Autor Tema: Suzanne Enoch - Escandalosa  (Leído 8736 veces)

AnDrAiA

  • Veteranos
  • Charlatán
  • *
  • Mensajes: 481
  • Karma: +222/-129
Suzanne Enoch - Escandalosa
« on: Julio 15, 2012, 09:25:27 pm »
Suzanne Enoch me encantó con su famoso "Enmendar a un granuja" y ese maravilloso personaje masculino cínico y divertido que creó en Lucien Balfour, de diálogos rápidos e ingeniosos de humor velado. Lucien siempre, siempre, siempre, siempre tendrá un lugar en mi  emot022  y hasta hace bien poquito era mi numero uno de personajes en histórica de temática de regencia PERO ¡Ay, madre! Eso fué antes de conocer a Bartholomew James, el protagonista de este libro que vengo a recomendaros; "Escandalosa".

Llevo sólo cincuenta página del libro pero este hombre me tiene completamente enamorada. Brusco, directo, cascarrabias, cínico, pasándose a toda la ton por los mismísimos... y enamoradito perdido de Tess. Tess, ingeniosa, divertida, descarada y con mucho carácter. Los dos tienen un química que hacía tiempo que no captaba en personajes de regencia y eso se debe, por completo, a la pluma de Suzanne Enoch, que ha vuelto a construir unos personajes tan magníficos y que ha dado rienda suelta a sus diálogos cargados de perlas.

Os dejo unos fragmento para que degustéis a esta pareja bajo spoiler, por si preferís fiaros de mí y comenzar el libro y llevaros las sorpresas:

Spoiler for Hiden:
―Hermano, te presento al primo de Amelia, Michael, lord Weller y a su hermana Theresa. Michael, Tess, el coronel Bartholomew James.
    Él se limitó a asentir, sin apartar los ojos de la joven. Mirar fijamente a alguien era de mala educación, pero siguió haciéndolo de todos modos. Tenía el pelo del color de la mantequilla recién batida y aunque el recogido de tirabuzones era perfecto, habría preferido que lo llevara suelto. Parecía largo, tal vez le llegara por la cintura. Sus ojos también eran muy bonitos, de un verde grisáceo que le recordó al océano.
    ―Bartholomew.
    ―¿Qué? ―preguntó, apartando la vista de la muchacha para mirar a su hermano.
    ―No nos has dicho en casa de qué amigo te estás alojando.
    ―No, no lo he hecho.
    La joven, Theresa, se sentó en el otro extremo de la mesa, lo más alejada posible de él. Bartholomew se dio cuenta de que la había asustado. Sólo había necesitado intercambiar una docena de palabras con ella y mirarla fijamente. Bueno, su aspecto general también debía de haber ayudado.
    ―Me enteré de la batalla en que luchó contra aquellos bandidos en la India ―comentó el otro primo, lord Weller, que había tomado asiento al lado de Violet.
    ―Vaya, ¿de veras? ―El coronel dejó la copa sobre la mesa con un golpe seco y se inclinó hacia adelante―. ¿Y qué le dijeron exactamente?
    ―Yo... ―Michael se aclaró la garganta―. Oí que su unidad había luchado contra una banda de salteadores de caminos, los famosos estranguladores, y que usted fue el único superviviente.
    ―Bien, eso suena espléndido. ―Vació la botella en la copa―. Resulta que soy un maldito héroe. ―Resopló―. Quién lo iba a decir.
    ―Lo que estás es borracho, maldita sea ―gruñó Stephen.
    ―Entonces, dejad de dirigirme la palabra. ¿Qué demonios tengo que hacer, empezar a tirar cosas?
    Todo el mundo se quedó mirándolo. Bueno, todo el mundo no.
    ―Yo no habría tenido el valor de viajar a la India ―dijo Theresa Weller, con dulzura―. Y mucho menos de luchar con nadie allí.
    Bartholomew la fulminó con la mirada. ¿Compasión? Quería que se enfadaran con él y le dijeran que se marchara, maldita sea, no quería compasión.
    ―En ese caso, debemos dar gracias por que no admitan a crías en el ejército ―replicó él, con brusquedad.
    ―Bartholomew ―le advirtió Stephen, con los dientes apretados.
    La señorita Weller hizo un gesto con la mano, quitándole importancia.
    ―No te preocupes, Stephen, no me he ofendido. En realidad, estoy totalmente de acuerdo con el coronel James.
    ―¿Ah, sí? ¿Está de acuerdo con el principio más básico de la guerra de los últimos mil años? Qué sorprendentemente trivial por su parte, señorita Weller. ―Aunque le costaba admitirlo, se sentía un tanto decepcionado. Pero hubiera sido demasiado pedir que la joven más bonita de la sala hubiera mostrado una pizca de sentido común.
    Theresa frunció el cejo durante un instante pero en seguida recuperó la sonrisa.
    ―Sin duda soy un objetivo mucho más asequible que un atacante armado, pero no le guardo rencor.
    ―Bien dicho, Tess ―intervino su hermano.
    ―Menuda decepción ―exclamó Bartholomew, en voz alta―. Ni uno solo de vosotros tiene lo que hay que tener. Qué vergüenza que una muchacha se vea obligada a darme conversación porque nadie tiene las narices de hacerlo.
    ―Haga el favor de cuidar sus modales, coronel. ―La señorita Weller, que había vuelto a fruncir el cejo, se levantó―. No hace ninguna falta hablar así.
    «¡Por fin!»
    ―Me importa una mierda lo que piense.
    Theresa dio un golpe en la mesa.
    ―Oh, sí, estamos todos muy asustados ―dijo Theresa Weller, con el cejo tan fruncido que sus finas cejas formaban una única línea―. ¿No se nota?

Spoiler for Hiden:
Se detuvo frente a las puertas del dormitorio principal, dubitativa. Su prima era ahora una mujer casada. Su marido podía estar con ella en la habitación y no quería interrumpirlos. Al fin y al cabo, sólo llevaban seis meses casados.
    ―Así que, aunque no lo parezca, tiene sentido común.
    Theresa dio un brinco al reconocer aquella voz profunda a su espalda. Demasiado tarde para simular que no se había asustado. ¡Maldita fuera!
    ―Tengo sentido común y la suficiente educación para anunciar mi presencia y evitar así asustar a la gente que me rodea.
    Al volverse, vio al coronel James en la puerta de la habitación de enfrente. Como de costumbre, llevaba el bastón en una mano, aunque trataba de apoyar casi todo el peso de su cuerpo alto y delgado en la pierna buena.
    ―Usted me ha asustado a mí ―replicó él, mirándola con descaro―. Y ya es la segunda vez en un día.
    ―No parece asustado ―se defendió ella―. Esta mañana tampoco lo parecía.
    ―¿Sabe? Es la primera vez que la veo dudar ―dijo él, sin hacer caso de sus palabras. Sus ojos dorados la examinaron de la cabeza a los pies y volvieron a clavarse en los suyos.
    Theresa se dio cuenta de que se ruborizaba.
    ―¿Y bien? ―preguntó, al ver que él no decía nada. Estaba acostumbrada a que los hombres la observaran, pero después solían hacerle un cumplido.
    ―El color del vestido hace que sus ojos parezcan más grises que verdes ―respondió él, sin apartar la mirada.
    ―¿Es ésa su idea de un cumplido? ―quiso saber ella, frunciendo el cejo para disimular el hecho de que tanto su mirada como sus palabras la perturbaban. Tenía la sensación de que él no se fijaba realmente en el vestido, ni en las cintas sino sólo en... ella.
    ―Sólo era una observación. ―Balanceando el bastón hacia adelante, el coronel cojeó hasta llegar frente a ella.
    Theresa tuvo que alzar la barbilla para seguir mirándolo a los ojos.
    ―¿Ha venido de visita? ―preguntó Theresa, tratando de apartar la vista de su boca traviesa y sensual para no pensar en los besos del jardín de los Haramund.
    ―No, me he mudado aquí. De momento. ―Bartholomew apartó la mirada un instante, permitiendo que ella recuperara el aliento por un momento―. Donde estaba no se valoraba positivamente mi tendencia a perder el equilibrio.
    ―Qué descortés por parte de su anfitrión.
    ―No he dicho que fuera un hombre

Spoiler for Hiden:
Theresa entornó los ojos. Nadie los había visto y se negaba a dejarse intimidar. Y menos por un hombre exasperante que pensaba que las reglas estaban hechas para los demás, no para él.
    ―Estoy en la escalera de servicio, Leelee ―respondió―. Con tu cuñado.
    Tess alzó una ceja al ver que él palidecía.
    ―¡Pequeña lianta! ―Maldiciendo entre dientes, el coronel le cogió una mano y se la pasó alrededor de la cintura mientras le rodeaba los hombros con la otra justo antes de que Amelia apareciera en lo alto de la escalera―. Perdí el equilibrio ―explicó él, con los ojos brillantes.
    ―¡Vaya! ―exclamó Amelia, compasiva―. ¿Quieres que avise a Stephen?
    A través de la ropa, Theresa sintió que él se tensaba.
    ―No hace falta ―dijo, despidiendo a su prima con un movimiento de la mano que tenía libre―. Ya nos apañamos. Nos reunimos todos en la escalera principal, ¿de acuerdo?
    ―Sí, claro. Gracias por los pendientes. Nos vemos pronto.
    Cuando dejaron de oír los pasos de Amelia, el coronel se volvió hacia ella con brusquedad.
    ―Yo no voy a reunirme con nadie en la escalera principal. Puede ir sola a su maldita fiesta.
    El coronel estaba un escalón por debajo, por lo que podía mirarlo frente a frente. Aunque su expresión era tan intensa que parecía capaz de fundir metal, Tess no se sentía intimidada.
    ―Va vestido de fiesta ―señaló, respondiendo a su mirada frustrada sin amilanarse―, y habíamos establecido que estaba preocupado por lo que la gente pensaba de usted, así que sí, se viene con nosotros a la velada de los Ridgemont.
    No sabía hasta qué punto le dolía la pierna. Lo que sí sabía era que el coronel James no era un hombre al que se pudiera obligar a hacer algo que no quisiera. Así que, cuando con una nueva maldición siguió bajando los escalones, Tess se sintió aliviada y entusiasmada a la vez. Quería ir. Con ella.
    ―No necesito su ayuda, ¡maldita sea! ―exclamó, soltándose.
    ―Es usted el que puso mi mano ahí.
    ―Porque me equivoqué al juzgarla. Pensaba que tenía sentido común. Pero tiene la misma sensatez que un gato recién nacido.
    Theresa frunció el cejo mientras pasaba delante de él y recogía el bastón antes de que él pudiera arrepentirse de haber rechazado su ayuda. Con el bastón en la mano, siguió bajando la escalera hasta el siguiente rellano.
    ―¿Qué? ¿No sabe qué responder a eso? ―la provocó él, jadeando un poco por el esfuerzo.
    ―¿Ha sido mi falta de sensatez o el gris de mis ojos lo que le ha impulsado a besarme? ¿O tal vez lo ha causado la despedida de esa mujer imaginaria con la que afirma haber estado viviendo? ―replicó ella, mordaz, levantando la vista hacia él.
    La atractiva boca del coronel se curvó en la sombra de una sonrisa antes de volver a fruncirse.
    ―El color de sus ojos.
    ―¿Ah, sí?
    ―Sí, el gris es mi debilidad.
    ―Ajá.
    No es que creyera ni una palabra, por supuesto. Le resultaba mucho más fácil pensar que él se sintiera tan asombrado por su atracción mutua como ella. Nada bueno podía salir de esa atracción. El coronel James era un hombre furioso, siempre a la defensiva, que había pasado en tres segundos de casi golpearla a besarla. Pero no había podido quitárselo de la cabeza durante dos días, ni siquiera mientras bailaba, cabalgaba, paseaba en coche o charlaba con otros caballeros, hombres que le habían dejado claras sus intenciones y que sabían cómo comportarse en público.
    Cuando el coronel llegó a la planta baja, justo frente a la cocina, Theresa le devolvió el bastón.
    ―Gracias ―dijo, aunque no sonaba demasiado agradecido―. No me pida que baile con usted esta noche. Ambos sabemos que es imposible. Y tampoco es muy divertido.
    ―No tengo ninguna intención de pedirle que baile conmigo ―replicó ella, saliendo a su lado de la casa por la entrada de servicio, y rodeando la mansión en dirección a la entrada principal―. A partir de ahora, espero que me lo pida usted.
    ―No lo haré.
    Con una sonrisa, Theresa se apartó de su lado y subió al coche de su hermano.
    ―Sí que lo hará ―afirmó, sacando la cabeza del carruaje―. Le reservaré un lugar en mi carnet.



Chicas, tenéis que leer el libro. Pero advierto Bartholomew James ES MÍO Y SOLO MÍO  :emot013: :emot013:

Ya me contaréis qué os ha parecido  emot024 emot024

yissel

  • Moderador
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *****
  • Mensajes: 9231
  • Karma: +186/-5
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #1 on: Julio 15, 2012, 11:21:29 pm »
Esta es una de mis autoras favoritas. Una pregunta, esta en papel o en dig??
 :emot020:
[img]http://imgcash5.imageshack.us/im

Lili

  • Moderador
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *****
  • Mensajes: 8665
  • Karma: +139/-11
  • La vida es un sueño que vale la pena cumplir
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #2 on: Julio 15, 2012, 11:52:28 pm »
Esta digit. Es el segundo de una serie "Los aventureros". Motivo por el cual la había dejado aparcada en busca del primero pero
Andraia me ha dado tanta curiosidad que me voy a aventurar a saltearmelo y empezar con este jajajajaja

 emot024 emot024

aleiona

  • Visitante
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #3 on: Julio 16, 2012, 09:06:08 am »
¿alma caritativa que me mande la reseña? plis plis?? emot026 emot026

mariad

  • Veteranos
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *
  • Mensajes: 2918
  • Karma: +31/-0
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #4 on: Julio 16, 2012, 03:46:10 pm »
Esta digit. Es el segundo de una serie "Los aventureros". Motivo por el cual la había dejado aparcada en busca del primero pero
Andraia me ha dado tanta curiosidad que me voy a aventurar a saltearmelo y empezar con este jajajajaja

 emot024 emot024

      Mira tu correo... emot024

MTM1956

  • Veteranos
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *
  • Mensajes: 645
  • Karma: +5/-0
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #5 on: Julio 16, 2012, 04:29:26 pm »
Holasss...

a mi también me gustaria mirar mi correo mtm1956@gmail.com   Porfa plis...
[img]http://img19.imageshack.us/img19/7765/sectaebook3.jpg

CIO86

  • Visitante
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #6 on: Julio 16, 2012, 06:13:56 pm »
Ohhhhhhhh yo tambien lo quiero................ mandadmelo emot026

aletse

  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *****
  • Mensajes: 2862
  • Karma: +51/-2
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #7 on: Julio 16, 2012, 07:19:10 pm »
jajaja no sabia que era parte de una serie y estoy comenzando con èl, me lanzare a ver el primero sino para dejarlo aplazado y leermelo despues del primero.  :emot013:

kiti08

  • Veteranos
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *
  • Mensajes: 502
  • Karma: +6/-1
  • "Visto de cerca nadie es normal"
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #8 on: Julio 16, 2012, 07:37:11 pm »
Yo también por fi!!!  emot026 emot026 emot026

atlantida

  • "Hazlo o no lo hagas. No existe el Probar."
  • Veteranos
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *
  • Mensajes: 2780
  • Karma: +63/-8
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #9 on: Julio 17, 2012, 12:57:12 pm »
 emot026 Almas caritativas . A mi correo un regalito para mis ojos.
Que estoy arressssstaaaaaa y solo puedo conectarme unos minutillos destranqui a mi correo cuando nadie mira.

Jana greenwich

  • Visitante
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #10 on: Julio 17, 2012, 05:17:52 pm »
hola Almas caritativa por fisss a mi también  emot026
gracias Jana

maky65

  • Visitante
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #11 on: Julio 17, 2012, 05:23:44 pm »
Me sumo a la petición, por favor  emot026 emot026 emot026

Haccitta

  • Visitante
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #12 on: Julio 17, 2012, 07:19:53 pm »
Hola amiga!!!!
Podrías porfissss enviarmelo a mi también????  emot026
Me sumo a las peticionarias..... Lo que nos adelantaste nos dejó con ganas de devorarnoslo emot039
Mi correo es hay_marino@yahoo.es

Gracias!!!! emot024

kiti08

  • Veteranos
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *
  • Mensajes: 502
  • Karma: +6/-1
  • "Visto de cerca nadie es normal"
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #13 on: Julio 17, 2012, 08:08:47 pm »
Ya Lo tengo Gracias!!!!  emot040 emot040 emot040

MTM1956

  • Veteranos
  • ¡Que alguien le haga callar!
  • *
  • Mensajes: 645
  • Karma: +5/-0
Re: Suzanne Enoch - Escandalosa
« Respuesta #14 on: Julio 17, 2012, 08:39:36 pm »


Gracias chicas  emot037

Tags: