Autor Tema: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (10º Los Trovadores Oscuros)  (Leído 2229 veces)

the dark mide

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Bien como doña Feehan nos tiene en ascuas, yo les daré algo para leer. Además del fanfic de Dimitri y Skyler estoy trabajando en una serie de relatos cortos de los carpatos (de todos ellos) y se los ire colgando aqui, para que lean mas y obvio nos divirtamos un rato. He aqui el primero de ellos y espero que les gusten  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024

Relato 1

Algunas veces no es necesario

Protagonistas: Celeste y Eric

Y ahí estaba ella otra vez.
Eric no podía dejar de mirarla a través de sus oscuros ojos de guerrero mientras ella, sentada tan vulnerablemente sobre la verde grama del valle, observaba el cielo estrellado. Desde aquella distancia podía percibir su dulce aroma a flores, a rosas rojas, que le sacudían por dentro como nada lo había hecho jamás y aún era incapaz de entender porque.
-Sigues observándola como si hubieses perdido la razón_Mikhail rió mientras se acercaba por detrás, colocándose a un lado de su amigo. Sus masculinas manos acariciaron la empuñadura de una espada que traía en el cinturón_Será mejor que aclares tus intenciones muy pronto, Eric.
Eric sonrió sarcásticamente y dio un paso atrás. Con un rápido movimiento de su brazo echó su capa hacia atrás y blandió su espada, chocando con otra afilada hoja de metal, perteneciente a Mikhail_¿No tienes algo bueno que decir?
Mikhail bufó.
-Pues no, nada_Mikhail bajó su arma y la regresó su cálido hogar en la funda de cuero atada a su cinturón_ Cada vez que ella viene aquí piensas que se tomará la molestia de hablar contigo.
Eric frunció el ceño y se colocó la espada sobre el hombro.
-Que te hace creer que ella esta aquí por mi_no fue una pregunta y Eric no quiso que sonara asi tampoco. Habían veces en que Mikhail lograba sacarlo de quicio por completo.
Mikhail se encogió de hombros.
-Que te hace creer que no es asi_tampoco sonó a pregunta por parte de Mikhail, quién entrecerró los ojos y miró al cielo. Ambos eran considerados jóvenes aún dentro de la sociedad cárpato, pero Mikhail ya estaba comenzando a sentir la oscuridad cerniéndose sobre él. Los susurros crecían en intensidad con cada día que pasaba_Siempre te quedas solo con tú opinión y no haces caso a los consejos de otros. Pues en este caso te pido que tomes el mio: Ve y habla con ella.
Eric observó a su amigo con curiosidad mientras regresaba su espada a la funda. Su mirada entonces se dirigió a la chica sentada a solo unos metros de él. Había dejado de observar las estrellas y ahora se encontraba cantando una hermosa canción de cuna. Eric estaba consciente de que ella posiblemente sabía que él la miraba, pero aún asi, la muchacha nunca giró su cabeza en su dirección.
-Lo haces sonar como si ella fuera mi compañera_pronto Eric negó con la cabeza ante tal estupidez. Él aun era joven, y la oscuridad aún no se había cernido sobre él hasta el punto en que sintiera que su alma estuviese en serio peligro, es más, se sentía sumamente bien y fuerte. Una suerte que otros de su raza, lamentablemente, no corrían.
-¿Lo es?_Mikhail enarcó una ceja y observó a la muchacha y luego a Eric_No puedo imaginar el porque ella se sienta ahí cada noche y a la misma hora.
Eric sonrió y fue su turno ahora para enarcar una ceja.
-Talvez solo le gusta verme patear tu trasero.
-Se serio, Eric.
La mano de Eric se dirigió nuevamente a su espada y su mirada fue ahora la de un fiero guerrero preparado para la batalla.
-Lo soy_entonces corrió hacia él.
Y ése fue el fin de la conversación. Cuándo ambos blandieron sus espadas, la muchacha se había marchado. Sin embargo, ella regresó a la siguiente noche.
Y a la siguiente.
Y a la siguiente.
Mikhail sacudió la cabeza mientras observaba a Eric desde la copa de un árbol. Podía haberle dicho algo, pero esta vez decidió guardar silencio, una vez que llegó a la conclusión de que su amigo había perdido la razón y que estaba oficialmente jodido.
Como cada noche, la muchacha había vuelto y estaba sentada en el mismo lugar que siempre, mientras Eric la observaba como un tonto oculto tras los arbustos que rodeaban el campo.
Él no podía dejar de preguntarse el porque ella seguía yendo a ése lugar cada noche. La mayoría de las mujeres carpatianas no soportaban estar mucho tiempo cerca de las peleas sin sentir un poco del dolor de otro guerrero. Pero cuándo tanto él como Mikhail se hirieron en una de sus muchas batallas amistosas, Eric había echado un vistazo por si la chica se había ido, pero ella seguí ahí y aún más calmada que antes. Verdaderamente no entendía nada.
Pasaron los días y el clima cambio de pronto y copos de nieve blancos comenzaron a caer desde el cielo. Y aún así, Eric logró convencer a Mikhail de abandonar su hogar para ir a entrenar. Talvez ése sería el día en que por primera vez podría entrenar tranquilo sin pensar en que posiblemente la mujer podría estarlos observando. Como carpatianos que eran, si, podían controlar la temperatura de sus cuerpos, pero era mejor el cambio de ambiente para entrenar, ya que el desgaste mental que provocaba el mantener su temperatura corporal alta junto con el cansancio físico, reducían sus energías a polvo en menos tiempo de lo normal. Pero eso a Eric, no le importaba.
-A los guerreros no les importa el frío_dijo Eric con orgullo mientras caminaba junto a Mikhail.
-Pues a mi si me importa el frío_replicó Mikhail y suspiró_Además no es bueno para mi que este aquí afuera.
Eric le dio una mirada de burla.
-¿Por qué?, ¿Te asusta pescar un resfriado?
Mikhail le golpeó el brazo.
-No. Jacques me arrojará un ataque en casa por no haberlo traído.
Ambos echaron sus cabezas hacia atrás y rieron. El hermano menor de Mikhail siempre quería acompañarlo a donde quiera que este fuese pero Mikhail nunca se lo permitía, argumentándole que iría a hacer “cosas de adultos” y que él aún era un niño para esas cosas. Sin embargo, eso no impedía que Mikhail recibiera un castigo posterior por parte de Jacques siempre y muchas veces le había dejado con algo más que un solo moretón.
Eric y Mikhail blandieron sus espadas justo cuándo llegaron a su lugar de encuentros, pero pronto Mikhail se puso serio y bajó su espada mientras observaba hacia la colina.
-Eric, mira.
Eric se dio la vuelta mientras su miraba seguía la de Mikhail. Ahí, sentada sobre la grama cubierta de nieve, estaba ella con un suave vestido de color violeta y algunos copos sobre su cabeza, lo que indicaba que ella había estado sentada ahí desde hacía un buen rato. Pero más allá de eso había algo más: Estaba temblando de frío.
-Eric, creo que nos estaba esperando_dijo Mikhail con preocupación y al mismo tiempo negó la cabeza, pero pronto dio un salto y frunció el ceño cuándo la espada de Eric se deslizó de sus dedos y cayó en el frío suelo.
Eric estaba furioso.
-¡Esta mujer! ¡En que demonios estará pensando!_antes de que Mikhail pudiese hacer algo para detenerle, Eric se echó a la carrera cambiando de forma a un ave quién se elevó en los cielos y se dirigió rápidamente en dirección hacia ella.
Mikhail simplemente suspiró y negó con la cabeza. Bien, al menos ahora podría ir a casa y estar caliente.
-¡Tú!_Eric casi gritó una vez estuvo al lado de la mujer y en su forma de hombre. Ella dio un salto sorprendida, lanzando nieve por doquier.
-Yo…yo…yo…_la muchacha intentaba ponerse de pie por todos los medios que podía, pero seguía cayendo. A la poca distancia que los separaba, Eric podía notar lo mucho que temblaban sus manos y que sus labios se habían comenzado a poner azules.
Gruñendo, el carpatiano la cogió de la mano, levantándola del suelo y acercándola contra él.
-¡¿Tienes alguna idea de lo peligroso que es aquí?!_le dijo con rabia casi rugiéndole, observándola a los ojos para que se diera cuenta de lo que estaba produciendo en él_ ¡Estamos bajo cero y ni siquiera estas manteniendo caliente tu cuerpo! ¡Quieres morir acaso! Hazte un favor y elévala antes de que te enfermes.
La chica bajó la mirada y rojas lágrimas de sangre cayeron por sus mejillas. Su cuerpo temblaba ligeramente mientras intentaba regular la temperatura de su cuerpo. Eric logró sentir como la mente de ella se ponía en marcha para lograra el cometido y consiguió sentir calor en su piel bajo su toque, pero pronto se desvaneció. La vergüenza invadió el rostro de la muchacha, quién desvió la mirada y se mordió el labio inferior.
Eric suspiró mientras sentía como sus músculos se relajaban.
-No puedes hacerlo, ¿cierto?_Eric rugió, exasperado_¿Vienes aquí cada noche a vernos y no eres capaz de mantenerse a salvo de los elementos?_frunció el ceño mientras observaba su rostro_ ¿Cuántos años tienes? Deberías regresar a casa.
-Treinta y dos.
Eric guardó silencio unos instantes antes de conseguir captar lo que ella le había dicho.
-¿Qué?
-Treinta y dos _ repitió ella firmemente y levantó la barbilla decidida y desafiante lo suficiente para que sus ojos chocaran feroces con los de él y pudiera ver las lágrimas cayendo de ellos. Aquellos grandes ojos negros lo atraparon al instante y de pronto se sintió congelado y tieso como una estatua de hielo_ ¡Tengo treinta y dos años!
Eric debió haberlo visto venir, pero estaba tan distraído por sus hermosos y grandes ojos negros, que no se dio cuenta del ataque que ella lanzó contra él. La energía le empujó lejos, más allá de los arbustos desde los cuales siempre la observaba, para finalmente caer pesadamente a los pies de Mikhail. Una vez que Eric logró ponerse de pie, observó por última vez a la misteriosa mujer volar hacía su hogar.
-Maldita, mujer_Eric se acarició la barbilla que dolía como el infierno_Pensé que me rompería la mandíbula.
-¿Y lo hizo?_Mikhail rompió a reir_La buscaré un día para darle las gracias y felicitarla por dejarte humillado.
Eric bufó y le golpeó en el hombro.
-Cállate, príncipe.
Mikhail siguió riéndose y acarició la cabeza de su amigo.
-Pobrecito Eric_le dio unas palmadas en el hombro sobre la armadura y negó con la cabeza_ Pero tienes que admitir que te lo merecías por ser un idiota.
Eric frunció el ceño.
-Si, claro.
Mikhail lo miró y luego dirigió su mirada hacia el lugar dónde la mujer había estado. Sé que intentabas protegerla, pero ella era joven y fuiste muy brusco con ella. Por eso creo que te lo mereces.
Ante estas palabras, Eric se detuvo. Sus ojos dieron con la colina dónde ella se sentaba siempre y no pasó mucho antes de que sintiera el agudo aguijón de la culpa en su pecho. Si, había sido muy brusco con ella y a pesar de que sabía que sus diferencias de edades no eran muchas, él podía controlarse muy bien, pero en esta ocasión, por primera vez en su vida, la situación lo había sobrepasado totalmente. Además ella regresaría y podría asi disculparse con ella.
Pero ella no regresó.
Ni al día siguiente.
Ni al siguiente.
Ni a las siguientes semanas.
Ni a los siguientes meses.
Y asi pasaron siglos.
Habían comenzado las guerras Turcas y Mikhail había tomado el lugar de su fallecido padre como príncipe. Eric, en cambio, formó parte del ejército y lideraba batallas mientras veía como su pueblo, su amado pueblo, se reducía a la nada solo por el egoísmo y la maldad.
Sus emociones habían desaparecido, ya no quedaba nada de lo que una vez había conocido como amor, afecto, odio, nada. Lo único de lo cual no podía olvidarse era del rostro de aquella hermosa mujer y su mirada tan triste cuándo él se había portado como un total bruto con ella. Cada vez que se despertaba, lo primero que recordaba era a ella cuándo los observaba entrenar con Mikhail.
Sin poder soportarlo más, Eric se dirigió al lugar que una vez fue su lugar de entrenamiento con Mikhail, pero en vez de quedarse tras los arbustos, se dirigió a la colina dónde ella se sentaba y desde ahí, observó los bosques y como los rayos de la luna los hacían ver hermosos y místicos.
-Has vuelto.
Los sentidos de Eric se agudizaron cuándo escuchó ésa voz. Su corazón palpitó rápido y fuerte, mientras que la sangre en sus venas comenzó a calentarse cada vez más. Su respiración casi se corta y su cuerpo de pronto comenzó a temblar.
El carpatiano se giró lentamente en redondo y ahí, frente a sus mismos ojos, estaba ella, la misteriosa mujer. Misteriosa y tan hermosa como la recordaba. Eric cayó de rodillas delante de ella como un hombre abatido sin dejar de observarla, de admirarla, su belleza era la de un ángel mezclada con las de las musas de los libros de arte. Su cabello negro ondulado y a simple vista suave, sus ojos grandes, brillantes y hermosos como un par de gemas resplandecían con la luz de la luna y sus labios, sus carnosos labios que debían ser tan deliciosos que aún no teniéndolos sobre los suyos, Eric era capaz de saborearlos.
-Yo…yo…_no podía articular más palabra que ésa. Los colores inundaban sus ojos y las emociones todos sus sentidos. No podía sentirse más humillado después de cómo la había tratado. No sabía como empezar a disculparse.
La mujer sonrió y se arrodilló junto a él.
-Eric, es un placer conocerte_ella le cogió las manos entre las suyas y Eric creyó que en ése minuto podría morir. Se sentía tan suave, como el paraíso en la tierra_Soy Celeste_sus dedos le cogieron la barbilla al mismo tiempo que comenzaba a tirar hacia abajo. Eric no hizo nada para impedírselo, simplemente porque no quiso hacerlo_Tu compañera_entonces, ella juntó los labios con los suyos.
Ninguno de ellos dijo algo más. Después de todo algunas veces no es necesario mucha introducción cuándo el cuerpo logra decir mucho más que unas simples palabras.


Les gusto????? jejeje esta es mi versión de como se conocieron Eric y Celeste. Ya les treré más, el segundo trata acerca de Tamara.

Besos  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024

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maritere

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (1º Celeste y Eric)
« Respuesta #1 on: Mayo 28, 2011, 05:43:34 am »

Bueno niña como siempre me sorprendes, estoy encantada.

Gracias mil, mil,  emot022 :emot018: :emot018: :emot018: :emot018: :emot018: :emot018: :emot018:


yissel

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (1º Celeste y Eric)
« Respuesta #2 on: Mayo 28, 2011, 01:47:01 pm »
En un ratito lo leere, pero estoy convencida que me gustara, como todo lo que haces, Darky.
 emot035
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claudybt

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (1º Celeste y Eric)
« Respuesta #3 on: Mayo 28, 2011, 02:10:01 pm »
Me encanto dark!!!!! espero el proximo!

Jana greenwich

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (1º Celeste y Eric)
« Respuesta #4 on: Mayo 29, 2011, 06:02:50 pm »
Me gusto mucho Dark, gracias!!!
Saludos Jana emot035 emot040

the dark mide

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (1º Celeste y Eric)
« Respuesta #5 on: Mayo 29, 2011, 07:37:44 pm »
Muy bien aqui va la segunda de las historias que involucra a la pequeña Tamara y su familia. Desde aqui y ahora les digo que estos relatos cortos no estan amarrados de ninguna manera a mi fanfic de Inocencia Oscura, asi para que lo tengan presente. Ojala les guste esta, es lo que sucede cuándo los niños hacen preguntas inocentes que solo arman confusión  emot040 emot040 emot040 emot040 emot040

Relato 2

Preguntas Inocentes

Protagonsitas: Tamara y su Familia

¿De dónde vienen los bebés?
A sus cinco años de edad, la pequeña Tamara se había comenzado a preguntar muchas cosas y una de ellas era de dónde venían los bebes.
Todo comenzó un día mientras veía la televisión con su hermana mayor, Skyler. Ambas estaban recostadas sobre la cama de la habitación de Tamara viendo las caricaturas, cuándo de pronto, una cigüeña apareció en la pantalla, llevando en su pico un pequeño saco con un bebé en su interior. Los grandes e inocentes ojos negros de Tamy, iguales a los de su padre, brillaron al presenciar tal maravilla y una sonrisa se extendió por su dulce boca de niña.
Su pequeña mano alcanzó el vestido de su hermana y tiró de el con fuerza, demandando atención.
Skyler sonrió ante la insistencia de su querida hermana menor y preguntó:
-¿Qué sucede Tamy?
La pequeña Tamara apuntó a la pantalla y dijo.
-La cigüeña trajo un bebé_el entusiasmo escapaba de su dulce voz casi como el mar que se desborda en una playa.
Skyler sonrió aún más grandemente.
-Así es Tamy, trajo un bebé.
-¿Yo también llegué así? ¿Papi y mami llamaron a la cigüeña para que me trajera?_preguntó ella inocentemente mientras alternaba entre ver las caricaturas y mirar a su hermana mayor.
Ante esa pregunta, la sonrisa en los labios de Skyler desapareció en un suspiro. Verdaderamente no había estado preparada para que Tamara le hiciera tal pregunta y menos a los cinco años. No podía decirle que no, que la cigüeña no traía bebes, pero tampoco podía decirle como se hacían, ¡ensuciaría su mente!
-B-b-bueno…ehhh…Tamy…los bebes…
Tamara se inclinó más hacia Skyler con sus grandes ojos brillando por conocer la respuesta.
Skyler se mordió el labio, siendo incapaz de responder. Gabriel y Francesca estaban bajo tierra descansando, no podía contar con ellos para esto. Al no encontrar una salida, simplemente dijo:
-Porque no vas y le preguntas a Drusilla, creo que ella puede responderte_Skyler casi se muerde la lengua al decir eso. Delegarle la responsabilidad a su ama de llaves. Gabriel y Francesca tendrían mucho de que conversar con Tamara cuándo se despertaran.
-¡Eso haré!_dijo Tamara entusiasmada, para luego bajarse de la cama y salir corriendo de la habitación, cuál cohete. Bajó las escaleras y se dirigió directamente a la cocina, dónde sabia que Drusilla estaba siempre.
En ese momento, el ama de llaves estaba viendo las telenovelas en el televisor que estaba en la pared mientras cortaba cebollas. Las lágrimas se deslizaban por sus ojos con cada corte que hacía.
-Tontas telenovelas que me hacen llorar_se dijo a si misma, para luego agarrar un pañuelo y así limpiarse las lágrimas.
-¡Tía Drusi!
Ante el repentino grito entusiasta, la mujer casi se corta el dedo con el cuchillo. Drusilla desvió la mirada de la telenovela para ahora enfocarse en la dulce niña de cinco años que se acercaba a ella dando saltitos.
La mujer sonrió y cogió a la pequeña en brazos para sentarla junto a ella.
-¿Por qué estas llorando, tía Drusi?_sus pequeños dedos le acariciaron la mejilla húmeda por las lágrimas_¿Te cortaste?_le revisó las manos para ver si se había hecho algún corte.
Drusilla simplemente negó con la cabeza y le dio un beso en lo alto de los oscuros rizos que adornaban su cabeza. Ésa niña no podía ser más adorable.
-Nada de que preocuparse, Tamy_le aseguró con sinceridad_¿Que haces aquí? Pensaba que estabas viendo las caricaturas con Skyler.
-Tía Drusi yo quiero preguntar algo_dijo fuertemente y con la misma sonrisa de niña que de costumbre mientras sus pies se balanceaban en el aire.
-Pues pregunta lo que gustes, pequeña Tamara_le dijo con una sonrisa antes de coger el cuchillo para seguir con su labor.
Los ojos de Tamara brillaron de dicha y emoción.
-Tía Drusi, las cigüeñas traen los bebes, ¿verdad? ¿Una cigüeña me trajo también?
Ante las preguntas, Drusilla se detuvo en su labor y la observó unos instantes, para luego romper a reír.
-¿Una cigüeña?_negó con la cabeza_Pequeña Tamy, ¿quién te ha dicho algo semejante?_Los infantes y sus preguntas, pensó Drusilla. Sin embargo le alegraba que la pequeña fuera tan viva de mente y fuera quemando sus etapas cuándo le correspondía. Antes de que la niña pudiera responder, Drusilla continuó_Pues no, querida. La cigüeña no trae bebes, los bebes se hacen.
Los ojos de Tamara se abrieron de la impresión y su boca formó una perfecta “o”. Así que la cigüeña no traía bebes. Los bebes se hacían, pero…
-Tía Drusi, ¿Cómo se hacen los bebes?
Por segunda vez en el día, Drusilla se detuvo y se quedó estática. Maldición, la pregunta le había agarrado por sorpresa pero debió haber predicho que aquello vendría. Tamara era muy curiosa y quería saber todo lo que pudiera, pero Dios, ¡era solo una niña!
¿Cómo demonios iba a salirse de esta? Faltaba poco menos de una hora antes de que sus señores despertaran, pero sabía que Tamara no se quedaría tranquila hasta entonces. Tenía que inventar algo.
Su mirada se dirigió entonces a la niña cuyos ojos estaban enfocados en la pantalla del televisor sin parpadear. Drusilla se dio cuenta de que lo que atraía la atención de la pequeña era que los protagonistas de la telenovela estaban compartiendo un apasionado beso. Eso le dio a la mujer su salvación.
-Con un beso _ respondió Drusilla secamente_Los bebes se hacen con un beso entre un hombre y una mujer que se aman mucho.
Tamara casi salta de su asiento al oír eso. ¡Sus papas la habían hecho con un beso! Ella sabía que se amaban mucho y que por eso habían logrado tenerla.
-¡Gracias tía Drusi!_la niña se tiró a los brazos de su ama de llaves y después de darle un abrazo y un beso en la mejilla, se bajó del asiento y se retiró de la cocina satisfecha, sin saber que Drusilla no se había quedado igual, sino más bien preocupada. ¿Qué le diría a sus señores cuándo Tamara comenzará a decirle como se hacen los bebes? Bien, parecía que tendría que pensar en algo y pronto.


-Eres un loco. Es temprano todavía como para que hubieses venido. Pudo haber sido peligroso para ti_A pesar de la severidad percibida en  su cálida voz de soprano, Skyler se sonrojó frente al imponente hombre de los cárpatos de los fríos ojos azules quién hacía solo unos minutos, se había materializado en el salón. A pesar de que ya tenía diecinueve años bien cumplidos y de que había comenzado a superar su trauma poco a poco, la reacción que su compañero le producía seguía siendo la misma de hacía unos años atrás. Su corazón latía desbocado y su centro palpitaba de necesidad por él.
Dimitri simplemente sonrió y le cogió la mano entre la suyas de mayor tamaño para plantarle un beso en el dorso. Su pequeña compañera, tan hermosa y tan frágil, pero más que nada hermosa.
-Tenía que llegar antes_le aseguró con su masculina y hermosa voz mientras la observaba con la misma mirada llena de amor y deseo que de costumbre_ Cada vez que vengo cuándo tu padre ya está despierto, tengo serios problemas. Y no te preocupes por mí, pequeña, estoy bien.
Skyler sonrió tímidamente sintiendo la caricia que él le hacía en el dorso de su mano con sus masculinas manos. El calor se propagó por su joven cuerpo llenando cada rincón de este al punto que la presión la hicieron suspirar.
Se mordió el labio inferior con sus pequeños dientes antes de permitirse a si misma hablar.
-Me alegra mucho_dijo con sinceridad y nerviosismo_Y tengo que decir que llegaste en un momento adecuado_su mirada descendía constantemente porque simplemente no podía mirarlo a los ojos durante mucho tiempo sin sentir algo fuerte en su interior extendiéndose hacia él, queriendo tocarle. Simplemente le ponía muy nerviosa tenerlo cerca_Francesca y Gabriel aún no se despiertan.
Dimitri le enarcó una ceja sin dejar de sonreír. Sabía perfectamente que ése horario era el adecuado para ir a verla sin que Gabriel estuviera gruñéndole y amenazándolo como de costumbre. Además, podía hacer cosas con ella que no podría hacer si sus padres estuviesen despiertos. Y creyó que lo mejor era no perder el tiempo en meditarlo.
Skyler no alcanzó a notar cuándo su espalda estuvo apoyada contra la pared del pasillo que conducía hacia el salón principal. El rubor se le hizo aún mayor cuándo vio como los brazos se Dimitri pasaron a formar una jaula a ambos lados de ella, impidiéndole toda escapatoria.
Ella dejó escapar un pequeño jadeo y tragó saliva nerviosamente.
-Dimitri… ¿Qué crees que estas…
Los labios de él atraparon los de ella antes de que pudiese terminar su frase y de ahí no hablaron más.
A pesar de lo dolorido que se sentía por ella al no poder reclamarla aún, Dimitri se sentía orgulloso de al menos poder disfrutar de tal dulce consuelo que Skyler había sido capaz de obsequiarle desde que cumplió los dieciocho años. Cada vez que lo hacía, sentía que su amor por ella, su deseo y su lujuria crecían a un nivel tan alarmante que llegado a un punto, habían veces en que debía soltarla y alejarse de su compañera para no poseerla como su cuerpo se lo exigía. Sin embargo, Dimitri empleó toda la fuerza de voluntad que poseía precisamente para que sus emociones no le echaran a perder el momento mientras disfrutaba de su pequeño paraíso con Skyler.
Estando ambos al interior de su burbuja, no lograron percatarse de que un par de grandes e inocentes ojos negros los observaban total y completamente fascinados desde un rincón. Tamara no dijo nada mientras los miraba y en seguida recordó la imagen de la telenovela que estuvo viendo en la cocina junto a Drusilla. Pronto, la pequeña niña curiosa abandonó la habitación silenciosamente, dejando solos a su hermana y a Dimitri para que disfrutaran de su privacidad.


-Puede que no coma comida de humanos, Drusilla, pero lo que cocinas huele muy bien_le aseguró Gabriel con una deslumbrante sonrisa mientras veía como Francesca ingresaba a la cocina en dónde ambos se encontraban después de haberse arreglado un poco.
Drusilla sonrió sin dejar su labor de revolver el contenido de la olla.
-Muchas gracias, señor. Ojala pudiera probar un poco.
Francesca se acercó a su compañero y dijo:
-Ojala pudiéramos todos, pero sé que Skyler y Santino lo disfrutaran mucho_dijo con su voz cálida de siempre.
Gabriel atrajo a su compañera a la seguridad de su cuerpo antes de plantarle un beso en su garganta, justo sobre su hermoso pulso. Este latió desbocado por el simple toque de su boca y pronto se encontró deseando a su compañero otra vez. Gabriel se percató de esto y continuó su asalto decidido a asegurar su sumisión absoluta ¡Gabriel ya es suficiente! ¡Deja de calentarme la sangre!
Creo que fue mala idea que abandonáramos nuestra habitación. ¿Por qué no regresamos?
Olvídalo, tengo mucho que hacer y ya me distrajiste suficiente. Ve a jugar con tus hermanos y déjame en paz.
Antes de que Gabriel pudiera decir algo, Tamara entró en la cocina dando saltitos. No pasó mucho antes de que se diera cuenta que sus padres estaban ahí.
-¡Papi! ¡Mami!
Ella corrió hacia su padre quién la cogió en brazos y la alzó como si fuera una simple muñeca.
-Mi angelito_le dio un beso en su blanca mejilla y le acarició sus rizos oscuros_¿Nos extrañaste mucho?
-Mucho papi_le aseguró ella con una sonrisa y luego estiró los brazos con dirección a Francesca_Mami.
Francesca sonrió y cogió a su hija entre sus brazos. Su pequeño milagro, que gracias a Dios había sobrevivido los primeros años de su joven vida.
-Mi princesita, ¿Cómo estas? Dime que has hecho hoy_su mirada entonces vio hacia todas partes al darse cuenta de que faltaba alguien_¿Donde está, Skyler?
Drusilla negó con la cabeza.
-No se, señora. Hace un rato estuvo con Tamara viendo las caricaturas en su habitación, pero no la he visto_respondió simplemente y siguió cocinando.
Gabriel frunció el ceño y dejó escapar un gruñido.
-Ese hombre lobo esta aquí_sus dedos agarraron la mesa y amenazaron con romper la madera_Puedo sentirlo.
Francesca bufó exasperada ante el comportamiento de Gabriel. Siempre cuándo venía Dimitri, pasaba lo mismo: él se enojaba con el compañero de su hija, pasaba amenazándolo y no lo dejaba en paz. Y ella tenía que estar ahí para distraerlo y así permitirle a su hija y a Dimitri un poco de privacidad. No sabía cuándo sería el día en que Gabriel finalmente entendiera que las cosas eran así y que no iban a cambiar.
-Si Dimitri está en casa, entonces lo más probable es que esté con Skyler_Francesca le cogió el brazo cuándo notó que había dado un paso para abandonar la cocina en busca de su otra hija_Ni siquiera lo pienses, Gabriel_le advirtió con severidad_ Déjalos en paz, ambos necesitan estar juntos un rato sin que los molestes.
-¡¿Cómo puedes confiar tan ciegamente en él, Francesca?!_le recriminó él_Solo Dios sabe lo que ambos pueden estar haciendo en este minuto.
-¡Están haciendo un bebé!_gritó de pronto Tamara con entusiasmo.
Las palabras de la pequeña fueron suficientes para desencadenar una serie de eventos. Drusilla tiró al suelo la vajilla que traía en las manos, la cual se hizo mil pedazos cuándo tocó la dura superficie. Francesca gimió y Gabriel se quedó sin habla.
La mujer de los Cárpatos fue la primera en recuperar el habla.
-¿Qué cosa, Tamara?_guardó un poco de silencio, aún sin poder procesar bien las palabras de su hija. ¿Cómo sabia ella que…_¿Como sabes que ellos…
-¡Ese lobo ya esta muerto!_fue lo último que Gabriel dijo antes de abandonar la cocina antes de que Francesca pudiera hacer o decir algo para detenerlo. A pesar de la impresión, Francesca lo siguió con Tamara en los brazos para evitar que cometiera una estupidez y Drusilla decidió hacer lo mismo.

-Lo siento…se me debilitaron las piernas_se disculpó Skyler con voz bajita mientras se sostenía de los fuertes hombros de su compañero. Sus piernas se sentían de goma y no podía mantenerse estable.
Dimitri negó con la cabeza y le plantó un beso en la frente para luego cogerla entre sus brazos.
-No te disculpes_le aseguró con amabilidad y dulzura. Comenzó a caminar con su compañera firmemente contra su pecho hasta el sofá, dónde la depositó cuidadosamente para que se sentara. No era la primera vez que le sucedía eso. Cada vez que la besaba con demasiada pasión, llegaba un momento en que a Skyler se le debilitaban las piernas y acababa cortando el beso bruscamente al sentir como su cuerpo ya no conseguía quedar de pie_Creo que aún tenemos que trabajar en un par de cosas_deslizó sus labios sobre la cálida y sonrojada mejilla de ella, rodeándole los hombros con su brazo para atraerla contra su cuerpo.
Skyler cerró los ojos, dejándose llevar por la dulzura y el cariño como él le estaba acariciando con su boca. Pronto se escuchó a si misma gemir ligeramente cuándo lo sintió lamerle el pulso.
-¡¿Qué demonios creen que…
Ante el grito de Gabriel, Skyler se separó bruscamente de Dimitri, pero no lo suficiente para alejarse demasiado de él. La pareja observó a la leyenda quedarse callado y estático y tras ellos estaban Francesca, Tamara y Drusilla observándolos.
Gabriel los apuntó a los dos y de ahí miro a Francesca y luego a Dimitri, quién le observaba curioso y con una ceja alzada preguntándose que le había pasado a su suegro.
-Pero si…ustedes…y Tamara nos dijo que…_verdaderamente Gabriel ya no entendía nada. Su hija había dicho que ambos estaban haciendo un bebe, pero ni Dimitri y Skyler tenían aroma de sexo en sus cuerpos. A juzgar por los hinchados labios de su hija mayor, Gabriel supuso que solo se habían besado.
Tamara sonrió y miró a Skyler.
-¡Hermana! ¿Ya hicieron al bebe?
Skyler dejó escapar un gemido y Dimitri se atragantó con su propia saliva al escuchar eso.
-¿Bebe? ¿Qué bebé?_Skyler se sonrojó aún más de solo imaginarse haciendo un bebé con su compañero. Mantuvo su mirada en su hermana pequeña para no mirar a Dimitri. Dios que vergüenza lo que estaba pensando_Tamy, ¿de que estas…
-Yo lo vi_el semblante de Tamara adoptó ahora una imagen triste y parecía a punto de ponerse a llorar_Estaban dándose un beso con mucho amor, pero no veo al bebé. ¡Quiero ver al bebé!
Gabriel y Francesca suspiraron más calmados al oír eso al igual que Dimitri. Estos niños y sus ideas, cielos.
-Tamara, pequeña_comenzó Dimitri de la forma más amable y cálida que pudo_Los bebés no se hacen con un beso.
-Pero…Tía Drusi me dijo que los bebés se hacían asi_aseguró Tamara con su dulce voz ahora triste.
Drusilla no dijo nada cuándo sintió la mirada de todos atravesándola. Si, había metido la pata hasta el fondo.
-No me culpen_dijo la ama de llaves con decisión_Es solo una niña, no podía decirle como se hacían los bebes cuándo vino a preguntarme.
Tamara miró a Drusilla y luego a su padre y luego a Drusilla nuevamente.
-¿Entonces…los bebés no vienen de los besos?_Drusilla negó con la cabeza y luego de eso Tamara miró a su padre_Papi, ¿Cómo se hacen los bebés?
Gabriel jadeó y miró a Francesca en busca de apoyo. Ella solo sonreía mientras pensaba en como su pequeña estaba creciendo y solo bastó una confusión de una pregunta inocente para darse cuenta de ello.

Les gusto????? jejejejeje el siguiente involucra a la familia Dubrinsky, digase Vladimir, Sarantha y Mikhail. Besos  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024

claudybt

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Darky si la doña tiene un equipo que la ayuda yo voto para que los eche a todos a patadas y te contrate a ti!!! escribes buenisisisisisiismo!!!! muy linda historia!!! me encanto!

maritere

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Darky si la doña tiene un equipo que la ayuda yo voto para que los eche a todos a patadas y te contrate a ti!!! escribes buenisisisisisiismo!!!! muy linda historia!!! me encanto!


Darky yo tambien dijo lo mismo,cada dia te superas y bien haria la señora en contratarte.

the dark mide

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Gracias chicas por sus bellos comentarios  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 pero conociendo a la doña, desecharía todas mis ideas  :emot002: :emot002: :emot002: :emot002: :emot002: pues bien, avanzamos rápido y he aqui el tercero de los relatos. Aqui nos fuimos nuevamente atras en el tiempo dónde el príncipe Vladimir Dubrinsky y su compañera Sarantha seguían con vida. Veamos que sucede en ésos años cuándo ella estaba embarazada de Jacques. Besos y ojala les guste  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024

Relato 3

Paciencia

Protagonistas: Vladimir, Sarantha y Mikhail.

-Me preocupa mucho. ¿Esta bien?
-Tan bien como una mujer feliz puede estarlo, hijo mío.
Mikhail suspiró exhausto y aún no conforme con las palabras de su padre. No sabía como su progenitor podía estar tan calmado mientras que él era un total manojo de nervios ambulante.
Vladimir dejó su trabajo en el escritorio y observó a su hijo al captar el eco de la preocupación en sus pensamientos.
-Tranquilízate, Mikhail. Ella está bien, no debes preocuparte.
-A veces no te entiendo, padre_le confesó Mikhail con voz seria. A pesar de todas las responsabilidades como príncipe y más aún siendo padre y esposo, Vladimir siempre parecía tan tranquilo y con mucha calma. Supuso que era por su habilidad de predecir el futuro lo que le hacía mantenerse tan en paz, ya que sabía lo que vendría más adelante._Tu eres quién debería estar tan nervioso, no yo.
-¿Nervioso de que, hijo mío?_preguntó una dulce voz femenina a sus espaldas.
Tanto Mikhail como Vladimir fijaron sus miradas en la hermosa y menuda mujer embarazada que en ése momento atravesaba el umbral del estudio del príncipe. Sus manos delicadas, de finos y delgados dedos, acariciaban su gran barriga con afecto y amor mientras que sus ojos grandes y brillantes, llenos de felicidad y de cansancio se enfocaban en los hombres más importantes de su vida.
Antes de que Mikhail pudiese decir algo, su padre se adelantó.
-Sarantha, deberías estar descansando en nuestra habitación_Vladimir se levantó de su asiento y caminó hacia su compañera a quién sostuvo amorosamente de los brazos_Regresa a descansar y deja que Johanna te cuide y te mime un poco. Tan pronto como termine mis labores, estaré contigo.
Sarantha lo miró con ojos de amor y suspiró. Jamás creyó que acabaría siendo la compañera de un hombre como Vladimir, pero no podía sentirse más que feliz por ello.
Cogió la mano de su compañero y la colocó sobre su barriga.
-Este pequeño es algo demandante_dijo con dulzura_ Quiere un poco de aire y yo también.
-No deberías salir, madre_Mikhail entonces se acercó a sus padres, tomando lugar junto a Vladimir_Hazle caso a mi padre y ve a descansar. No se para que tienes una nodriza sino la usas como corresponde.
Sarantha entonces frunció el ceño.
-Cuida tus palabras, hijo mío. Recuerda que tú alguna vez estuviste en el lugar de tu hermano y eras tanto o peor de inquieto que él_le dijo con voz firme y autoritaria.
Mikhail le alzó una ceja.
-¿Me estas recriminando por lo que hice cuándo estuve en tu vientre?
-Solo te lo estoy recordando, no recriminando, querido hijo.
Vladimir sonrió y entonces negó con la cabeza para luego mirar a su hijo.
-Que esto te sirva de lección, Mikhail. Algún día estarás en la misma posición que yo_se acercó y le dio un tierno beso a su compañera en los labios. Simplemente no sabía si podía amarla más de lo que ya la amaba_Bienvenido a las maravillas del embarazo. Un periodo dónde hasta la mujer más dulce, compasiva y amable se transforma en vampiro por derecho propio.
Sarantha sonrió irónicamente y después de dedicarle una mirada a su hijo, la centro en su compañero.
-Y es también un periodo dónde el celibato les enseña una lección a los hombres pomposos y autoritarios que creen que pueden dominar todo.
-Sarantha.
-Ya me escuchaste, mi señor. Mejor regresa tu trasero real a trabajar mientras yo satisfago mis propias necesidades afuera en el jardín_alzó la barbilla con gesto desafiante antes de darse vuelta y caminar el dirección a la salida del castillo.
Vladimir quedó sin habla durante unos instantes. Su compañera siempre lo dejaba aturdido cuándo estaba en ése periodo tan delicado.
-¡Espera! No puedes salir sola.
Sarantha se detuvo y se giró furiosa. La mirada que les dio a su compañero e hijo los dejó a ambos helados.
-¡No estoy sola!_aseguró con firmeza y luego apunto a su barriga_ ¡Estoy con mi hijo!_y sin decir más, abandonó el salón para dirigirse a la salida del castillo.
Mikhail suspiró y colocó una mano sobre el hombro de su padre.
-Ciertamente, padre, no envidió todo el trabajo que tienes_sonrió un poco_Especialmente este.
Vladimir le dirigió una mirada de reproche a Mikhail.
-Oh, pero ya lo tendrás. Solo es cuestión de tiempo_negó con la cabeza y regresó a sentarse a su asiento tras el escritorio_No me malentiendas, hijo mío. Tu madre es sencillamente una persona adorable, cálida, amable y compasiva. Sin embargo, en estos periodos es cuándo preferiría pasar matando vampiros que enfrentándome a ella.
Mikhail frunció el ceño y miró con curiosidad a su padre.
-¿En verdad es tan…terrible como dices?
Vladimir suspiró y con el dedo le apuntó a su hijo que se acercara. Mikhail se arrodilló frente a él, incapaz de permanecer tan cerca de él estando de pie por respeto.
-Digámoslo de esta forma_comenzó Vladimir con voz seria_Cuándo tu estabas en el vientre de tu madre, ella me amenazó con un puñal cuándo estábamos en la cama.
Mikhail dejó escapar un jadeo de espanto.
-¿Quiso apuñalarte?
-No, peor que eso_dijo Vladimir aún más seriamente_Quiso castrarme y créeme, no quiero volverme a enfrentar a eso, así que necesito pedirte un favor_tragó saliva y colocó una mano sobre su hombro_Ve y acompáñala. Tú eres su hijo y no se atreverá a amenazarte con castrarte como lo hizo conmigo.
Mikhail se alzó y miró hacia la entrada, en dónde su madre había estado minutos atrás.
-No estaría tan seguro de eso, padre.


Sarantha estaba sentada en la grama del jardín con la mirada puesta en el cielo, mientras acariciaba su redonda barriga. A su alrededor sólo se oía el ruido de los insectos y del blandir de espadas en los campos de entrenamiento cercanos.
-¿Madre?
Sarantha miró hacia atrás y vio de pie a Mikhail, quién le observaba a través de sus oscuros ojos con un poco de preocupación pero también con amor, el amor que siempre le había tenido a su querida madre.
La mujer palpó un lugar junto a ella con su mano libre.
-Ven y acompáñame, hijo mio_le pidió con dulzura y solo ahí Mikhail, pudo respirar en paz al darse cuenta que su madre no estaba enojada.
Él obedeció y se sentó a su lado, estando ambos en silencio durante largos minutos. Entonces Sarantha suspiró y dijo:
-Tu hermano quería salir, ¿sabes? Deseaba mirar la noche y sentirla. Solo quise cumplir su deseo_su mirada se tornó de pronto vidriosa y con eso, Mikhail casi cayó en pánico.
-¡Madre!
-Estoy tan asustada, Mikhail_le confesó ella con lágrimas rojas cayendo de sus ojos y bañando sus mejillas_Él quiere salir, ya no quiere seguir más al interior de mi cuerpo. Esta muy impaciente por conocer el mundo, pero yo no quiero dejarlo todavía, no es tiempo y temo no poder protegerlo cuándo salga de ahí. No quiero que le pase nada, Mikhail, es tan pequeño.
En ese instante, Mikhail supo que definitivamente él y su padre habían estado en un error. Se habían preocupado más de la seguridad de Sarantha, al punto en que le habían impuesto el quedarse descansando, pero nunca le preguntaron verdaderamente que era lo que le sucedía o como se sentía. Habían pasado a llevar totalmente el corazón de aquella mujer.
La mirada de Mikhail se dirigió entonces a la barriga de su madre, dónde su hermano estaba desarrollándose y creciendo lentamente. Una vez él estuvo ahí y supuso, según las palabras de su propia madre, que él también había sido algo demandante e inquieto. Los hombres nunca sabrían lo que siente una mujer cuándo carga a una vida en su interior, ni tampoco sabrían los miedos que aquello conlleva. Pero ahora, Sarantha necesitaba ayuda y Mikhail se decidió a no pensarlo dos veces.
Su rostro descendió lentamente a la barriga de su madre, hasta que su mejilla y oído estuvieron sobre este y comenzó a acariciar el bulto como lo había estado haciendo Sarantha minutos atrás. Mikhail sabía que no solo estaba acariciando una parte del cuerpo de su madre, sino que estaba acariciando a su hermano menor.
-Hermanito_comenzó él a hablarle. Tenía mucho que decirle_Sé que deseas salir y conocer el mundo. No tienes idea de con cuanta ansia estamos esperando tu llegada, pero…estas poniendo un poco nerviosa y preocupada a nuestra madre. Por eso te pido que vayas con calma, no apresures tu llegada a este mundo. Quédate dentro de nuestra madre y disfruta de su amor, porque ella te ama mucho, ¿sabes?. A pesar de que nunca lo diga, sé que te extrañara sostenerte tan cerca. Disfruta de eso, hasta que el mundo este listo para ti_terminó su discurso con un beso.
Sarantha sonrió orgullosa de su querido hijo y acarició su cabeza con gratitud. Poco tardó en darse cuenta, que Jacques, como así decidió que le pondría a su siguiente hijo, se quedaba quieto y tranquilo.
-Hijo mio, a veces me sorprendes_le cogió el rostro entre sus cálidas manos y le plantó un beso en la mejilla.
Mikhail sonrió y se encogió de hombros.
-No es nada, madre_confesó él_ Y a propósito, deberías dejar de asustar a mi padre.
Por primera vez en toda la noche, Sarantha dejó escapar una carcajada.
-Ay, hijo mío. El miedo resulta saludable para un hombre de la edad de Vlad_le guiñó el ojo y comenzó nuevamente a acariciar su gran barriga_Vine hasta aquí porque es lo que hice contigo. Asi mismo, estuve aquí viendo el cielo mientras te sostenía_suspiró_Mira hacia arriba, hijo mio y dime lo que ves.
Mikhail hizo exactamente lo que le pidió, aunque la respuesta era bastante obvia.
-Veo la luna.
-Así es, ¿no te parece hermosa?_Sarantha atrajo a Mikhail contra su cuerpo y comenzó a acariciar su cabeza como si aún fuera el niño pequeño que alguna vez fue_ Algún día, Mikhail. Tu estarás junto a tu compañera viendo la luna exactamente como tu y yo lo hacemos en ése instante. Y cuándo ése día llegue, te acordaras de mi_le dio un beso en la frente, sellando así sus palabras
Siglos más tarde…
Mikhail suspiró mientras observaba la luna llena que se alzaba en el cielo mientras sostenía a Raven contra su cuerpo y recordaba las palabras de su madre aquella noche.
-Mira la luna, Mikhail. ¿No te parece hermosa?_le preguntó Raven con dulzura para luego besarle la mejilla con cariño.
El príncipe de los Cárpatos sonrió y le devolvió el beso en su cabeza.
-Así es, está muy hermosa_coincidió él y entonces acarició la redonda barriga de su compañera, dándole su cariño a la vida que cargaba en su interior_El mundo espera por ti, pequeña, pero no hay apuro….no hay apuro para nada.

El próximo relato involucra a Gregori Daratrazanoff y a sus hermanos. Besos a todas  emot024 emot024 emot024 emot024



pecas71

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Preciosas tus historias darky, me gustaron mucho, Pobre Celeste, cuanto tuvo que esperar por Erick. No sabes que risa me dio la pequeña Tamara, jajaja, y Mikahil con sus papas, me encanto.

Espero que la historia de Gregori y su hermanos no tarde mucho.

Gracias por compartir un pedacito de tu imaginación con nosotras. Me siento honrada por poder leerte. :emot008:
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the dark mide

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Preciosas tus historias darky, me gustaron mucho, Pobre Celeste, cuanto tuvo que esperar por Erick. No sabes que risa me dio la pequeña Tamara, jajaja, y Mikahil con sus papas, me encanto.

Espero que la historia de Gregori y su hermanos no tarde mucho.

Gracias por compartir un pedacito de tu imaginación con nosotras. Me siento honrada por poder leerte. :emot008:


Y a mi me honra que me lean  emot024 emot024 emot024 emot024 el de Gregori ya esta listo, pero quiero esperar que otras chicas lean primero los dos ultimos relatos antes de subir el de Gregori. Me alegra que te hayas entretenido con estos primeros tres, gracias por tomarte el tiempo de leerlos  emot040 emot040 emot040 emot040 emot040

sonne

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Preciosos Darky  emot035 emot035 emot035 me ha encantado sobre todo el de Tamara  :emot002: :emot002:

kira

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me han encantado Darky, sobre todo el de Tamara. Como me he reido al leerlo  :emot002: :emot002: :emot002: :emot002:

Espero el siguiente con impaciencia  emot026

claudybt

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Me uno a la opinion de todas! Escribes maravillosamente bien!! espero el otro con ansias...

the dark mide

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Gracias a todas, chicas. Pues bien seguimos, el siguiente relato involucra a Gregori y a sus queridos hermanos. Esta es una valiosa leccion para todas: a veces debes escuchar a tus hermanos menores  emot040 emot040 emot040 emot040

Relato 4

Siempre escucha a tus hermanos menores

Protagonistas: Gregori, Lucian, Gabriel y Darius Daratrazanoff y Savannah.

-Si quieres, puedo…
-No, puedo hacerlo.
-…llamar a Gary o…
-No, Savannah, puedo hacerlo.
-¿Y lo harás de la forma normal?
-Ehh…
Savannah suspiró y se colocó las manos en las caderas.
-Quiero que esto se haga de la forma normal, Gregori_le enfatizó la palabra normal para que le quedara bien claro_Nada de salidas fáciles. Quiero que nuestras hijas aprendan lo que significa el trabajo duro y esforzado y eso implica…
-No lo digas.
-Nada de magia, Gregori. Es de la forma normal o nada_fué hacia la cuna y cogió a sus dos pequeñas hijas, Anastacia y Anya.
Gregori gruñó incapaz de creer que ella estuviese haciéndole eso, debía estar loca.
-Porfavor, Savannah, sé razonable_le suplicó él mientras tomaba una gran caja y depositaba el contenido sobre la alfombra del salón_Es imposible que…
-Nada es imposible, si te lo propones, Gregori_le interrumpió ella al mismo tiempo que caminaba hacia la puerta_Prometeme que lo harás del modo normal, mi amor.
-Pero, Savannah…
La mujer de los Cárpatos le levantó la mano para que no hablara más.
-Estoy segura de que les enseñaras algo bueno a nuestras hijas con esto, Gregori_dijo para luego abrir la puerta_Te doy tres horas para que termines o créeme, tomaré a mis hijas y regresaré a la casa de mis padres.
-¡Savannah!
-¡Tres horas, Gregori!_fué lo último que dijo antes de irse, cerrando la puerta de manera estridente.
Gregori se quedó estático durante unos instantes mientras procesaba lo que su compañera le había dicho. ¡Era imposible que consiguiera hacer el trabajo en tres horas! Y mucho menos sin magia. Savannah le había despojado de sus habilidades completamente, ¿Qué podía hacer? Cogió las instrucciones que venían con las cajas, las miró y después las dejó a un lado. Con un suspiro comenzó a planear como haría todo al mismo tiempo que se dejaba un recordatorio mental de matar a Mikhail por la forma en como educó a su hija.
Media hora más tarde, la puerta de la casa del Oscuro se abrió y Darius Daratrazanoff ingresó en ella. La mirada de éste se quedó helada al observar tal desastre. El salón se había vuelto de pronto un campo de guerra de color rosado y en el centro de la destrucción se encontraba la última persona que Darius pensaba que vería: Gregori.
-Ehh…si esto no fuera tan triste de mirar, habría sacado una foto.
Gregori gruñó y la casa se sacudió con su furia.
-Cállate hermanito y trae tu trasero directo aquí.
Darius se mordió el labio tratando de suprimir la risa que venía saliendo desde la profundidad de su garganta y cerró la puerta, para luego caminar en dirección a su hermano. En el trayecto cogió una pieza rosada y siguió su recorrido hasta estar a un lado de su hermano.
-Pues créeme que estoy más que feliz en ayudarte, querido hermano. Será todo un honor.
-Agarra más piezas y cállate.
Darius miró las piezas y luego frunció el ceño.
-¿Estas seguro de esto?_su mirada entonces se dirigió por toda la habitación buscando algo_¿No viene esto con instrucciones?
-No las necesitamos _ respondió secamente el Oscuro sin mirarle.
Darius se encogió de hombros.
-Si tú lo dices.
Gregori le quitó la pieza de las manos y le golpeó con esta en la cabeza. Darius siseó y le dirigió a su hermano una mirada de profundo reproche_Si no vas a ser de ayuda, Darius entonces lárgate.
Darius le arrebató la pieza de las manos.
-Si hago eso, Tempest pedirá mi cabeza en una bandeja_negó con la cabeza de solo recordar el rostro de su compañera antes de venir_Ella cree que tú y yo no pasamos el suficiente tiempo de calidad juntos.
Gregori sonrió sarcásticamente.
-Pues, no lo pasamos.
-Pues ve y dile eso_Darius estiró el brazo y cogió las instrucciones que estaban en el sofá_Sucede que me gusta mi miembro exactamente dónde está, muchas gracias_le mostró a Gregori las instrucciones_Creo que necesitamos esto.
Gregori suspiró y tomó un pedazo de papel desde el interior de una de las cajas. Lo observó un rato y luego, lo devolvió a la caja.
-No, podemos hacerlo nosotros_miro a su alrededor y apuntó a un lado de Darius_¿Puedes pasarme ésos stickers?
-¡Gregori!
Los ojos de ambos se giraron hacia la puerta dónde Lucian Daratrazanoff ingresaba a través del umbral. Al igual que Darius, se quedó impresionado al ver el desastre. Ya no quedaba nada de lo que alguna vez fue el hermoso salón de Savannah.
-Wow, que vampiro hizo este desastre_dijo sin dejar de observar la cantidad de piezas rosadas y moradas regadas por todo el suelo.
-No empieces, Lucian_le advirtió Gregori de manera seria_Ninguno de los dos estamos de humor para bromas.
-Eso noté _ respondió él mientras se movía hacia dónde estaban sus hermanos_Supongo que sabes que hay formas más simples de hacer esto.
-Savannah no me lo permitió_le confesó Gregori con más piezas en la mano y unos paquetes con papeles en su interior_Es de la forma normal o nada.
Lucian dejó escapar una carcajada.
-¡Pues entonces fallarás hermanito!_se inclinó un poco para recoger un par de piezas del suelo_Dejáme enseñarte como un verdadero guerrero hace esto.
Darius se aclaró la garganta al mirar lo que su hermano mayor hacia y dijo.
-Ehh…Lucian, puedo decir algo.
-No te he dicho en ningún momento que sujetaras tu lengua_le respondió Lucian sin mirarlo mientras trataba de hacer encajar unas piezas.
-Y estoy más que agradecido por ello_Darius se mordió ligeramente el labio inferior antes de hablar_Pues…eso está al reves_entonces le apuntó a lo que tenía en la mano.
Lucian le dirigió una mirada fría de reproche y se dispuso a trabajar. Después de otra media hora de agonizante trabajo, Lucian decidió pedir la ayuda de su gemelo. Como Gabriel tenía dos hijas ya debía estar familiarizado con el trabajo.
-Déjame ver_pidió Gabriel a Gregori a pocos minutos de haberse materializado en el salón_Lo estás armando mal. Eso va al revés y ésa otra parte tiene punta, ¿en que demonios piensas Gregori? ¿Quieres sacarles un ojo a tus hijas?
Gregori bufó exhausto como para pelear más y le dejó todas las piezas al alcance de Gabriel.
-Si sabes tanto, entonces enséñanos como lo haces.
Gabriel le alzó una ceja a su hermano cuándo captó el eco desafiante en su seria voz.
-Oh, créeme que lo haré_Gabriel sonrió_A diferencia de ustedes, yo si tengo experiencia en éste campo.
Horas mas tarde…
-¡Porque…no….encajan!_Gabriel maldijo por lo bajo y negó con la cabeza.
-Talvez necesitamos las instrucciones_sugirió Darius por milésima vez en casi tres horas.
-¡NO!_le gritaron Gregori, Lucian y Gabriel al mismo tiempo.
-¡Somos guerreros!
-¡Somos hombres!
-¡Y estamos fallando!_dijo Darius con una voz el doble de autoritaria que la de sus hermanos_¡Que alguien me entregue las malditas instrucciones ahora!
Antes de que alguien pudiera decir o hacer algo, la puerta de la casa se abrió y Savannah ingresó con sus dos hijas.
-¡Estamos de vuelta, Gregori!
Gregori maldijo por lo bajo incapaz de creer que el tiempo se había acabado. Darius se acerco a su hermano mayor y dijo:
-Fue un gusto conocerte querido hermano_y al igual que un suspiro, se desvaneció.
Savannah ya había cerrado la puerta y al ver que todo seguía tal cual a como estaba antes de que se fuera, frunció el ceño y miró a Gregori se manera furiosa.
-¡Gregori!
Gabriel sonrió y al igual que Darius colocó una mano sobre el hombro de Gregori.
-Creo que…Francesca me está llamando, ehhh…_estaba al borde de la carcajada_Fué un placer conocerte, hermanito_y tal como Darius, se desvaneció.
Lucian no dijo nada, solo le sonrió a Gregori al igual que Gabriel antes de desvanecerse.
Al verse solo, Gregori maldijo a su familia. He ahí la grande y gloriosa hermandad. Hermandad y que diablos, todos salvan solo su trasero y ahora él debía salvar el suyo a como diera lugar.
-Savannah…espera…puedo explicarlo.
-¡Pues más te vale que sean buenas! ¡Te dejo tres horas para que armes dos triciclos y no puedes hacerlo, Gregori, por el amor de Dios, esto viene con instrucciones!
En ése momento Gregori quiso matar a Darius, ¡había tenido razón todo el tiempo!
¿Ves? Eso te pasa por no hacerme caso Escuchó como le decía Darius mentalmente.
Gregori le dio el equivalente mental a un gruñido y pasó casi dos horas explicándole a Savannah todo lo que sucedió. Al ver lo frustrado que estaba por no haber podido conseguir su cometido, Savannah retiró su amenaza de irse. Sin embargo, el castigo sería que él no podría abandonar la casa hasta que terminara de armar los triciclos a la manera normal.
Con las instrucciones en mano, Gregori se demoró exactamente tres horas en acabar de armar los triciclos para sus hijas.
Al verlas andar en ellos, Savannah lo abrazó y le dio un cálido beso.
-Me siento muy orgullosa de ti, Gregori_le dijo ella.
Gregori suspiró.
-Debí haber escuchado a Darius_aún se sentía un total imbecil por eso. Darius estuvo durante un buen rato diciéndole que necesitaban las instrucciones y él no le había querido hacer caso.
Savannah acarició su brazo para tranquilizarlo de su tormento y luego dijo:
-Que te sirva de lección, Gregori_le dijo Savannah con una sonrisa_ A veces es bueno escuchar a los hermanos menores.


Ojala les haya gustado,no les dire de que va el siguiente relato porque aun no lo tengo definido pero tratare de subirlo pronto. Besos a todas  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024


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