Me alegra que les haya gustado chicas emot024 emot024 emot024 emot024 Bien para esta me acabo de inspirar recien y la verdad es que Ivory y Razvan tendran que esperar porque saltaron estos personajes primero en mi mente para que les escribiera. Ojala les guste emot024 emot024 emot024 emot024 emot024
Relato 7
Las reglas se hicieron para romperse
Protagonistas: Gregori Daratrzanoff y sus pequeñas hijas
Reglas.
Muchos animales y personas se regían por un código o reglamento sumamente estricto. Simplemente el mundo no podría funcionar sin reglas que mantuvieran el orden de todo y de todos, porque o sino reinaría el absoluto caos.
Para un carpatiano, las reglas eran esenciales. Su código de honor era estricto, ley en si misma, el cual no podía ser rompido ni pasado a llevar porque las consecuencias serían graves. Todo nacido carpato, ya fuera hombre o mujer, debía atenerse a las reglas que regían su mundo, pero para Gregori Daratrazanoff, eso no se aplicaba del todo.
Él, llamado por todos el Oscuro, había roto ya muchas reglas que regían su mundo. Se había entrometido en asuntos que no le correspondían y por eso pago un precio muy caro: Su alma se fragmentó y marcó, al punto que se vio reflejado en sus ojos, desde entonces de un color plateado, que si los miras de cerca puedes recordar al mago Xavier, que había hecho exactamente lo mismo que él.
Dicen que los ojos son las ventanas del alma, y Gregori sabía que quién lo mirara directo a los ojos, podría ver cada una de sus faltas con y para su gente. Tanta destrucción, tanta maldad, tanta corrupción, tanta…no había mas que pudiera decir al respecto.
Sin embargo, aquellos oscuros tiempos terminaron, y él había retornado al camino de la rectitud gracias a su amada compañera Savannah. A pesar de todo el tiempo transcurrido, Gregori nunca pudo olvidar que la mayor falta en su vida la había cometido con ella, manipulando la química de su cuerpo para que fuera compatible con la suya desde antes de su nacimiento. El Oscuro sabía que viviría con la culpa toda su vida sabiendo que había condenado a otro hombre de los carpatos al destino que él debió haber tenido.
Gregori suspiro profundamente azotado por aquellos recuerdos que siempre le perseguían, pero los hizo de lado ya que esta noche era una muy especial.
Puede ser que él haya sido un rompe reglas la mayor parte de su vida, pero no permitiría que sus amadas hijas, Anya y Anastacia siguieran su mismo camino, ¿y que mejor momento que enseñarles algunas reglas cuándo ya habían cumplido tres años?
Una vez que Gregori terminó de vestir a sus preciosas niñas con dos vestidos de un color rosa del mismo diseño, cogió a las pequeñas y las dejó sobre su cama, sentadas una al lado de la otra, como a ellas les gustaba y con sus rostros mirándolo a él.
Savannah en ése momento estaba ocupada en otras cosas y no lo molestaría mientras daba su discurso a sus hijas.
Los grandes ojos de las pequeñas se fijaron en el rostro de su padre antes de que este se colocara las manos detrás de la espalda y comenzara a caminar de un lado a otro como un general al mando de un ejército.
-Muy bien, mis pequeñas. Su padre necesita hablar algo con ustedes, así que quiero que me presten mucha atención_trató de sonar poco severo y lo más cálido posible. Si se enfurecía sus hijas no hacían otra cosa que largarse a llorar y ciertamente, eso le rompía el corazón_Ambas ya tienen tres años, están…bueno, algo grandecitas, así que necesitamos poner algunas cosas en orden entre nosotros.
Las niñas simplemente seguían a su padre con la mirada y en silencio. Moviendo la cabeza de un lado a otro al mismo tiempo como las gemelas que eran.
Gregori sonrió al verlas tan concentradas en él.
-En la vida, mis princesas, tiene que haber reglas y en esta casa ustedes estarán sometidas a algunas de ellas. Por lo que creo que es prudente que se las diga ahora_Gregori se detuvo frente a sus pequeñas hijas que ahora lo miraban fijamente parpadeando a ratos con un semblante serio en sus rostros.
-Regla numero 1, mis niñas, siempre deben obedecer a su padre en todo. Especialmente tu Anya_se inclinó para mirar a su hija que ahora estaba haciendole pucheros_Oh no, no te atrevas a hacerme pucheros, mi amor. Tú y yo sabemos que entre tú y tu hermana, eres la más rebelde y no puedes decirme lo contrario.
Para su asombro, Anya se cruzó de brazos y miró a su hermana con disgusto. Esta última solo sonreía y agitaba sus manos de manera alegre.
Gregori le dio un beso en la frente de Anya para suavizar su ceño fruncido.
-Tendrás que aprender mucho de tu hermana, cielo_le dijo con suavidad antes de volver a su posición erguida, imponente y alto como de costumbre.
Gregori suspiró y continuó.
-Regla numero 2, princesas, traten de ser tranquilas, no hagan travesuras y si van a hacerlo, ocasionen el menor alboroto posible_les sonrió a ambas_Esta no es tan importante, pero es para evitar que me vuelva loco si a ustedes se les ocurre hacerme algo_las apuntó a ambas_Ni siquiera se atrevan a intentar exasperarme_les guiñó el ojo para que no se sintieran como si estuviesen siendo castigadas.
Las pequeñas gemelas Daratrazanoff asintieron con la cabeza para sorpresa de Gregori. Este sonrió abiertamente, sabía que sus hijas eran inteligentes y ¿Cómo no? Si él era su padre.
-Regla numero 3, no me desafíen, porque no ganaran. Si hay algo que deben saber acerca de su padre, es que siempre se sale con la suya al costo que sea_las miró a ambas que estaban estáticamente sentadas sobre la cama y tranquilas_Asi que ya saben, nunca crucen espadas con su padre.
Una hora despés, Gregori ya había dicho casi 20 reglas a sus hijas de tan solo tres años y no pudo evitar sentir orgullo, al darse cuenta mientras revisaba sus mentes, que sus hijas habían captado absolutamente todo lo que él había dicho y que entendían a la perfección.
Gregori miró hacia atrás, asegurándose de que Savannah no viniera. Aún tenía una regla más que decir y era la que había estado esperando decir desde que empezó todo, pero para ello, Savannah no debía enterarse de nada ya que de seguro le reprendería con ello.
El hombre de los carpatos de los ojos del mercurio fundido se aclaró la garganta al darse cuenta que todo era seguro y comenzó:
-Por último, mis niñas y esta es la regla más importante de todas_su mirada se fijó en ellas fuertemente, mucho más que antes para hacerlo claro_Los hombres, para ustedes, son basura_declaró enfatizando la última palabra. Ellas solo se rieron al verlo decir eso y agitaron sus brazos con emoción_ Cualquier imbecil perteneciente al sexo masculino, aparte de mi claro y sus parientes, que intente siquiera pensar en ustedes con segundas intenciones, debe ser castrado de la forma más horrenda y sangrienta para que aprenda que con ustedes no se juega_mientras Gregori hablaba, la puerta de la habitación comenzó a abrirse_ Ningún hombre y repito ninguno, será lo suficientemente bueno para ustedes, mis queridas hijas y por eso deben saber que…
-¡Gregori!
Gregori bufó y se giró en redondo ante el sonido de ésa voz y vio a Savannah, de pie bajo el marco de la puerta con ambas manos en las caderas y fulminándole con la mirada.
-¡¿Qué crees que haces?! Escuché todo lo que le dijiste a nuestras hijas ¿Cómo te atreves a hablarles de ésa forma?_cogió el paño que llevaba en las manos y comenzó a pegarle con él_¡Deja_golpe_de_golpe_asustar_golpe_a_golpe_mis_golpe_hijas!
Gregori se cubría indefenso mientras su compañera lo castigaba. En la cama, las niñas habían comenzado a reírse al ver a su padre siendo golpeado por su madre.
-Savannah_golpe_ya es suficiente, mujer, tranquilizate_recibió un último golpe antes de que ella tirara el paño al suelo y tomara a sus pequeñas de la cama que ahora estaban riéndose felizmente ante el espectáculo que le habían dado sus padres.
Savannah entonces miró a su compañero con disgusto, este último ni siquiera estaba asustado.
-Gregori, tienen solo tres años, por el amor el Dios y tu ya estas hablándoles de castración y de cómo los hombres son basura cuándo aún no saben ni lo que es un compañero, ¿Cómo pudiste?_ella entonces relajó su mirada y las bajó hacia sus hijas y luego la levanto a Gregori. El Oscuro capto en sus bellos ojos violeta la llama de la venganza_Quieres que nuestras hijas sepan quién es el mayor rompe reglas del siglo.
No fue una pregunta y al instante, Gregori gruñó.
-Ni siquiera te atrevas, Savannah.
Ella levantó la barbilla con gesto desafiante.
-Pues me atrevo, querido. Creo que yo y mis hijas tendremos una larga charla privada_entonces comenzó a caminar hacia la salida, pero antes se dio vuelta y miró a su compañero quién se había quedado mirándola estático sin hacer nada por detenerla_Tú lo aprendiste reglas de una forma, Gregori y yo quiero que mis hijas también aprendan a ser grandes mujeres, pero hay una lección muy importante que quiero que ellas sepan además de las que todo padre les daría a sus hijos.
El Oscuro le levantó una ceja.
-Y cual sería.
Savannah le guiñó un ojo y sonrió.
-Que las reglas se hicieron para romperlas.
Ay este Gregori tendra mucho trabajo intentando educar a sus hijas cerca de Savannah :emot002: :emot002: :emot002: :emot002: