Trataré de avanzar mas rápido niñas, disculpenme, no se porque he andado tan lenta éstos días. emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
El sudor se comenzó a formar en su piel, prueba de que el calor les estaba consumiendo poco a poco.
Dimitri dejó un rastro con su lengua mientras subía hasta alcanzar el pezón de uno de los pechos de ella. Lo absorbió en su boca, saboreando la manera en como se endurecía al interior de su oscura cavidad. Sus manos no paraban de acariciar el cuerpo de ella. Todo era pura magia, pura belleza. Ésta era la manera en como tenía de expresarle todo lo que la amaba, todo lo que la necesitaba, agradecerle de que aún estuviese a su lado pintando su frío mundo de felicidad, alegría y risas.
Él volvió a tomar posesión de sus labios, ahogando sus gemidos mientras le besaba con desesperación. Aún no era capaz de creer que ésta pequeña mujer haya podido regresarle a la vida, que le haya entregado tanto en tan poco tiempo. Jamás la dejaría ir, jamás, la haría feliz por siempre, sabía que podía hacerlo.
Dimitri no esperó mas, cogió el cuerpo de su compañera por la cintura y la alzó para que ambos quedaran sentados frente a frente.
Sus dedos fueron tiernos cuándo acarició el delicado pómulo de ella. Skyler sonrió bajo su caricia con su mirada grisácea sobre la ardiente azul de él. Su cuerpo estaba temblando ligeramente de la pura anticipación, su respiración agitada no le ayudaba para poder hablar, pero sabía que esto no terminaba.
Dimitri sonrió cautivadoramente la atrajo contra su duro y caliente pecho, alzándola un poco para dejar sus labios a la altura de su cuello. Beso, lamió y raspó con sus dientes la suave piel de satén con aroma a rosas mientras ella jadeaba contra su frente y su cuerpo se movía contra él buscándole, anhelándole en su interior. Sentía la suave calidez que emanaba de entre sus muslos sobre sus piernas. No hacia otra cosa más que esperarle, le llamaba a estar en su interior como el hogar en dónde siempre sería bienvenido.
Su boca se trasladó hacia su oreja sin dejar. Sus dientes tiraron del lóbulo con toda la intención y entonces susurró con la misma sensualidad oscura y devastadora de siempre:
-Deseo que me montes.
Skyler gimió en respuesta a su petición. ¿Qué le estaba pidiendo? Ella no era una experta en esto sino una principiante. ¿Qué pasaba si hacía algo mal? o ¿Si a él no le gustaba?
Entonces escuchó la suave risa de él en su oído lo que le provocó un escalofrío que recorrió toda la longitud de su espalda.
-¿Eso es lo que te preocupa? ¿Qué no me guste? _ susurró él roncamente, excitado de solo imaginarse lo que vendría_Porfavor. Deseo verte, pequeña, todo tu hermoso cuerpo cabalgando sobre mí.
-Pero Dimitri…_gimió ella contra su hombro.
-Voy a ayudarte, Skyler. Confía en mí.
Skyler asintió, preocupada por lo que estaba a punto de hacer. No podía negarse o mejor dicho, no quería negarse. Dimitri siempre procuraba darle placer a ella antes de procurar darse a sí mismo. Él nunca le pidió nada ni le forzó a hacer algo en contra de su voluntad por eso sentía que era necesario esto. Ella quería cumplir su deseo.
Él comenzó bajarla centímetro a centímetro sobre su grueso y largo miembro, introduciéndose tan despacio en su cuerpo que ella casi enloquece por completo.
Skyler soltó un jadeó cuándo Dimitri estuvo completamente al interior de su húmeda y cálida intimidad. Su mirada descendió a los perfectos músculos de su abdomen, contraídos violentamente a causa de tanta excitación y espera. Dios, tenía que darle lo que deseaba.
Dimitri gruñó en voz baja mientras le mordisqueaba la clavícula del hombro derecho, calentando más y más su sangre al punto de que pareció lava fundida fluyendo por sus venas. Skyler gimió contra su oído para luego pasarle la lengua sobre la piel expuesta de su garganta dónde sintió su pulso acelerar más bajo su húmedo toque.
Dimitri gimió roncamente ante lo que ella estaba haciéndole, lo que estaba sintiendo en todo su cuerpo al tenerla unida a él como un solo ser. Estaba tan apretada y ardiente que ya no veía el momento en que las caderas de ella se movieran sensualmente sobre él. Prolongaría ése instante todo lo que pudiera ser capaz, maravillándose de cada milímetro de la piel de Skyler frente a sus ojos. Ansiaba sentirse dominado por ella, controlando la intensidad para ajustarla al placer que quería sentir.
La boca de él le volvió a devorar los labios mientras su cuerpo se inclinaba hacia atrás para recostarse, cambiando así de posición con ella, dejándola sentada con las piernas abiertas a ambos lados de él.
:emot008: :emot008: :emot008: :emot008: