El titulo fue pensado por mi compañera del otro foro de CR, que me ayudo con la publicacion y la traduccion, muchas gracias Eureni, te adoro emot022
PRIMERA ESCENA ELIMINADA
PAÍS DE MARAVILLAS INVERNAL
Razvan sonrió hacia Ivory, sus dientes refulgentemente blancos con una mueca de muchachito. El corazón de ella hizo esa pequeña voltereta que ya estaba empezando a asociar con el; había algo tan tremendamente adorable y encantador acerca Razvan cuando estaba haciendo el papel de niño travieso… y tenía que admitir para si misma que en realidad estaba divirtiéndose con él, incluso aunque un grupo de antiguos y ancestrales cazadores cárpatos los estuvieran rastreando.
Razvan no parecía en lo absoluto molesto por su persistencia; de hecho se reía y parecía mas joven que nunca, tanto que Ivory se encontró a si misma riendo con él y sintiéndose en realidad un poco despreocupada.
- ¿Qué estás haciendo?
- Creando tu fantasía – La ceja de ella se alzó:
- No tenía idea de que tuviese una fantasía
- Bien, la tienes ahora – El ondeó la mano he Ivory se encontró vistiendo una larga túnica blanca, resplandeciendo con cuentas que reflejaban la luz de docenas de linternas de papel dispersas entre los árboles. El sonrió en su dirección – Por supuesto, un pedacito de mi propia fantasía debe ser incluida también. – el vestido mostraba la curva de sus pechos y se amoldaba a su forma, envolviendo su cintura y la curvatura de sus muslos. El abrigo de lobo plateado parecía muy cálido y elegante, hundiéndose hacia abajo por toda la longitud del vestido hasta alcanzar el suelo – ellos pueden tener diversión, también.
Ella sabía que los lobos estaban en realidad ejerciendo de centinelas, cuidando sus espaldas, pero no iba a arruinar el espíritu de diversión de él señalando lo obvio.
Razvan ondeó su mano otra vez y enseguida estuvo vestido con un pulcro traje blanco, luciendo muy elegante; Ivory sabía que el había elegido el blanco en orden de camuflarse en la nieve para mas seguridad, pero no dejó que eso arruinara la ilusión de su reino mágico. El peligro los rodeaba, pero, de repente, no era en lo absoluto importante. Esas eran sencillamente sus vidas, y tal vez era lo que Razvan quería que ella comprendiera.
Ellos podrían no controlar todo lo demás, pero siempre podían tener el control de si mismos. Podían escoger divertirse.
El extendió la mano y ella colocó la suya sobre esta; la música comenzó, violines primero, y luego todo una orquesta. Si ella mirara un poco mas de cerca casi podría verlos, las imágenes traslúcidas al principio, y luego resplandeciendo de vida. El brazo de él se curvó alrededor de su espalda e Ivory puso la mano sobre su hombro, mientras giraban juntos ante los suaves acordes de un vals.
¿Cómo había el sabido que este era uno de sus deseos secretos?
Ella había visto la danza, atestiguándola desde la distancia, observando hogares y festivales, siempre simplemente mirando… pero el pensamiento de flotar a través de la pista, hermosa y libre en los brazos de un hombre que amara, había permanecido oculto por largos siglos desde que había sido una niña. Por supuesto, por aquel entonces los bailes habían sido muy diferentes, pero aún así ella había practicado en su guarida, moviéndose alrededor de los pequeños confines de su habitación con pasos cuidadosos, tratando de capturar la sensación… el sentimiento de esto.
Euforia, felicidad pura.
Ivory se sentía joven y hermosa, deslizándose alrededor del pequeño salón de baile exterior, con su propia orquesta privada. Alzó la vista, sonriendo a Razvan. El se veía guapo; mas joven. Su cuerpo cálido y fuerte, sus manos en la espalda de ella, guiándola perfectamente, tan perfectamente que ella podía decir que él se había tomado el tiempo para mirar en las instrucciones paso-a-paso de los libros de danza que guardaba en su guarida… el debía además haber estudiado las lecciones que ella se había dado a si misma, tomándolas de su memoria.
Sus miradas se encontraron, y, por un momento, ella realmente pareció estar bailando en las nubes.
Alas batieron sobre sus cabezas y ella alzó la vista para ver varios búhos de nieve dando círculos por sobre ellos, descendiendo lentamente, cambiando como ellos habían hecho hasta que pronto hubo otras parejas uniéndoseles en la pista.
El arroyo congelado reflejó un arco iris de colores desde las linternas de papel que colgaban de las ramas heladas mientras los bailarines giraban y se deslizaban. Leopardos de nieve descendieron de sus elevadas alturas para unirse a la diversión; ellos, también, cambiaron, emergiendo en más parejas de Cárpatos.
Ella reconoció a Natalya bailando con un hombre extraño y de repente comenzó a reír, comprendiendo al fin lo que Razvan intentaba.
El invernal País de Maravillas iba a continuar mucho después de que ellos se hubieran ido, sirviendo de otra confusa ilusión que ayudaría a retrasar a los Antiguos que los perseguían.
Razvan inclinó su cabeza hacia la de ella y tomó su boca, un lento, sensual asalto que envió mariposas aleteando por su estómago. Su útero se ensanchó. Ella quería ir a casa con él; estar ahí ahora, en sus brazos.
Flotando como estaba, vestida tan suntuosamente, sintiéndose tan enamorada… totalmente abrumada por su propia felicidad.
- Tienes un muy retorcido sentido del humor – Ivory lo acusó.
- Yo soy retorcido en una gran variedad de formas – admitió el, guiándola lejos de la multitud – Y tengo toda intención de mostrarte cada una de ellas. Si no te importa, tal vez podrías hacerme el honor de un simple aunque aún muy efectivo hechizo de confusión.
Ella sonrió
- Estaré mas que feliz de ayudar.
Ivory alzó las manos, dejando que la plateada luna las bañara con su suave luz.
Madre que resplandeces llena y brillante
Para visión confusa, busco tu imagen
Ella mantuvo sus brazos enlazados para acompasar la caída de la nieve mientras bailaban
Pequeñas hojuelas
De forma cristalina
Dancen y giren
Únanse y formen.
Dejen que su belleza sea vista por todos.
Un pasaje mas lento a esos que esclavizan.
Los bailarines Cárpatos continuaron girando en el pequeño claro, sus vestidos captando los plateados resplandores de la luna; los hombres muy guapos en sus trajes, las mujeres quitando el aliento con sus largas túnicas.
Razvan encuadró la cara de Ivory con sus manos y se inclinó para capturar su boca. Sus labios fueron suaves y firmes, su boca caliente; la lengua de él peleando con la suya con tanta dulzura que ella quería encerrarse dentro de él y yacer allí envuelta en su fuerza.
Todo el tiempo, los bailarines seguían deslizándose y girando con los acordes del vals que resonaba en la noche.
Vikirnoff alzó su mano cuando se acercaron al claro, descendiendo, alborozo en su cara. El dedicó una pequeña mirada a Gregori antes de indicar en la distancia:
- Están allí, en el claro, bailando – su tono era una mezcla de pagada satisfacción y molestia de que la pareja que cazaban tuvieran tan poco respeto por ellos que se tomaban el tiempo de bailar.
Observando a través del velo de niebla que se levantaba, ellos podían divisar a Razvan e Ivory girando en círculos por el claro, ella vistiendo un blanco vestido que realzaba sus curvas, con un abrigo de lobo plateado cayendo hasta sus tobillos que se movía casi como si estuviera vivo a su alrededor; Razvan vestía un traje con corbata blanco, su cabello oscuro salpicado con vetas níveas. Ambos giraban con gracia, deslizándose y bailando, Razvan pareciendo que supiera exactamente lo que hacía a la hora de guiar a su compañera.
- Ellos no están solos – apuntó Nicolae.
Vikirnoff escudriñó, tratando de distinguir las parejas danzantes mientras estas se movían en círculo; podía jurar que al menos tres de cada cuatro parejas eran clones que lucían justo como Razvan e Ivory
- ¿Piensan que pueden confundirnos con semejante hechizo de clonación? Simplemente tenemos que esperar, ellos no pueden mantener este sinsentido durante toda la noche – agregó él con un ademán.
Nicolae lo codeó para llamar su atención.
- ¿Esa no es Natalya? ¿Con ese vestido? Luce preciosa.
Vikirnoff se acercó, inclinándose mas profundamente para ver a su compañera; ella estaba mas que simplemente hermosa mientras se deslizaba alrededor de la pista de baile. Se veía espectacular. Su cabello rojo dorado brillaba con la luna, su vestido apretándose a cada abundante curva, el cuello cayendo hasta casi la cintura y uno de los lados del apretado vestido subía en una abertura sobre su muslo.
Su pareja la sujetaba cerca… demasiado cerca… guiándola alrededor de la pista con autoridad y gracia, mirando admiradamente hacia sus ojos.
- Veriak ot en Karpatiiak—por la sangre del Gran Cárpato – Vikirnoff juró – ¿Qué está pasando?-
Espero que les gusten :emot008: