Argumento:
Cuando la entrometida columnista aconsejó a la obstinada Belinda que siguiera los designios de su corazón, no sabía que acababa de arrojarla a los brazos de un truhán...
¡Eleanor está furiosa!
La cínica señora Tennant quiere una compensación de la popular columnista que arruinó la vida de su sobrina Belinda, pero pronto descubrirá que el culpable de ese desaguisado es, inesperadamente, un hombre llamado Simon Westover. Este, por su parte, ha de proteger a toda costa su identidad oculta, y por ello accede a ayudar a Eleanor en la búsqueda de la desaparecida Belinda y su amante. Sin embargo, disfrutar de la embriagadora cercanía de esta dama tan distinguida es demasiado para un romántico empedernido como Simon. ¿Cómo podrá convencer a Eleanor de que no es un simple entrometido, sino un caballero apasionado al que dominan intensos deseos? ¿Le demostrará de paso a esta dama racional y conservadora que los sueños románticos pueden hacerse realidad?
Para mi este es uno de esos libros que ni son buenos ni malos, solo uno de esos que pasan sin pena ni gloria, no obstante no puedo dejar pasar por alto al protagonista quien es un romantico empedernido. Honestamente, y puede que muchas me quieran linchar por mi vision anticuada de las novelas romanticas historicas (en los otros generos soy mas abierta), pero adoro a los libertinos, granujas, duros y estoicos, cinicos, etc. etc., mismos que son transformados por una irreverente damisela haciendoles ver las delicias del amor.
A que voy?  No soporto un hombre que se sonroja por todo como si fuera una doncella, que se pasa todo el tiempo hablando de las bondades del amor romantico y escribiendo poesias que para colmo ni siquiera son buenas.
Para ser sincera el contraste entre los protagonistas es interesante, el romantico y ella realista y esceptica, y nuestro heroe demostro a medida que se desarrollaba la historia que no era tan pusilanime como se dio a entender al principio, pero jamas pude borrar de mi memoria la infinidad de sonrojos, algo que puedo hacer a voluntad como por ejemplo cuando a la autora le sale del alma ponerle un bigote al protagonista.
En conclusion, en cuanto a la novela historica soy verdaderamente anticuada y los prefiero machos machos de esos que son tan arrogantes que te dan ganas de entrar en la historia y caerles a patadas, antes que hiper sensibles y sentimentales.
 emot033