgarradores gritos seguían sonando al interior de su mente y casi al mismo tiempo, Jaxon y Lucian los siguieron.
Lucian ordenó a Darius y a Julian que se quedaran en el salón en caso de que esto solo fuera una distracción para otro cometido, aunque se temía lo peor.
Gabriel no tardó mucho en encontrar a Skyler en el salón contiguo. Abrió las puertas y lo que vio le heló la sangre.
Skyler estaba en el suelo retorciéndose de dolor como si la estuvieran torturando. Mantenía los ojos cerrados y se mordía el labio inferior con tanta fuerza que había comenzado a sangrar.
Ella gateaba, como tratando de alejarse de algo, ¿de que? No estaba seguro.
-¡Padre, por favor ya no me golpees!_rogaba ella mientras se cubría el rostro con ambas manos
Entonces, finalmente ella no lo soportó más y gritó. Francesca dejó escapar un sonido de espanto al ver que la ropa que Skyler usaba se había rasgado justo en la espalda, revelando un largo tajo que atravesaba su blanca piel como si acabaran de golpearla con un látigo. Su cuerpo se había arqueado y para ése entonces sus ojos grises dejaron escapar rojas lágrimas de dolor y sufrimiento.
-¡Por favor, padre ya no más! ¡No me volveré a resistir lo prometo!
Ella movió su rostro de un lado a otro sintiendo como su padre la golpeaba repetidas veces como solía hacerlo siempre cuándo se resistía a sus amigos o intentaba escapar. Sus manos se llenaron de cortes, al igual que sus brazos y piernas. Surgieron cardenales en su rostro como prueba de que lo que le estaba sucediendo era verdad y no una mera sugestión.
Su espalda se llenó de dos tajos largos de látigo que atravesaron diagonalmente el primero.
Lucian frunció el ceño e inmovilizó a Jaxon y a Francesca para que permanecieran afuera, evitándoles ver tal espectáculo. Francesca era muy sensible a las emociones y ver a su hija en ése estado posiblemente la mataría.
Gabriel se acercó rápidamente a su hija en cuánto salió de su estado de shock e intentó cogerla para sujetarla, pero en ése momento, una fuerza desconocida alzó a Skyler lejos de sus manos, dejándola momentáneamente suspendida en el aire para luego arrojar su cuerpo fuertemente contra la pared opuesta, cayendo sobre uno de los mesones apilados en el rincón.
¡Lucian! ¡No puedo acercarme a ella!
Lucian gruñó en voz baja mientras mantenía alejadas a Francesca y Jaxon que trataban de empujarlo para entrar ¡Porque no puedes, Gabriel!
¡Porque sea lo que sea que la esté maltratando no me deja acercarme! ¡Si doy un paso demasiado cerca de ella esa cosa la arrastrará lejos de mí y la arrojará contra la pared!
Gabriel se quedó inmóvil, incapaz de realizar cualquier otro movimiento por miedo a que esa fuera sujetara a su hija de nuevo y decidiera arrojarla hacia la ventana en vez de a una pared. Rayos, se sentía sumamente frustrado al ver que no podía hacer nada mientras veía como su hija era atacada y lo peor de todo, era que ni siquiera sabía que la estaba atacando.
¡Gabriel por favor retira a tu hermano! ¡Quiero ayudar a mi hija!
-Padre….por favor _ gimió de pronto Skyler bajito. Se apoyó en sus manos intentando ponerse de pie, pero entonces nuevamente fue alzada por los aires.
Esta vez se llevó ambas manos a la garganta como si algo la estuviera estrangulando y entonces fue arrojada hacia el extremo contrario en dirección a la ventana.
Las ventanas se abrieron de par en par y la figura de Dimitri surgió implacable en el salón justo a tiempo para atrapar en el aire a su compañera antes de que saliera disparada por en vidrio.
Skyler se retorcía en sus brazos intentando zafarse, pero Dimitri no deshizo la presión que ejercía sobre ella. Todo esto había sido culpa suya por dejarla sola. Veía con horror las múltiples heridas que tenía sobre su bello cuerpo. Las mismas heridas que hasta hacia unos días no eran más que cicatrices que estaba palideciendo y mejorando hasta desaparecer gracias a su poder
-¡No! ¡Por favor no le hagas nada! ¡Padre!_ella lloraba y sollozaba al mismo tiempo que estiraba la mano intentando alcanzar algo invisible_¡Mamá por favor no podemos dejarlo solo! ¡El abuelo lo matará!
Gabriel abrió los ojos de par en par al oír eso. Ella estaba hablando acerca de su infancia junto a Razvan. Cada vez su mente se estaba alejando más y más en su niñez.
-¡Papá, yo no me voy sin ti! ¡Tú dijiste que me querías! ¡Yo también te quiero mucho, por favor ven con mamá y conmigo!
Gabriel apretó los dientes fuertemente dándose cuenta que su hija ya había tenido suficiente y Dimitri se dio cuenta de lo mismo. Él dejó que su mente vagara por la de su compañera y descubrió con una horrorosa sorpresa que ella estaba profundamente dormida, reviviendo todo como si fuera una pesadilla sin estar conciente.
Pero si ése era el caso, ¿Por qué estaba completamente herida?
Gabriel compartió sus recuerdos de Skyler con él sin pensarlo dos veces. El hombre de los Cárpatos de los fríos ojos glaciales apretó los dientes fuertemente, sintiendo un terrible dolor en su cuerpo al ver como ella se arrastraba por el suelo alejándose de lo que ella creía que era su padrastro. Siendo golpeada y maltratada por algo que no existía.
Entonces lo supo; ella misma estaba haciendo realidad los ataques que revivía en su mente al creer que eran reales ¡Pequeña, escucha! ¡Esto no es real! ¡Es solo una pesadilla! ¡Si tu crees que es real lo será y esto posiblemente acabe matándote! Sigue mi voz, mi amor. Síguela y regresa a mí. Regresa a tu mundo. Ésos no son más que recuerdos que no pueden hacerte daño si tú los ves como lo que son. Vuelve a mí, ya no estás sola, nunca estarás sola yo estoy contigo.
Las palabras flotaron a través de la mente de Skyler llegando a la zona central de éste, disparando una respuesta. Skyler dejó escapar un último jadeo de dolor y su cuerpo se apoyó completamente contra el de Dimitri, débil y sin fuerzas respirando entrecortadamente, intentando llenar sus pulmones con aire. Dimitri respiró por ambos incapaz de apartar sus brazos de ella para sostenerla contra su cuerpo, a salvo, para siempre. Los parpados de ella se alzaron revelando sus bellos y viejos ojos grises, despertándose de su sueño.
-¿Dónde estoy?_susurró ella sintiéndose espantosamente mal. Le dolía todo el cuerpo y apenas podía moverse.
Lucian, ya puedes dejar entrar a Jaxon y Francesca. Anunció Gabriel ahora sintiéndose aliviado de que la pesadilla hubiese terminado. Se acercó a su hija ahora que sabía que nada podría hacerle daño y se arrodilló frente a ella.
Skyler respiró entrecortadamente y fijó la vista en Gabriel.
-Papá…._susurró con una sonrisa en los labios.
-¡Skyler!_Francesca entró corriendo apenas Lucian se apartó de su camino y se lanzo hacia su hija, cogiendola en sus brazos, arrebatándosela a Dimitri.
Cuándo Francesca la abrazó, Skyler gimió de dolor lo que la obligó a apartarse de ella. Entonces, sus ojos grises chocaron con el cuerpo y las manos de su madre, las cuales estaban ahora empapadas en sangre.
Skyler gimió y se vio a si misma el cuerpo y los brazos descubriendo con espanto los diversos cortes y cardenales.
-¿Qué me sucedió?_preguntó con horror buscando respuestas en los ojos de sus parientes y familia quienes la evitaban como si estuvieran avergonzados_¡Por favor que alguien me lo diga!
-¡Dimitri!
Las miradas de todos se dirigieron hacia el extremo opuesto del salón en dónde la figura de Tiberius Bercovitz surgió de la nada. Con paso decidido y aire resuelto, Tiberius se movilizó hacia los presentes en el salón sin dejar de ver a su amigo, pero por un momento el contacto visual se perdió en Skyler. ¿Qué le había sucedido? Tenía marcas de feos cardenales en el rostro junto con su labio inferior que estaba sangrando, así como diversos cortes, y rasguños en los brazos.
Tiberius decidió entonces desviar la mirada de ella y evitar hacer preguntas. Dimitri parecía sumamente consternado y exhausto. Lo mejor era hacerle las cosas un poco mas llevaderas siendo que al parecer algo muy feo había pasado antes de que llegara.
Dimitri acarició el cabello de Skyler sin dejar de enviarle su calor, su amor y su consuelo para que se tranquilizara en lo que a sus heridas se refería. Tranquila, pequeña. Yo te daré las explicaciones que mereces pero no aquí, sino en privado y en la seguridad de nuestro hogar.
-¿Qué sucede, Tiberius?_preguntó el ojiazul con voz roca y cansada. Estaba exhausto y necesitaba sangre para reponerse y alimentar a Skyler también con ella.
Tiberius suspiró e introdujo una mano en el bolsillo para extraer el segundo objeto que había caído poco después de que él se marcho. Él se había tomado el trabajo de limpiar la sangre que había en el para que se viera bien.
-Este objeto también estaba dentro del lobo, Dimitri. Se cayó cuándo lo patee accidentalmente_dejó que el objeto se deslizara de su palma y colgara de su dedo_¿Significa algo para ti?
Los ojos de Dimitri se abrieron de par en par al ver el objeto oscilante que colgaba del dedo de Tiberius. No tuvo que pasar mucho tiempo antes de que lograra reconocerlo. Era un pendiente con forma de corazón de color plateado, lleno de pequeñas incrustaciones de diamante a excepción del centro que era ocupado por una enorme incrustación de esmeralda.
A Dimitri casi no le sale la voz debido a la impresión cuándo dijo:
-El pendiente de mi madre
Besos niñas emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 Opinen!!!!!