Autor Tema: nos gustan los juguetes?  (Leído 1750 veces)

queenBwaldorf

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nos gustan los juguetes?
« on: Diciembre 08, 2010, 06:33:46 am »
NOS GUSTAN LOS JUGUETES?
            chicas que opinan de los libros que utilizan juguetes eroticos les gusta?o no?
       Les parece exitante o que?     


   les gusta que el protagonista los use con la prota?
            en cuales libros han leido que hayan utilizado juguetes?


      recomienden libros.       les gustaron que utilizara el prota juguetes con la prota?

geo hija de eros

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #1 on: Febrero 04, 2011, 04:02:06 am »
Los libros de Lora que son de los títulos Enlazados, Perverzos, etc. los dos primeros usan juguetes y los demas tambien pero no recuerdo bien....SUPER EXITANTES.   emot036
Saludos!
Geo

Sandy Diosa de Buitreville

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #2 on: Febrero 05, 2011, 01:07:24 pm »
 :emot002: :emot002: :emot002: Veamos... de todo lo que me quedo grabado, esta es la mejor...  emot039 emot039


Dejó caer la chaqueta y el arma sobre la mesa, justo al entrar en la pequeña suite, luego se giró y fue hacia la habitación. La puerta estaba abierta, y cuando entró, sintió que se le subía el corazón a la garganta.
Natches.
Tragó con fuerza mientras le echaba un vistazo, repantigado en la cómoda silla al lado de la ventana, largas piernas cubiertas-con-vaqueros se extendían frente a él mientras levantaba las manos.
Sintió el rubor que cubrió sus rasgos cuando le vio el grueso vibrador de látex en la mano. El pene moldeado era el juguete elegido, especialmente cuando las visiones de este hombre la volvían loca de necesidad.
No había logrado superarlo, sin importar con cuanto ahínco lo había intentado.
Tragando con fuerza observó cuando ladeó el juguete erótico hacia su cara y lo inhaló lentamente.
Juraría que sus rodillas casi se doblan bajo ella, y la excitación incisiva y caliente, salió disparada hacia su feminidad.
—Me sorprendes —dijo él entonces, alargando la mano para dejar el juguete sobre la almohada. No era de dónde lo había sacado—. Dejas que un juguete haga el trabajo de un hombre, sabiendo que el hombre es más que capaz de proporcionar el servicio. ¿Qué sentido tiene, Chay?
Ella apoyó una mano en la cadera, la otra en el marco de la puerta y lo miró fijamente, obligándose a suavizar el interés en sus rasgos incluso cuando sabía que se lo estaba comiendo con los ojos.
—Considerando el hecho que el hombre ofrecido viene con condiciones, decidí que era la opción más segura.
Él siempre había exigido más de lo permitido a una mujer. Más de lo que Chaya había sido capaz de admitir en los años pasados.
Se rió entre dientes ante la respuesta, sus ojos verde bosque deambularon sobre ella, asimilando la falda, la seda entallada que había llevado bajo la chaqueta, y los zapatos de salón en los pies.
¿Tal vez debería haber llevado medias hasta el muslo en vez de pantis? Tenía el presentimiento de que sabía exactamente lo que llevaba bajo la falda.
—Todo en la vida viene con condiciones, cariño. —Se encogió de hombros y muy cómodo en esa silla la recorrió entera con la mirada.
Sacudiendo la cabeza, Chaya cruzó majestuosamente la habitación, sin pensar —nunca pensaba cuando se trataba de Natches— cogió el comprometedor vibrador de la almohada.
—Oh, no hagas eso. —Rió. Fue la única advertencia que tuvo antes de que estuviera detrás de ella, con un brazo alrededor de la cintura, el otro atrapando sus muñecas y el juguete mientras la acostaba de espaldas.
El pequeño alarido no le hizo detenerse. Atrapó con las piernas las suyas mientras se ponía encima de ella, e ignoró las manos que le empujaban el duro estómago.
Podía hacer que la soltara. Sabía cómo. Pero Dios, ni podía considerarlo. A parte del hecho que él encontraría la manera de bloquearla, no tenía ni una sola duda en su mente de que encontraría la manera de asegurarse que lo lamentara.
—Estos juegos quedan por debajo de ti, Natches —le espetó, deseando no sonar tan sin aliento.
—No, los juegos no, pero tú sí. —Arqueó las cejas, una sonrisa curvó sus labios y el humor destelló sospechosamente en su mirada. Una mirada que se volvía caliente de excitación mientras ella alcanzaba a ver la gruesa cuña en el frente de sus pantalones.
—Suéltame, Natches.
Levantó el vibrador y la miró.
—¿Cómo lo usas?
Su rubor se volvió más intenso.
—Eh. Imagínatelo.
Se inclinó más cerca, los labios transformándose ahora en una maliciosa sonrisa.
—¿Lo chupas primero? ¿Te pruebas a ti misma recordando lo mucho que me gustaba el sexo oral y probar todo ese líquido caliente?
Ese líquido caliente como él lo llamaba estaba inundando su vagina, saturando sus medias. ¿Había algo más malvado que este hombre? ¿Algo que la tentara a pasar del dolor más que él?
—Estás loco —susurró, ahora débil. Podía sentir la debilidad inundándola, la necesidad. La necesidad que la obligó a utilizar ese juguete esa misma mañana.
—¿Cuándo lo chupas, piensas en mí?
Le costó respirar cuando le pasó la punta del juguete sobre la mejilla.
—Déjame ver como lo usas.
El shock le hizo abrir los ojos, tuvo que tragar con fuerza.
—¿Estás loco?
—Oh, sí. Porque en el momento que esto se hunda en esos bonitos labios rosados. Estaré recordando cómo se sentía tu boca en mi polla. Podría correrme en los pantalones. No creo que lo haya hecho nunca.
El corazón iba a salírsele del pecho. Sus pechos estaban ahora hinchados y sensibles, los pezones presionando duros en el sujetador y la fina tela del top.
—Vamos; déjame ver. —Sonrió, tan malicioso, tan erótico, mientras lo rozaba contra sus labios—. Déjame ver y recordar, Chay. Sólo durante un minuto.
Ella ya lo sabía. Lo había sabido al regresar a Somerset. En el instante que regresó, supo exactamente lo que iba a hacer Natches: La destrozaría con sus propios deseos.
Abrió los labios.
Un tenso y erótico gesto retorció los labios de Natches, mientras la miraba fijamente, a ella y al juguete a poca distancia de los labios, y chispas de ira llenaron su mirada.
Al siguiente segundo fue su lengua la que llenó su boca. La cubrió con sus labios. Ella no sabía lo que hizo con el juguete; ni le importaba. La estaba besando otra vez. Estaba poseyendo sus labios, devorándola, y ella a él.
Siempre supo tan bien, tan oscuro y masculino. Le rodeó el cuello con los brazos, extendió los dedos por su pelo mientras lo sentía subiéndole la falda sobre los muslos, los dedos abriéndole las piernas.
Iba a tomarla. Podía sentirlo. No iba a escapar esta vez. El año pasado había sido amable, incluso para él, y la dejó marchar. Esta vez, no iba a dejarla escapar.
—Natches. —Suspiró su nombre en protesta cuando apartó los labios de ella, posando besos a lo largo de su cuello, yendo hacia los montes de sus pechos que subían y bajaban.
Le dolían los pezones por él. Por su boca, su lengua.
—Debería zurrarte —gruñó—. ¡Maldita seas!, Chay. Eres más inteligente que eso, para regresar aquí. Sé que lo eres.
Sí, lo era, y no tuvo otra opción que regresar. Pero lo habría hecho de todos modos. Sabía que lo habría hecho, porque la lucha por alejarse de él había sido muy dura. Había sido más de lo que podía aguantar.
Una misión más. Solo esta última operación y entonces… tendrían tiempo. Ahora no.
Sacudió la cabeza mientras se arqueaba hacia él. Ahora no era el momento. No podía dividir así su atención. Acabaría consiguiendo que la mataran.
Enterró la boca entre sus pechos, la lengua lamiendo, acariciando mientras ella gemía su nombre. Lo necesitaba. Sólo un bocado más de él, entonces sería más fuerte.
—¡Maldita seas! —De repente, alzó la cabeza—. ¿Por qué estás aquí, Chay?
Ella negó con la cabeza. No iba a arrastrarlo en esto. No iba a ocurrir.
—Sólo hago preguntas —jadeó—. Investigo. Tengo que investigar.
Ella iba a tener que hacer algo más que hablar si él averiguaba alguna vez, a dónde llevaban esas preguntas.
—Mentirosa. —La acusación fue suave, maliciosamente conocedora—. No puedes mentirme, Chay.
Le abrió las piernas, con las suyas y el juguete; todavía tenía ese maldito juguete. La acarició con el chisme por encima del humedecido algodón que los separaba.
—Vamos a jugar —susurró—. Te hago una pregunta, me dices la verdad, y te doy algo que realmente te gustará.
—Bésame, Natches.
Cómo había fanfarroneado una vez, sus besos eran dinamita.
Se inclinó hacia delante, acariciándola con los labios.
—¿Asustada? —le preguntó en voz baja, sus ojos conocedores.
—Déjame embriagarme de ti —le instó—. Sólo bésame.
—¿Sólo que te bese? —La punta del juguete presionó con más firmeza contra la hambrienta feminidad—. Pero, Chay, estás tan húmeda y salvaje debajo de mí. Déjame jugar primero.
Se arqueó y gritó cuando él se apartó.
—Primera pregunta. —Le lamió la parte superior de un pecho que sobresalía del material que apartaba hacia abajo con la barbilla—. ¿Te envió el DSN?
De acuerdo, esa era fácil.
—Sí —le respondió con cautela.
Un leve murmullo de aprobación contra la curva de su pecho y él estaba apartando la copa del sujetador más abajo para lamerle el pezón. El calor chisporroteó en sus venas y le hizo empujar las caderas, frotándose contra el juguete que presionaba en sus medias.
—Buena chica —murmuró—. ¿Estoy involucrado?
¿Lo estaba? Ella pensaba que no. Que no debería. Podía ser honesta.
—No. —Levantó otra vez las caderas, queriendo más. Maldito fuera, era honesta. Era el momento de la recompensa.
Le mordisqueó el pezón y casi la envía al orgasmo.
—¿Por qué estás aquí?
Abrió los labios para responder, para soltarlo todo, sólo por otro bocado del placer que podía ofrecerle.
—Investigo. —Gimió.
—Hmm, Chay, mentirosilla. —Apartó el juguete—. Vamos, nena; confiésalo.
Abrió los ojos mientras lo miraba, sufriendo, ansiosa por él.
—Investigo —repitió, el atormentado susurro que salió de su garganta—. Es la única razón por la que estoy aquí. —Y parcialmente era la verdad. Bastante cierto, y era todo lo que él necesitaba para permanecer a salvo.
Se arrodilló sobre ella. Lo observaba hambrienta cuando, arrojó el juguete a un lado, soltó el cinturón, se desabrochó los vaqueros, y luego se bajó la cremallera lentamente. Ella se lamió los labios, con las manos listas para ayudarle, para atrapar la pesada longitud de su erección cuando fuera libre. Probarla. Llenar su boca con ella.
—¿Por qué estás aquí, Chay? —Apenas percibió la dureza en su voz.
—Investigo. —Se sentía aturdida, desequilibrada, impaciente. Como un adicto anticipando una dosis.
Y así de rápido rodó alejándose de ella, levantándose, y poniéndose bien los vaqueros, la expresión tranquila, silenciada por la ira.
Maldición. Estaba en un aprieto. Su cuerpo gritaba en protesta, recordándole lo ruin que estaba siendo ella. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había conocido su posesión? Cinco años, dos meses, tres días y unas cuantas horas, pensó malhumorada.
—Supongo que esto significa que no obtendré más premios. —Suspiró mientras se arreglaba la falda y el top. No se molestó en salir de la cama—. Si no te importa, cierra la puerta cuando te vayas. Necesito algo de privacidad.
La miró furioso. La siguiente cosa que supo, es que tiró de la delgada cuerda en la base del vibrador y mientras lo miraba horrorizada, lo partió por la mitad.
—Por Dios. Natches, no hagas esto.
—Si necesitas privacidad, entonces por Dios que puedes hacerlo con los dedos. Eso es todo a lo que me has reducido. —Arrojó los trozos al suelo—. Cuando estés preparada para contarme la jodida verdad, ya sabes dónde encontrarme.
Con eso, se fue indignado de la habitación. Ella miró fijamente al suelo, luego a la puerta, sin creérselo, mientras el eco de la puerta principal cerrándose de golpe penetraba en su mente.
¿Rompió su juguete y se fue?
Iba a matarlo.


 :emot002: :emot002: :emot002: :emot002: :emot002: Como me gusta ese hombre...  emot036 emot036 emot036
[img]http://img641.imageshack.us/img641/35

Nuria

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #3 on: Febrero 06, 2011, 09:48:06 pm »
 emot036  titulo autor   emot026

Sandy Diosa de Buitreville

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #4 on: Febrero 06, 2011, 11:23:42 pm »
Sueños traviesos - Lora Leigh, traviesos 3...  emot036 emot036 emot036 emot036

yissel

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #5 on: Febrero 07, 2011, 04:44:03 pm »
Las cosas que se te graban, Sandy...  emot038
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lunalunaluna

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #6 on: Febrero 07, 2011, 05:31:27 pm »
Debido a tu post, Sandy, he tenido que releer algunas de las escenas de esta historia para refrescarme la memoria adecuadamente...  emot040
Ainsss... y lo he disfrutado mucho!!  emot038

Muchas gracias por ello...  emot024

Rouge_456

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #7 on: Febrero 07, 2011, 05:47:48 pm »
Sueños traviesos - Lora Leigh, traviesos 3...  emot036 emot036 emot036 emot036

Natches es incomparable  emot038 emot038 emot038

ekate94

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #8 on: Febrero 07, 2011, 07:15:27 pm »
 :emot002: :emot002: :emot002: Sandy, siento la inmensa necesidad de empezar de nuevo con el concurso de la escena más caliente emot036

Rouge_456

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #9 on: Febrero 07, 2011, 07:46:58 pm »
:emot002: :emot002: :emot002: Sandy, siento la inmensa necesidad de empezar de nuevo con el concurso de la escena más caliente emot036

 :emot020: + 1, porque así te puedes dar el gustazo  emot038 ... yo no he leído mucho de erótica, vamos que no salgo de doña Lora y unas otras cuantas, y siempre se puede descubrir algo muuuuy interesante  emot038

Sandy Diosa de Buitreville

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #10 on: Febrero 08, 2011, 12:17:21 pm »
 :emot002: :emot002: :emot002: :emot002: Nos quedamos con unos días menos pero en un rato comienzo el post...  emot036 emot036 emot036 No podemos decir que no lo disfrutabamos...  :emot013: :emot013:

ekate94

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #11 on: Febrero 08, 2011, 08:30:13 pm »
:emot002: :emot002: :emot002: :emot002: Nos quedamos con unos días menos pero en un rato comienzo el post...  emot036 emot036 emot036 No podemos decir que no lo disfrutabamos...  :emot013: :emot013:

Qué emoción!!! El tiempo que pasaba yo leyendo las escenas...  emot036 emot036

Sandy Diosa de Buitreville

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Re: nos gustan los juguetes?
« Respuesta #12 on: Febrero 09, 2011, 12:31:55 pm »
Vamos chicas que ya esta el post del concurso...  :emot014: :emot014: Ekate tambien nosotras podemos participar ya que es votacion general...  :emot012: :emot012: :emot012:

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