Esto es sin lugar a dudas una estrategia de promoción.
De pronto una escritora con muchos años de trayectoria, que cuida su trabajo, se le pierden por obra y gracia del espíritu santo 50 hojas, y precisamente en esas 50 hojas estaban los protagonistas de su próximo libro. Qué mejor manera para despertar la curiosidad de su próximo lanzamiento que publicarlo en las redes sociales y así poner a rogar a las lectoras por más información, a rezar para que la información sea recuperada y a comenzar a hacer teorías y la regla de tres del descarte de quién será el siguiente hermano y su hembra.
Y la muestra está chicas en que ninguna otra escritora o escritor se queja o publica que de pronto se le pierde información. Todos son muy cuidadosos y recelosos de su trabajo y no dan detalles de lo que ocurre con ellos antes de la publicación, sino tiempo después en medio de entrevistas, chats y promociones.