Autor Tema: Depredador oscuro -Escena 2  (Leído 443 veces)

sonne

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Depredador oscuro -Escena 2
« on: Septiembre 28, 2012, 11:59:51 am »
Marguarita abrió la puerta inquieta, dando un paso atrás para permitir que Julio y Lea entraran. Zacarías estaba sólidamente detrás de ella así que cuando retrocedió ese pequeño paso, chocó contra él. Era inamovible, una pared de músculo y calor. Estaba tan sintonizada con él que sintió como se ponía en alerta de inmediato, y se dio cuenta que él nunca daría la bienvenida a los huéspedes. Él los toleraría, por ella, pero no sentiría afecto por ellos, o disfrutaría con ellos. Ella suspiró, incluso mientras abrazaba a Lea. Le gustaba Lea y quería a Julio. ¿Qué cambios tendría que en sus relaciones con el tiempo porque Zacarías estaba tan incómodo en compañía de otros?
Ninguno. Su aterciopelada voz la acarició. Quiero que disfrute de tus amigos y familiares.
Zacarías le deslizó por su espalda, los dedos apenas rozaban su columna, pero ese toque encajó de manera tan íntima con la caricia de su voz que su cuerpo reaccionó al instante, volviéndose suave y dolorido. Giró la cabeza para mirarle por encima del hombro. Como siempre, él la dejaba sin aliento. Era tan grande.
No tienes que quedarte mientras me visitan, Zacarías, le ofreció.
Él cerró los dedos alrededor de su nuca, dejándolos allí como si él fuera parte de ella, conectado a ella. Por encima de su hombro le sonrió a Lea.
-Estamos muy contentos de verte. ¿Te sientes un poco mejor?
Lea asintió con la cabeza y miró a Julio.
-Sí. Necesitaba darle las gracias por cuidar de todos los arreglos funerarios. No sé que habría hecho yo. Se lo agradezco, senor De La Cruz.
Marguarita no estaba en absoluto sorprendida de que se dirigiera a Zacarías formalmente. Pocas personas se atreverían a algo más, era demasiado intimidante.
Podría desnudarle mis dientes.
La nota de burla en su voz la calentó. Le dio un codazo fuerte. La risa de Zacarías se deslizó en su mente. Ella le estaba mirando y ningún cambio de expresión asomó a su rostro. Su risa era sola para ella. Compórtate.
Él alzó la ceja pero hizo señas hacia la sala de estar, permitiendo que Julio y Lea le precedieran.
-Julio me ha dicho que le gustaría el puesto de piloto de helicóptero, Lea.
Lea asintió.
-He encontrado una propiedad muy bonita, muy cerca de este rancho. Limita con la propiedad de Julio. –Se sonrojó de un profundo color rosa, mirando a la cara de Julio y luego la apartó rápidamente-. Él me acompañó para examinarlo. Hay un montón de agua y un buen lugar para construir. Podría tener unos cuantos caballos y un bonito jardín.
Zacarías hizo un gesto hacia las sillas y Marguarita pensó que era significativo que Julio se sentara al lado de Lea en el sofá pequeño. Su lenguaje corporal gritaba protector con ella.
Marguarita, con una mirada de advertencia a Zacarías, sacó su bloc de notas.
“Me encantaría tenerte como mi vecina, Lea”
Lea sonrió y asintió con la cabeza.
-A mí también.
Miró a Julio que le tomó la mano de manera alentadora.
-Hay algo más, senor De La Cruz...
-Zacarías -corrigió él, con voz muy suave y encantadora-. No puedo tener a una amiga de mi esposa tan formal conmigo.
-Julio me dice que su piloto de helicóptero no ha regresado al rancho y nadie parece ser capaz de encontrarlo.
Marguarita miró rápidamente a Zacarías, un sentimiento inquietante le formó un nudo en la boca del estómago. No me lo han dicho. Su familia debe estar muy molesta. Tiene una esposa...
A quien golpea y engaña cuando está borracho.

Y una familia, hijos, Zacarías. Marguarita podía decir que no había piedad, ni misericordia, ni sentimientos de ninguna clase por Charlie Díaz.
-El asunto es, senor... Zacarías -continuó Lea-. Me gustaría mucho comprar ese pedazo de propiedad limítrofe con la de Julio y aceptar el trabajo de piloto a tiempo completo. Crecí volando y tengo licencia para casi cualquier cosa. Sé que también tiene un pequeño avión.
¿Dónde está Charlie Diaz? Preguntó Marguarita.
Zacarías rodeó a Marguarita con un brazo, le rozó la coronilla con un beso y dejó que los dedos le rodearan la nuca donde comenzó un masaje lento y relajante. Charlie Diaz traicionó a nuestra familia, Marguarita. Os puso a ti y a Lea en peligro. No soy un hombre que perdona.
Zacarías sonrió a Lea.
-Creo que podemos llegar a un acuerdo, Lea.
Julio sonrió y Lea se echó hacia atrás, con aspecto aliviado.
Marguarita se apretó los dedos contra las sienes, tratando de no pensar en lo que un cazador implacable podía hacerle a un hombre borracho que había traicionado a todo lo que Zacarías tenía en la más alta estima. Zacarías había buscado durante siglos una mujer para que estuviera a su lado. Provenía de una especie en peligro de extinción porque tenían muy pocas mujeres y niños. Su código de honor se refería todo a la protección de la familia. Los valores de Charlie estaban tan lejos de los de Zacarías que ella ni siquiera podía concebir un argumento que cambiara el juicio de Zacarías sobre Charlie. Él era débil y en el mundo de Zacarías no había lugar para alguien sin honor.
Tendremos que ayudar a la familia de Charlie hasta que él regrese.
La familia de Charlie estará bien atendida y en caso de que regrese, cosa que dudo mucho, tendrán la opción de marcharse co él o permanecer donde están libres de ese hombre.

Marguarita no sabía qué pensar. Si le preguntaba si Charlie estaba muerto, él se lo diría. Zacarías no le mentiría. ¿Quería saberlo? ¿Era cobardía no preguntar?
Zacarías, Julio y Lea siguieron conversando en torno a ella, pero no estaba escuchando. Había reglas con las que vivir. Leyes. Educación. Había cosas que simplemente no hacías.
No somos humanos, sivamet. Somos cárpatos y vivimos con un conjunto diferente de leyes. Son absolutas porque tienen que serlo. No te va a resultar fácil acostumbrarte a las diferencias, pero no tienes otra opción. Piensa sólo en la familia de este hombre y lo que les ha hecho pasar. Llorarán su ausencia, pero en realidad, todos saben que están mejor sin él. Su violencia contra ellos ha crecido y cada borrachera se ha vuelto más larga. Me tomó mucho cuidado para averiguar la verdad sobre él.
-Marguarita, quería disculparme por lo que mi hermano te hizo pasar -dijo Lea-. Creo que no te lo he dicho. No podía detenerle y debería haber renunciado hace mucho tiempo. Sabía que se deslizaba cada vez más lejos de mí, pero no podía dejarlo ir.
Marguarita miró a Zacarías antes de llevar el bolígrafo al papel.
“El amor es muy poderoso, Lea. No queremos renunciar a nuestros seres queridos, no importa lo que hagan”
Zacarías volvió la nota para poder leerla también.
-Eso es muy cierto, Lea, pero a veces, tienes que dejarlo ir por el instinto de conservación y para no permitir que cause problemas a otra persona. La familia es muy complicada.
-Pero bien vale la pena -dijo Julio, entrelazando los dedos con los de Lea.

yissel

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Re: Depredador oscuro -Escena 2
« Respuesta #1 on: Octubre 02, 2012, 01:44:58 am »
Esta escena es muy parecida a la que dejo.
[img]http://imgcash5.imageshack.us/im

Uncaringsea

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Re: Depredador oscuro -Escena 2
« Respuesta #2 on: Octubre 03, 2012, 12:40:45 pm »
emot035 emot035  Gracias Sonne...


Besos, Unca emot037

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