Autor Tema: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (10º Los Trovadores Oscuros)  (Leído 2210 veces)

claudybt

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Jajajjajajajja!!!! muy bueno el relato! pobre gregory!!! Esperamos el sig...

felqui26

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Me han gustado mucho, escribes muy bien, espero que te animes y y sigas con estas historias. emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037 emot037

antarita

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 emot035 emot035me encantaron las historias,  emot027 emot027definitivamente cada vez escribes mejor, creo que si sigues mejorando pronto dejaras sin trabajo a la Doña

claudybt

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Se acabaron los relatos????

the dark mide

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No, es que se me agotaron las ideas xD y ahora estoy buscando inspiracion para saber que otras escribir pero los relatos no se acaban hasta que yo diga que se acaban  emot040 emot040 emot040 emot040

[img]http://www.avataresyfirmas.co

claudybt

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Carta a la Señora Inpiracion...


                   Señora inspiracion, podria volver a rondar a darky... ya que la doña es un caso perdido... le pedimos que no abandone a quien nos ha entretenido con sus relatos... por fis porfis... regrese!!!! emot026 emot026 emot026 emot026 emot026 emot026

amigasole

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Muy buenos Darky ,   emot035 emot035

Gracias.

Un  emot024 a todas.
Se Feliz Siempre  Con Cariño Su Amiga Sole
"Nunca esta tan oscuro,  como poco antes de amanecer"

Sidhe-Seers

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Simplemente geniales Darky  :emot018:  :emot018:

Me encantó que hayas utilizado el flashback en los dos primeros, además de la mezcla amor, ternura y diversión en todos los relatos.

Y como me he reído con la pequeña e inocente Tamy... pobre Gabriel!!!  :emot002:   emot039

the dark mide

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Muy bien aqui vuelvo con otra historia. Esta va dias despues de la historia de Tamara, es un relato que en si es algo que quise incluir cuando recién comencé a pensar en escribir el fanfic de Inocencia Oscura, pero como cambie la trama nunca lo escribi asi que aproveché de hacerlo ahora en un realto corto. Espero que les guste  emot024 emot024 emot024 emot024

Relato 5

Amándote a Distancia

Protagonistas: Dimitri y Skyler

Dimitri acarició la peluda cabeza de su amigo recostado perezosamente a su lado mientras que sus ojos, dos brillantes zafiros llenos de recuerdos, llenos de secretos y llenos de dolor, se fijaban en la gran luna llena que se dejaba ver en oscuro cielo estrellado de la bella Francia.
El guerrero de los cárpatos se encontraba sentado sobre una inmensa colina, bajo un árbol intentando meditar acerca de su propia vida y poder buscar algo de paz, sin embargo, su mente se negaba a cooperar. En todo lo que pensaba, en todo lo que veía en su cabeza cada vez que cerraba los ojos y en todo lo que deseaba era en ella, su amada compañera, Skyler.
A estas alturas, él ya no sabía si lo que le pasaba era un sueño hecho realidad o su pesadilla más temida. Su pecho dolía de todas las emociones que le rasgaban como navajas, dejándolo desangrarse. No podía ser un malagradecido. La había encontrado, había encontrado a la otra mitad de su alma y solo eso debía ser motivo de su felicidad, no obstante, todo lo que sentía era tristeza y melancolía. No era justo. Ella estaba ahí, a solo unos kilómetros de distancia y aún así, no podía tenerla, no podía estrecharla entre sus brazos. Skyler le temía, le temía tanto como había temido de aquellos que le habían lastimado por muchos progresos que habían conseguido hacer. Como deseó que ella estuviese ahí, mirando la luna a su lado, con los brazos alrededor de su frágil y femenina figura, sintiéndola con él, poder amarla sobre esa grama verde y húmeda, mostrarle, enseñarle el placer que podía brindarle y todo el amor que era capaz de proporcionarle.
Ella era capaz de besarle sin sentir repulsión o rechazo, pero el que le permitiera tocarla era harina de otro costal. A pesar de que Dimitri se sentía agradecido de que su compañera hubiese progresado bastante en tan poco tiempo en lo que respectaba a su relación, se daba cuenta de que aún no era suficiente para él…ni para ella. Skyler aún estaba insegura con respecto a su sexualidad, a su propio cuerpo que despreciaba como fuera una aberrocidad y eso a Dimitri no le ayudaban para nada. Ella jamás le permitiría amarle si no se amaba a si misma antes.
Dimitri dejó escapar un hondo suspiro sintiendo su corazón retorcerse de rabia y frustración. El lobo a su costado, percibió su malestar y para ayudarle, le lamió la mano repetidas veces, todo con tal de suavizar un poco su enorme carga. El hombre de los cárpatos le sonrió a su amigo, agradecido de tenerle a su lado apoyándole en tan crudo momento. Necesitaba hacer algo, necesitaba ayudarla, necesitaba que ella consiguiera amarse para que así le permitiese a él amarla. La deseaba tanto, ardía por ella, su cuerpo estaba tan duro y pesado que apenas si podía concentrarse en otra cosa que no fuese querer tomarla, poseerla como debía.
De pronto, una idea llegó a su cabeza. Una idea tan repentina que Dimitri mismo se sorprendió de que al mismo tiempo fuese tan perfecta. Si, ahora sabía que podía hacer, pero le costaría muy caro. Sin embargo, estaba dispuesto a pagar el precio.
Con rapidez, Dimitri se levantó de su puesto y pronto ya no fue más un hombre, sino un gran lobo de ojos azules con brillante pelaje negro. Su peluda cabeza se alzó a los cielos, dejando escapar un aullido que acabó con la paz y el silencio de la noche. Era una promesa, una oscura promesa de que esta sería una noche llena de ardor y llena de pasión. Una noche que su compañera jamás olvidaría…

Skyler estaba media dormida cuándo sintió un ligero cambio en el ambiente de su habitación. No se sentía a peligro, sino que a otra cosa, algo dulce, empalagoso, masculino y muy atrayente.
Sin pensarlo dos veces, la chica se alzó, solo para encontrarse cara a cara con la mirada de su compañero, Dimitri. Él se encontraba parado a los pies de su cama, alto erguido y tan completamente seguro de si mismo como de costumbre. Se veía tan guapo que ella fue incapaz de evitar el súbito calor que se formó en su cuerpo y que coloreó sus mejillas de un color rojo carmesí.
Dimitri ladeó un poco la cabeza al observarla y sonrió. Amaba el rubor en sus mejillas, era tan adorable y sexy que sencillamente le dejaban sin aliento.
-Buenas noches, pequeña_dijo de manera cortés y firme.
Su voz, tan hermosa, tan masculina sacaron a Skyler un jadeo. Era increíble todo lo que su compañero podía hacerle con tan poco. Solo bastaba que él estuviese parado ahí para sentir su cuerpo tan caliente como si estuviese en el infierno mismo.
-Dimitri_susurró su nombre sintiendo sus cuerdas vocales de pronto sumamente pesadas, como si le impidiera hablar_¿Que haces aquí?
El hombre de los cárpatos no dio respuesta, simplemente rodeó la cama y se sentó a barde de esta, junto a ella, harto de la distancia que les separaba. Sus grandes y masculinas manos se acercaron al rostro de Skyler, acariciando con sus dedos la enrojecida piel de los mejillas mientras inhalaba su dulce aroma de mujer, dejándose embriagar y atraer por el. Olía tan deliciosamente bien que deseaba llevar consigo aquel aroma para siempre, pegarlo en su piel si fuese necesario.
-Quería verte, amor_en realidad la palabra era necesitar. Él necesitaba verla, tanto como un adicto necesita de su droga.
Ella abrió la boca para decir algo, pero pronto la cerró, al darse cuenta que no sabía que decir. Era de noche y él estaba ahí, junto a ella, en su habitación…Pronto su mirada se volvió una de un ligero temor cuándo pensó en otra cosa. Solos. Ellos estaban ahí solos.
Skyler trató de relajar el súbito temblor de su cuerpo al pensar en aquello último.
-No deberías estar aquí_su voz salió nerviosamente pero salió de todas formas_Si Gabriel se entera, te matara.
Dimitri rió un poco para si mismo.
-No te preocupes por tu padre, pequeña_le aseguró con su mágica voz_Él y Francesca están demasiado ocupados en sus asuntos para darse cuenta de que yo estoy aquí.
Entonces los ojos de ella se abrieron de par en par.
-¿Cómo sabes que ellos…
-¿En verdad quisieras saber, preciosa?_preguntó él antes de que ella pudiese terminar y se complació al ver que ella negaba con la cabeza_Muy bien, así está mejor. Pero creo que más que por tu padre, estas nerviosa de encontrarte sola conmigo, ¿no es así?
Skyler se sonrojó aún más al oír esto. Su lógica había dado en el clavo.
-No estoy nerviosa _ apuntó ella. No iba a dejar que él supiera que lo que había dicho era cierto.
Dimitri sonrió y se inclinó sobre Skyler, haciendo que ella se recostara sobre el suave colchón de su cama. Su rostro se introdujo en el hueco de su hombro, inhalando su esencia y dejando escapar el aire por su boca. Al sentir su cálido aliento sobre su garganta, ella gimió y se movió un poco dónde estaba.
-Mmmm que dulce _ murmuró él sensualmente sobre la piel de su cuello y pronto, su lengua acarició la piel expuesta, haciendo que ella gimiera aún más fuerte_Eres una pequeña mentirosa. ¿Crees que no puedo verlo? Estas temblando y todo es por mí causa. No me mientas, Skyler. Se lo que sientes. Puedo verlo. Puedo sentirlo en mi cuerpo. No temas, pequeña. No te haré daño, jamás te haré daño y lo sabes.
Lamentablemente ella no estaba nada concentrada en sus palabras, sino como su aliento tocaba la piel de su cuello cada vez que hablaba. La sangre corría más rápida y calidamente en sus venas, alimentando el fuego en su piel, en su centro que palpitaba de necesidad y que había comenzado a humedecerse por sus jugos más íntimos, todo por causa de este hombre, de este oscuro hombre, con sus brillantes ojos azules y su fuerte cuerpo lleno de músculos. Necesitaba alejarlo antes de que fuera demasiado tarde, antes de que lograra conseguir lo que se proponía, antes de que llegaran al punto de no retorno. Ella sabía que era lo que él deseaba. Quería poseerla, hacerla suya finalmente y atarles.
-Aunque tu pensamiento va en la línea correcta, esta vez estas en un error, pequeña_murmuró él sin inmutarse y luego de dar una última caricia con su lengua en la garganta de ella, se alzó, ahora con la mirada llena de fuego, llena de deseo, pero también de ofensa_No vine a poseerte, si eso es lo que te preocupa. Pero si es lo que tú quieres, con gusto me encargaré de complacerte _ ahora le sonreía abiertamente como lo que era: un depredador. Un lobo mirando a un conejito con ojos hambrientos y deseosos.
Ella tragó saliva nerviosamente ante su mirada y se alzó un poco. El estar recostada le estaban haciéndose sentir en desventaja y una muy injusta cuándo Dimitri era tan alto. Sus palabras finales comenzaron a hacer eco en su cabeza, consiguiendo que se ruborizara aún más, como si eso fuera posible con lo roja que ya estaba.
-No lo deseo, gracias_dijo como si estuviese ofendedida de que él haya pensado tal cosa_Ahora vete y déjame en paz. Quiero dormir.
Él sonrió ante lo que dijo. Trataba de ser fuerte frente a él, pero no quería admitir que estaba acalorada y que su cuerpo le estaban deseando tanto como él a ella. Era aún muy inocente para admitir que a pesar de lo que le había sucedido, su cuerpo si podía sentir deseo por un hombre, pero solo por él y nadie más.
Y sabía que a ella le desagradaba ésa reacción.
-Lamento no poder complacerte en este momento, pero no me iré, pequeña_le dijo calmadamente como si hablaran de cualquier cosa_Quiero estar contigo esta noche.
Ella suspiró y frunció el ceño molesta de que él no le hiciera caso.
-Muy lindo de tu parte, pero yo no quiero que estés aquí, Dimitri. Por favor vete_estaba asustada, muy muy asustada. La desesperación en ella hacían estragos ante la sola idea de que él pasara la noche ahí con ella. Su cuerpo lo estaba anhelando, le estaban anhelando a él y Skyler no podía permitir que ésa sensación creciera más_Si no te vas, Dimitri, juro que…
Antes de que ella pudiese articular una palabra más, la boca de él estuvo sobre la suya. Los labios de Dimitri se movieron sensualmente sobre los suyos, saboreándolos, mordisqueándolos ligeramente, borrando de su cuerpo y corazón su miedo hacia él, hacia que estuvieran unas horas juntos. Eso era todo lo que Dimitri quería, solo unas horas para amarla sin pensar en el mañana.
-Abre tu boca para mi, pequeña_chupó ligeramente el labio inferior para hacer mas urgente su demanda_No temas a lo que sientes. Entrégate a ello y disfrútalo.
La forma en como él le estaban besando acabó con todo buen juicio de Skyler. Estaba siendo tan dulce, tan cuidadoso que a pesar de que su parte racional protestara, había perdido la batalla contra su corazón y fue incapaz de negarle lo que quería. Con devoción, Skyler se permitió abrir ligeramente los labios para permitirle a él una exploración completa y sin peros.
Dimitri sonrió contra su boca.
-Buena chica _ susurró antes de introducir su lengua al interior de su húmeda y pequeña boca. Pronto la de ella le recibió y danzaron juntas sensualmente, saboreándose y anhelándose el uno al otro de forma total, como los compañeros que eran, las mitades de un mismo todo.
Las manos de él se deslizaron por su cuerpo, describiendo su figura sobre el pequeño vestido que usaba. Era verano y sabía que Francesca la hacía usar ése tipo de prendas sexys para dormir ya que ella se odiaba a si misma y quería con fervor que se sintiera mujer aunque fuera solo de noche. En ése momento, Dimitri supo que debía agradecerle a Francesca por obligarla a usar esos pequeños babydolls que acentuaban su figura y la hacían ver sumamente arrebatadora.
Sus manos acariciaron las caderas y siguieron bajando para dar atención a sus blancas y cremosas piernas. Su piel era tan suave como el satén, caliente como el fuego, cuánto había necesitado de esto, cuánto lo había deseado.
-Eres tan hermosa, Skyler_susurró con amor dejando sus labios de lado aún con sus protestas. Su boca descendió hasta su cuello, plantando dulces besos de mariposa en ellos antes de comenzar a devorar la piel, lamiendo y chupando ligeramente.
Dimitri no pudo describir el placer que le inundó cuándo sintió los dedos de ella envueltos alrededor de su cabello, atrayendo su cabeza hacía su garganta, totalmente extasiada y entregada a lo que le hacia, al placer que le brindaba.
Skyler gemía contra su cabeza, muy cerca de su oído, jadeaba sin parar y sus piernas se movían insistentes para delante y para atrás.
Él no podía estar más maravillado de su reacción.
-Eso es Skyler, siente y no pienses en nada más. Por mí, mi amor, hazlo por mí. Quiero verte totalmente en éxtasis_su devastadora voz fue casi una suplica desesperada. Quería verla sumida en el placer, ver su rostro lleno de deseo y su mirada encendida por la lujuria. Necesitaba, quería que ella conociera nuevas alturas, lo que le esperaba de su relación juntos.
Su hambrienta boca descendió a su pecho, allí dónde el vestido dejaba entrever su escote dónde se podían observar claramente el inició de sus hermosos y redondos pechos. Sin poder resistirse, besó uno de ellos con cuidado y ternura. La bestia en él rugió desesperada, anhelándola a ella entera, queriendo devorársela, exigiéndola como era su derecho, pero Dimitri no se lo permitió aún con el coste que le suponía.
Skyler estaba ahora totalmente pérdida, sumida en un mar de sensaciones exquisitas, al interior de una burbuja llena de aromas exóticos, de sabores indescriptibles. Su cuerpo rabiaba por Dimitri, respondía a lo que él le hacía con beneplácito total e incondicional. Aún sabiendo que él la estaba acariciando y que su boca raspaba ligeramente uno de sus pechos, no podía decirle que no y hacer que parara. Se sentía tan absolutamente correcto que la única opción que le quedaba era dejarse llevar y nada más. Todos sus miedos pasaron a un segundo plano cuándo el placer tomó su puesto. Quería más, no podía negarlo, necesitaba más mucho más.
Antes de que ella pudiera protestar, Dimitri alzó su cabeza, mostrándole sin censura el hambre en sus ojos, el deseo en su mirada y Skyler respondió con una mirada de igual manera.
Los dedos de él se enredaron en los costados del vestido.
-Levanta los brazos, preciosa_Dimitri sabía que no era necesario pedirle eso, que con un simple pensamiento podía hacer desaparecer su prenda, pero eso la habría devuelto a su estado de terror y no le darían espacio para opciones. Ella se sentiría ultrajada y violada y él estaba lejos de permitir eso. Además, había algo muy sensual en la forma de desvestirse de los humanos y Dimitri quería experimentar eso con Skyler.
Por primera vez en su vida, Skyler no dio protestas de ningún tipo y obedeció. Estaba tan drogada por las sensaciones que simplemente levantó los brazos, mientras Dimitri quitaba aquella barrera de su cuerpo que le impedía tocarla como debía.
Ella no tuvo tiempo de darse cuenta que estaba casi desnuda enfrente de él, ya que al instante su oscura cabeza estuvo sobre uno de sus pechos, su boca firmemente alrededor de uno de sus pezones, succionando amorosamente, mientras su otra mano atormentaba su otro pecho.
Que hermosa eres, Skyler. No puedo expresarte cuán maravillosa eres para mí. Tan perfecta, tan deliciosa, tan bellamente moldeada para mí y solo para mí. Te amo, pequeña, más de lo que nunca creí que podría amar a alguien.
Ella apenas si podía respirar pero sus palabras abrieron un pasaje oculto en su corazón. Si, ella también le amaba y le necesitaba aunque no fuera capaz de admitirlo. Le quería tanto y sabía, en el fondo de su ser en verdad sabía, que no habría otro para ella. Solo sería él, por siempre.
Skyler gimió libremente sin vergüenza ante lo que Dimitri le hacía. No iba a reprimirse. No quiso reprimirse. Quería que él supiera que le estaba gustando sus administraciones para que siguiera y no parara.
-Dimitri
La forma en que gimió su nombre casi llevan a Dimitri al borde de la locura misma. Su voz era tan hermosa, como el canto de los ángeles, le avergonzó a si mismo que era un demonio.
Su boca cálida comenzó a descender con cuidado por sus pechos, bajando por su vientre y siguiendo aún más abajo, más abajo…
Solo cuándo le quitó a ella la última prenda de su cuerpo, Skyler volvió a la realidad, como si algo hubiera hecho click en su cabeza y solo ahí supo lo que quería hacer.
Ella se echó hacia atrás e intentó cubrir su completa desnudez con las mantas pero él se le impidió.
-No lo hagas, Skyler_fué un decreto, casi una orden pero Dimitri no quiso que sonara asi_No ocultes tu cuerpo de mi, porfavor no lo hagas.
-Que quieres hacer_ella estaba temblando, asustada. Se sentía tan vulnerable a su lado, toda desnuda y nerviosa.
Dimitri respiraba entrecortadamente mientras la observaba con sus ojos aún llenos de fuego. Sus dedos comenzaron a quitar uno a uno los botones de su camisa, hasta que esta se abrió totalmente.
-Quiero amarte, pequeña_se quitó la camisa con la misma elegancia acostumbrada y la tiró sin más al suelo.
La forma en que lo dijo, simplemente eran más de lo que Skyler pudo soportar. Su mirada se dirigió a su pecho, tan fuerte, tan lleno de músculos, el opuesto a ella y deseó extender los dedos para poder tocarle, pero se contuvo.
-¿Y-y-y c-como pretendes…hacerlo? D-d-dijiste que no me poseerías.
Dimitri sonrió y se inclinó ligeramente para besarle con delicadeza en sus hinchados labios. No le gustaba el miedo que veía en sus ojos.
-Y mantendré mi promesa, Skyler. Pero_se recostó al costado de ella, para luego dirigir su mano hacia la conjunción entre sus piernas. Al momento en que él la abrió para comenzar a acariciarle, ella gimió_creo que tu sabes muy bien que hay muchas formas de amar a alguién_entonces acarició su punto sensible para asegurar su completa rendición.
Y lo consiguió.
Él acarició con destreza mientras escuchaba los gemidos que salían de la garganta de ella, su espalda se arqueaba ante cada oleada de placer que sus dedos le proporcionaban y como su pequeña mano se enredaba alrededor de su brazo, sus uñas enterradas en su carne, buscando apoyo, buscando anclarse a él.
Sus labios siguieron el contorno de su mejilla siguiendo el compás que sus dedos hacían en su centro, describiendo círculos, de arriba abajo, hasta que de pronto se detuvo.
Dimitri acercó sus dedos ahora llenos de un líquido transparente a su boca y los chupó, deleitándose del sabor dulce y picante de ella en su lengua. Skyler lo observó mientras lo hacía y no pudo evitar sentir en su cuerpo un ardor más grande que antes. Había sido una de las cosas más eróticas que había presenciado en su vida.
Él giró sus hermosos ojos azules hacia ella, cuales zafiros llenos de lujuria y deseo.
-Déjame probarte, Skyler_le besó con amor, con pasión, deseoso de devorársela_Porfavor debo probarte.
Ella no entendió a que se refería hasta que le vio cambiar de posición, ahora a sus pies. Le atrajo las caderas hacia si con sus grandes manos, antes de pasar sus piernas alrededor de sus fuertes brazos, para situarse cerca de su entrada. Cuándo ella le vio bajar la cabeza, se alzó casi desesperada y le detuvo.
-No lo hagas_le susurró_No tienes porque…
-Quiero hacerlo_le respondió él de manera firme_No tienes idea de cuánto deseo hacer esto. Déjame saborearte, pequeña. Quiero mostrarte como es el paraíso en la tierra al lado de un hombre de los cárpatos_Y no dijo más.
Al momento en que él enterró su rostro en ella, Skyler supo que había perdido. Él había ganado la batalla y ahora estaba completamente a su merced.
Skyler se retorció en su cama ante el primer toque de su boca sobre su centro. Demonios, su boca era sencillamente maravillosa. Se movía expertamente sobre ella, como si conociera su cuerpo íntimamente, sabiendo exactamente dónde besar o chupar para volverla loca. Intentó cerrar las piernas al sentir que la presión era demasiada, pero no lo consiguió ya que sus brazos la mantenían firmemente sujeta y con las piernas lo suficientemente abiertas como para dejarla expuesta totalmente.
Él lamió como si estuviera hambriento, llevándose toda su esencia a la boca, saboreándola y gravándose en su memoria como sabía y como deseaba hacer eso una y otra vez con ella. Le deseaba tanto y su satisfacción fue mayor cuándo le sintió las manos sobre su cabeza, atrayéndolo contra ella cada vez más. Lo había conseguido, ahora era toda suya.
Ella gimió casi desesperada, retorciéndose de placer en el colchón mientras la lengua de él se movía sobre su intimidad atormentándola tan deliciosamente que poco faltó para que gritara. La presión crecía a una velocidad impresionante al interior de su cuerpo, tan tan fuerte, que comenzó a suplicarle a Dimitri algo de alivio.
Dime lo que necesitas, Skyler. Quiero escucharte decírmelo. Él fue lento y rápido, deteniéndose a ratos y luego continuando. Necesitaba que ella tuviera la confianza necesaria como para expresarle sus necesidades y lo que quería que le hiciera. Tenía derecho, él solo estaba ahí para amarla y proporcionarle placer. Todo era para ella.
Dime que quieres que te haga, mi amor. Dímelo.
La presión era demasiada y ella no podía soportarlo por más tiempo.
-¡Quiero llegar! ¡Dimitri por favor hazme llegar!
Eso era todo lo que Dimitri necesitó escuchar. Con cuidado, abrió sus labios con los dedos y dejó que su lengua le penetrara una y otra vez. Pudo haberlo hecho con sus dedos antes, pero prefirió no cometer ése error porque ella no estaba lista para eso, pero para lo que le hacía si.
Skyler gimió, jadeó y suplicó en la cama mientras Dimitri continuaba su asalto de manera ardiente, ahora fijo a cumplir su deseo. Gimió su nombre, se entregó totalmente y no permitió que nada se interpusiera en su mente. Todo era su cuerpo, sus necesidades y nada más.
Con un último gemido, ella se corrió totalmente en la boca de él. Dimitri lamió con gusto lo último que el cuerpo de su amada compañera le había entregado antes de alzarse satisfecho, para luego recostarse a un lado de ella. Su mirada le recorrió hambrienta y se maravilló de lo hermosa que se veía. Tenía una sonrisa en los labios, su cuerpo temblaba ligeramente, su frente estaba perlada en sudor y su piel estaba roja en todas sus partes erógenas.
-Ven aquí, pequeña_le sostuvo de los hombros para acercarla a él_Saboreáte a ti misma en mi boca. Siente lo que yo sentí cuándo te tome, tan deliciosa, tan exquisita. No tengas miedo, Skyler.
Ella tragó saliva nerviosamente ante la idea de lo que iba a hacer. Pero una parte de ella, una parte primitiva y apasionada arrasó con cualquier sentido común haciendo que su boca atrapara la de él en un beso profundo, de exploración y mucha pasión. Se saboreo a si misma y poco tardó en darse cuenta que Dimitri tenía razón, sabía exquisitamente.
-Te amo, Skyler_le susurró él cuándo se separaron por aire.
Ella sonrió mientras le acariciaba el rostro.
-Y yo a ti, Dimitri.

Skyler despertó sobresaltada. Todo su cuerpo envuelto en llamas, pero relajado y totalmente empapado en sudor. Su respiración agitada no le ayudaba para pensar con claridad. Jamás había sentido tal placer en su vida, había sido sumamente fuerte, tanto que literalmente le habían asustado un poco.
Su mirada entonces escaneó su habitación buscando a Dimitri, pero él no estaba ahí. Estaba sola, pero su ventana estaba totalmente empañada y lentas gotas se deslizaban por el cristal al igual que gotas de sudor que bajan de su cuello para desaparecer en el valle que separaba sus pechos que ahora se sentían pesados y doloridos.
Su cabeza se recostó sobre su almohada tratando de acomodar todo y pronto se dio cuenta de que todo había sido un sueño. Un sueño erótico. Pero había sido tan real que una parte de su corazón deseó que aquel sueño hubiese sido real. Ella no podía creer que había soñado tal cosa con su compañero cuándo nunca le había pasado, pero sin embargo, más allá de sentirse avergonzada, se sentía sumamente feliz, satisfecha. Había experimentado su primer orgasmo y todo fue gracias….a Dimitri.
Los labios de Skyler se curvaron en una sonrisa y su mirada dio con el espejo que estaba a su izquierda. Se sorprendió ante su imagen, ¿ésa era ella? Su rostro estaba totalmente enrojecido al igual que varias zonas erógenas de su cuerpo y su piel estaba cubierta en perlas de sudor. En ése momento se sintió más hermosa que nunca, como toda una mujer segura de su sexualidad y que tenía derecho a ser amada. Entonces sus ojos se abrieron de par en par ante la realización de algo que no había notado antes. Su mano estaba bajo las mantas y no había abandonado ese lugar desde que se alzó.
Skyler frunció el ceño y levantó su mano, lo cual le ocasionó una leve sacudida de placer ya que dos de sus dedos estaban enterrados profundamente al interior de su cueva más íntima que ahora se encontraba caliente y sumamente mojada.
Los dedos de ella salieron de debajo de las sábanas cubiertos de un líquido transparente y solo ahí Skyler se dio cuenta de lo que había hecho: Se había masturbado mientras dormía pensando en el sueño que estaba teniendo con Dimitri. Todo el placer y el orgasmo que había sentido habían sido reales porque ella misma se los había provocado. El sueño no había sido más que la estimulación que necesitó para conseguirlo.
Abrazándose a si misma, Skyler se ruborizó con fuerza ahora si sintiéndose avergonzada. Dios quiera que Dimitri jamás se enterase que ella había estado dándose placer a si misma mientras soñaba con él.
Con el cuerpo temblándole a causa del éxtasis, Skyler se levantó de la cama. Necesitaba cambiar las sabanas antes de que Francesca o peor, Gabriel, se enteraran de lo que había hecho.

Con un último gemido, Dimitri se permitió a si mismo correrse, para luego apoyar la cabeza contra el árbol en dónde se había sentado. Su masculina mano abandonó su miembro ahora flácido y satisfecho mientras trataba de regular su respiración. Sabía que el hacer lo que hizo le costaría muy caro: Crear una fantasía e introducirse en la mente de su compañera para darle placer y amarla. Pero él había decidido pagar el precio.
Verdaderamente se sorprendió de lo que había hecho. Jamás creyó que sería incapaz de soportar la fantasía al punto que no le quedó otra opción más que autosatisfacerse, pero el hombre de los Cárpatos sabía que no había sido la fantasía lo que habían calentado su cuerpo y lo habían endurecido al punto del dolor, sino la idea de que ella estuviera masturbándose pensando o mejor dicho soñando con él. El solo imaginárselo volvían a endurecer su cuerpo y a llenarlo de deseo. Como hubiese deseado estar ahí para verla mientras lo hacía. La imagen era tan erótica que apenas podía soportarlo.
Mientras descansaba de sus esfuerzos, Dimitri miró a la luna y sonrió para si mismo al darse cuenta que había logrado lo que quería: En la mente de Skyler podía leer que aun con lo sorprendida que estaba de lo que había hecho, se sentía muy feliz y que una parte de ella, deseaba con ardor que el sueño fuera una realidad. Ahora, ella amaba más su cuerpo y había comenzado a sentirse más segura de su sexualidad.
Dimitri suspiró y su corazón se llenó de esperanza y de amor, pero por sobretodo paz, ya que a pesar de que sabía que algún día él convertiría ése sueño en realidad, Skyler nunca olvidaría como esta noche su compañero, de alguna forma, la había amado desde la distancia.

Que saben acerca de la masturbacion?????? jajajajjajaa Como la doña jamas ha hecho algo similar, al menos eso creo, quise colocarlo en esto ya que me parecio nuevo e interesante. El siguiente relato tiene como protas a Darius y Tempest. Besos a todas  emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024

claudybt

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (5º Dimitri y Skyler)
« Respuesta #24 on: Junio 10, 2011, 02:27:49 am »
Que opino...

Excelente!!! muy bien contada, tierna, dulce... y sobre todo magica...

Espero con ansias el relato de mi Dairus con Tempest!!!

sonne

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (5º Dimitri y Skyler)
« Respuesta #25 on: Junio 10, 2011, 09:21:01 am »
A la doña jamás se le ocurriría usar eso  emot023 es demasiado fuerte para sus lectoras

the dark mide

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (5º Dimitri y Skyler)
« Respuesta #26 on: Junio 10, 2011, 04:14:59 pm »
A la doña jamás se le ocurriría usar eso  emot023 es demasiado fuerte para sus lectoras

Creo que al final depende de como se escriba. La linea entre lo bonito/aceptable y lo vulgar muy delgada. Pero en lo personal me alegra que la doña nunca haya incluido algo como esto en sus libros ya que si es cruda para las violaciones quien sabe lo que le hubiese salido con algo asi  :emot009: :emot009: :emot009: :emot009:

yissel

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (5º Dimitri y Skyler)
« Respuesta #27 on: Junio 10, 2011, 11:09:45 pm »
 emot037 emot037  Estas haciendo corto los dias con tan lindas historias.
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maritere

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (5º Dimitri y Skyler)
« Respuesta #28 on: Junio 11, 2011, 02:20:29 am »
 Bueno niña como dirian por ahí me saco el sombrero, ante ti, emot035 emot035 emot035 emot035 emot035

gisset79

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Re: Memorias Oscuras (Relatos cortos de los Carpatos) (5º Dimitri y Skyler)
« Respuesta #29 on: Junio 12, 2011, 07:49:28 pm »
FANTASTICA DARKY¡¡¡ Me han encantado tus mini relatos y estoy deseando leer más. Si pueden hacerse peticiones, me encantaría leer sobre nuestros machotes acorralados por los más pequeños. Solo imaginar esas escenas hacen que me muera de la risa.
Besos Encantados Lady W Bercovitz

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