-Despues de ti, pequeña_Dimitri le extendió la mano para ayudarle a avanzar a través del camino abierto y ella dejó q le ayudase.
Caminaron sólo 5 minutos y entonces, llegaron a aquel lugar abierto que se veía a través de los árboles.
Skyler se llevó ambas manos a la boca creyendo que iba a desmayarse ahí mismo. Dio un paso al frente acercandose al lugar y sus ojos se llenaron de lágrimas. Frente a sus ojos, cientos de lobos de distintas clases y colores corrían libres. Todos se veían fuertes, imponentes y sanos.
-No puedo creerlo_susurró ella y la mirada de Dimitri se desvió hacia su rostro.
Podía ver la emoción en su mirada, la alegría que sentía al ver a tantos lobos juntos en una sola parte, todo eso le llenaba de satisfacción. Mientras su compañera fuera feliz, él sería feliz. Al menos con eso podía decir que algo tenían en común: su pasión hacia los lobos.
Dimitri lanzó un silbido, las orejas de todos los animales se levantaron en el acto y sus peludas cabezas se giraron hacia donde había provenido el sonido.
-Venid aquí todos_ordenó él y los lobos instantáneamente corretearon hacia su amo.
Skyler se acercó a Dimitri un tanto nerviosa.
-Son....son.....muy bellos_Skyler suspiró mientras su compañero se agachaba para acariciar a uno de sus lobos. Entonces sintió como si algo le estuviese pasando por las piernas sobre la tela del vestido. Su mirada bajó y se encontró con un grupo no muy pequeño de esos animales holisqueandola por doquier. Asustada, dio un salto hacia atrás, pero antes de dar media vuelta e irse, unos dedos le rodearon la muñeca como firmes esposas impidiéndole escapatoria.
-No temas. Ellos no te harán daño.
Dimitri la arrastró de vuelta hacia la gran manada que ahora le miraban de manera confundida. Apenas ella estuvo junto a ellos nuevamente, los lobos se le acercaron y le acariciaron el cuerpo con sus cabezas.
-Dimitri_susurró su nombre con algo de miedo.
Él no pudo evitar lanzar una carcajada genuina. En todos sus años solo nunca se había sentido más feliz que en ese momento.
-Les agradas_le aseguró él_Ves como te acarician con sus hocicos, eso es un indicio de que les caes bien.
Skyler percibió la sinceridad en sus palabras y haciendo acopio de valor, se arrodilló en la nieve y comenzó a acariciar la cabeza peluda de un lobo de color gris. El animal se dejó acariciar, pero al rato caminó hacia Skyler y se hechó sobre las piernas de ella.
Dimitri apoyó la cadera contra un árbol y se cruzó de brazos disfrutando de lo que veía.
Skyler se veía muy feliz, dichosa y entretenida. Su sonrisa era cautivante, estaba tan llena de vida y no podía verse más hermosa que en aquel instante, rodeada de sus amigos, jugando con ellos, reconociéndolos y aceptándolos
-Pensaba que los lobos europeos eran algo.......peligrosos_confesó ella.
-Eso es sólo un mito. La gente no sabe verdaderamente como son debido a que los juzgan por su apariencia. Estos animales poseen una semejanza impresionante con los seres humanos, en especial con las mujeres.
Skyler cogió a un lobo cachorro entre sus manos. Se veía tan adorable que sin pensarlo dos veces lo estrechó contra su pecho justo sobre su corazón.
Dimitri observó el gesto con afecto, pero por dentro él daría lo que fuese por estar en el lugar del pequeño cachorro.
-Ese lobo que tienes, perdió a su madre hace algunos días. Ahora vaga solo con la manada y no tiene un apoyo.
-Yo puedo hacerme cargo de el_propuso Skyler aún sosteniendo a la pequeña criatura en sus brazos, brindándole el calor que no obtuvo de su madre. Sentía tanta pena por el ahora que Dimitri le mencionaba que había perdido a su madre. Le recordaba mucho a ella misma cuando niña y no quería que aquel animal pasara por un dolor similar al suyo_¿Me dejarías cuidarlo?
Dimitri movió la cabeza de un lado a otro pero no como un gesto de negación hacia la petición de su compañera y acto seguido se inclinó para darle un beso en la blanca mejilla de ella.
-No necesitas pedirme permiso para eso, Skyler. Todos estos lobos que estás viendo te pertenecen tanto como a mi_alzó una mano cuándo ella quiso protestar al respecto_Eres mi compañera, pequeña y como tal posees responsabilidades especificas, pero también privilegios. No soy una persona que le de mucha importancia a las cosas materiales, si tengo esta enorme propiedad es sólo por comodidad, no porque sea ambicioso y ahora que tengo a mi pareja me corresponde compartir todo lo que poseo con ella.
Skyler acarició al pequeño lobo que permanecía quieto entre sus brazos sin dirigir la mirada hacia su compañero. No necesitaba que él compartiera lo suyo con ella, pero sabía que nada de lo que dijese lo harían cambiar de opinión.
Con calma, la adolescente se levantó, limpiándose la nieve del vestido y girándose en redondo, cargando al cachorro, comenzó a caminar en dirección a la entrada de la casa.
Dimitri no se movió de su lugar. Percibió la necesidad de ella de estar sola y no le iba a negar aquello que deseaba en su corazón, aunque todo en él le dijera que fuera con ella y que no la abandonara.
A su lado un lobo le acarició el hombro con su hocico diciendole sin palabras que no se preocupara por ella, que iba a estar bien.
-Lo se, mi amigo_le respondió acariciandole la cabeza lentamente_Lo sé
Skyler regresó a su habitación y se encerró ahí. Dejó al lobo en el suelo para que correteara a su alrededor, para luego hecharse sobre la cama sintiendose agotada interiormente.
No sabía porque quería llorar a cántaros en ése momento. Algo le presionaba en el corazón firmemente sofocándole y el miedo no la dejaba tranquila.
Hacia un año que ella temía el día en que Dimitri le uniera a él y ahora que estaba en su hogar, a kilómetros de distancia de su familia el miedo se había hecho más fuerte que antes. ¿Como pudo creer que podría estar con un hombre así tan dominante y seguro de sí mismo?, ¿Como pudo pensar en ayudarle cuándo no había podido ayudarse a sí misma nunca?. No podía hacerlo. Jamás podría. Ella no era como las demás mujeres y el estar con un hombre era algo que no tenía en sus planes a futuro. Francesca no alcanzó a explicarle que pasaba luego de que un cárpato se uniera a su compañera, poco sabía al respecto, y nunca se animó a averiguarlo por su cuenta porque creyó que ella no tendría a un compañero. Ahora estaba aterrada de lo que vendría más adelante.
Los fantasmas de su pasado le perseguirían toda la vida por mucho que intentara deshacerse de ellos para siempre. ¿Por qué no había acabado con su vida cuándo tuvo la oportunidad?. Debía hacer que la muerte se la llevara ahora antes de volverse loca. No lo harás. Dimitri no ocultó al verdadero hombre de los cárpatos esta vez. Impuso una orden firme y directa, algo que Skyler no pasaría por alto. La chica se alzó un poco al oír su voz en la mente. Baja, pequeña. Tenemos que hablar.
Skyler se quedó quieta, sin mover un músculo. No quería hablar con él. No estaba de humor para eso. Cogió el lobo de peluche sobre su cama y lo estrechó contra su pecho. En el suelo, el pequeño cachorro daba saltitos para intentar subirse a la cama, pero sin resultados. Si no bajas tú, no me dejas más opción que subir. Skyler apretó el lobo con fuerza ante la presión que le alteraban los nervios. Ya se esperaba un regaño por parte de él o bien un llamado de atención. Inspiró y expiró tratando de calmarse. Como detestaba que le ocurrieran esas cosas, era inaudito.
El cachorro seguía intentando subir a la cama, no desistía en lo absoluto.
Skyler le miró tiernamente. Le estaba descuidando cuándo había prometido hacerse cargo de el.
-Ven aquí, pequeño_la chica se agachó para recoger al pequeño lobo y lo puso sobre la cama_Hiciste un gran esfuerzo y créeme que lograrás algún día llegar hasta aquí tu solo.
Dimitri entró en la habitación. Se le veía sumamente serio. A ella se le congeló la respiración. La última vez que le había visto así fue cuándo le conoció. Todo su rostro era una dura máscara de inexpresión, sólo sus ojos azules estaban vivos, pero tan fríos que le quemaban en dónde le mirara.
Dimitri suspiró y se sentó al borde de la cama, sin decir una palabra. No le gustaba mirarle si estaba llorando, le rompía el corazón verla sufrir.
-No ingresaré a tu mente para averiguarlo, pero deseo que me digas el porque crees que no podrás estar a mi lado si aun no lo intentas_no fue una pregunta, sino un hecho, el cual era ciento por ciento verdad.
Skyler inclinó su mirada y con el dorso de su mano se limpió las lágrimas de sus mejillas.
-Porque así es, Dimitri_susurró bajito su respuesta_Tengo miedo
-¿Qué es lo que temes, pequeña?_preguntó tratando de sonar amable. Era complicado hacerlo cuándo no recordaba la última vez que lo hizo_¿Temes que te haga daño, que te fuerce a hacer algo que no quieres, que te controle como si fueras mi esclava?, ¿Es eso?
Ella asintió ligeramente con la cabeza y se quedó en silencio mientras Dimitri mediataba un poco su respuesta. Temía que él la tratara como los que abusaron de ella. Creía que al estar a su lado perdería su libertad y su voluntad de decidir por su cuenta.
-¿Realmente estás tan dolida en esta vida que deseas desperdiciarla, aún cuándo tu hora no haya llegado?_ella le miró a los ojos aún sintiendose avergonzada. Era la salida más cobarde de todas, pero la necesitaba. No se sentía capaz de ser feliz ni de hacerle feliz a él_Si tú decides tomar ese camino, pequeña, lo respetaré, pero ten por seguro que no te marcharás sola. Yo me iré contigo.
-¡No!_gritó su negativa con los ojos bañados en lágrimas nuevamente_¡Aquí el problema no eres tú Dimitri, soy yo!.¡Tú puedes encontrar a otra que pueda darte lo que yo no puedo y ser feliz en esta vida. Yo me iré y creeme que será lo mejor para ambos!
-No hay un tu y yo, lyubofmaya, sólo un nosotros aunque no estás unida a mi_Inclinó la cabeza hacia ella y le besó con delicadeza. Ella cerró los ojos, sintiendole en su cuerpo y un estremecimiento le recorrió de pies a cabeza_Sigues sin entender que en esta vida ni en la otra habrá otra mujer para mi aparte de ti. Los cárpatos tenemos a sola una pareja verdadera para toda la eternidad. Si tu te vas, yo jamás encontraré la satisfacción ni el amor en otra mujer. Estaré condenado. He pasado nueve siglos solo pequeña y no toleraré pasar un segundo más de mi vida así. Si me diesen a escoger entre repetir la horrible experiencia cuándo estaba solo y sin esperanza, y el amanecer al lado de mi compañera, ten por seguro que sin dudar escogería la segunda y no me arrepentiría jamás de haber escogido esa opción.
Skyler le clavó la mirada en la de él. No estaba mintiendo. Decía la verdad.
- Dimitri, yo.........no puedo.......jamás podré hacerte feliz, ¿por qué no lo entiendes?
- No necesito que hagas absolutamente nada para hacerme feliz, Skyler. Con solo saber que estas a mi lado, que estás a salvo y que me aceptas, para mi eso es más que suficiente_le cogió las mejillas entre sus manos. Los dedos de él fueron tiernos al acariciarle la piel enrojecida por las lágrimas_Te diré la verdad ahora, Skyler. Yo no volví a Rusia sólo porque con ello te ayudaría a dejar el pasado atrás más fácilmente, sino que también porque............................_dudó queriendo no decirlo. La verdad podría asustarla más que nada en el mundo, pero no habían mentiras entre compañeros_mi tiempo se acabó un día después de que regresé a mi país.
Talvez quedaran en la duda por esto debido a una frase q puse en un capitulo anterior (no el 6 sino mas atras) y tambien quedaran en duda debido a un carpato a quien se le acabo el tiempo se supone q debería convertirse. Mxos misterios quedaran pendiente hasta los proximos capitulos. :emot002: :emot002: :emot002: