Como sabran, actualmente estoy en la recta final de mi fanfic de Dimitri y Skyler, Inocencia Oscura a pesar de que no he estdo publicando aqui lo he estado avanzando aqui en casa y me pone muy triste ver que ya no me queda casi nada para terminarlo. :emot003: :emot003: :emot003: :emot003: :emot003: :emot003: :emot003:
Hoy me acordé de ustedes y decidi compartir la experiencia que me hizo comenzar a escribir el fanfic que ustedes conocen: Cuándo Christine comenzó a decir que sus personajes le decían cuando querían historia, la entendí perfectamente. Nosotros los escritores creamos a nuestros personajes, los amamos, nos reimos con ellos, sufrimos con ellos y a veces los odiamos, y eso se hace tan fuerte que llega incluso a ser real al punto que logramos ver a esos personajes ya sea en sueños o despiertas y eso fue precisamente lo que me sucedió a mi con Dimitri, lo cual me inspiró a escribir su historia y aqui, en este pequeño relato que tenía guardado hace tiempo desde que me sucedió ésa experiencia, veran a que me refiero (La tenia guardada para mostrarla en el momento adecuado y siento que este es el momento): emot040 emot040 emot040 emot040 emot040
Estaba sentada frente al computador en mi casa, leyendo el libro de la Celebración Oscura. Amaba ése libro, no podía creer lo mucho que me hacía reír y emocionaba, era casi como la píldora para un día nefasto. Apenas lo terminé, cerré el libro en formato Word de mi computador y me puse a avanzar mi historia de vampiros que había dejado pendiente hacía mucho tiempo con una sonrisa en la cara.
-¿Se puede saber hasta cuándo dejaras de ignorarme?_dijo una voz masculina y grave cerca de mi.
Pare de escribir y dirigí mi mirada en dirección a la voz. Al instante creí que mi corazón se iba a salir de mi pecho. Ahí, cómodamente sentado en uno de los sofás de mi sala de estar, había un hombre alto, vestido elegantemente, de anchos hombros, buena musculatura, cabello largo y negro como el ala de un cuervo y con unos hermosos ojos azules. No podía creer lo que estaba viendo, era Dimitri.
Él alzó una ceja hacia mí.
-¿Por qué te quedas tan callada?_preguntó con curiosidad_Supongo que no esperabas verme por aquí ¿no es así?
Simplemente negué con la cabeza. ¡¿Cómo era posible que esperara verlo por ahí si era un personaje ficticio?!
Él se mostró herido.
-Soy ficticio para el mundo, pero no para la mujer que me creo_dijo seriamente_y ahora soy real para ti, supongo.
-¿Por qué dices eso?_me sorprendi al darme cuenta que había leido lo que pensaba, pero pronto eso se esfumo. Era obvio si era un carpatiano podía hacer eso y sin importar lo que dijera, para mi seguía siendo tan ficticio como cualquiera de los demás personajes de la saga oscura.
-No soy real físicamente, sino en el subconsciente de Christine y ahora en el tuyo, sino, no podrías verme_dijo como si fuera obvio y entonces comenzó a mirar a su alrededor_Bonita casa, me gusta.
-Gracias_se lo agradecí rendida. Iba a seguirle el juego para no creer que estaba loca. Yo viendo personajes ficticios, si alguien se enteraba sería mi ruina_¿A que se debe el honor de tu visita?
Él me sonrió y traté de evitar el rubor que se me subió a las mejillas. Era tan guapo que me era imposible no reaccionar.
-Estoy aquí porque necesito tu ayuda_dijo secamente con la mirada aún puesta en mi. La sonrisa había desaparecido de su boca_Supongo que sabes de mi situación, ¿no?
-Claro_respondí aún en shock de que estuviese hablando con ése hombre en la sala de estar de mi casa. Eso no podía estar pasando_Cualquiera que haya leído Celebración Oscura lo sabe.
Él asintió y noté como su mirada se había puesto triste, pero duró muy poco, luego estaba serio otra vez.
-¿Qué deseas de mi?_pregunté sin más.
Dimitri me miró nuevamente sin mostrarme ninguna emoción, solo seriedad.
-Supe por ahí que escribes muy bien_dijo de manera casual como si estuviésemos hablando del clima.
Yo fruncí el ceño. Él podía leer mi mente y saber perfectamente que yo escribía, pero nunca me había considerado a mi misma buena en ello, sentía que aún me faltaba mucho por aprender.
-¿Quién te dijo que yo era buena en eso?
-Pues yo_dijo otra voz masculina pero sensual y algo más joven que la de Dimitri a mis espaldas.
Parpadee varias veces para convencerme a mi misma que no había oído nada, pero no lo conseguí. Me di la vuelta y tras de mi, con la espalda apoyada en el muro y los brazos cruzados sobre su fuerte pecho estaba Christian Valerious, mi primer personaje ficticio.
Me quedé sin habla y miré a cada uno de ellos, primero a un y luego al otro. ¡Esto no podía estar pasándome!
-¿Cómo estas, querida ama?_dijo Christian cordialmente y se inclinó por la cintura haciéndome una reverencia.
¿Me había imaginado las cosas o él me había dicho ama?
-No, no te lo imaginaste. En verdad lo dije, ama_dijo Christian con una sonrisa en los labios.
Si, se me olvidaba que siendo vampiro le había dado habilidades telepáticas. Simplemente lo miré dejando de buscar una explicación lógica para los dos hombres en mi sala de estar.
-¿Por qué me dices ama?
Él se encogió de hombros.
-Tú me creaste y por eso te pertenezco_explicó tranquilamente_¿O prefieres que te diga señora, creadora…
-Ama esta bien_lo interrumpi sin más_ Y estoy bien, gracias. ¿Fuiste tu el que le dijo a Dimitri que yo escribía bien?
-Si_admitió con una sonrisa en el rostro_Estaba desesperado y necesitaba ayuda, por lo que te recomendé a él.
Entonces miré a Dimitri.
-¿Christine sabe que estas aquí?
Dimitri negó con la cabeza.
-No, está demasiado ocupada en éste momento con Nicolás de la Cruz y Lara como para darse cuenta de que no estoy con los otros.
Suspiré y los miré a ambos.
-¿Cómo se conocen?
-Te lo explicaré otro día, ama, pero ahora escucha a Dimitri_me dijo Christian y desvió su mirada hacia el cárpato sentado en el sofá.
Decidí hacerle caso a Christian y miré a Dimitri. Ya era hora de acabar con esto.
-Dime que deseas, Dimitri.
El susodicho me miró con los ojos brillando de una manera que me dejó casi sin aliento.
-Quiero que escribas mi historia.
Abrí los ojos tanto como pude y me quedé con la boca abierta. ¿Qué yo escribiera su historia? Debía estar loco.
-Dimitri, supongo que sabrás que yo no soy tu creadora y que por ende el derecho de contar tú historia no me corresponde_le expliqué lo más amablemente que pude. No podía creer que estuviese pidiéndome eso, yo no estaba a la altura de Christine como para escribir su historia. Él era un hombre que necesitaría sexo con su compañera y yo jamás había escrito una escena de ésas en toda mi vida.
-Claro que estoy consciente de eso, Katherine_me dijo con algo en la voz que percibí como desesperación_pero ya no quiero esperar más. Necesito a Skyler conmigo para sanar porque así como está, huyendo de mí todo el tiempo, jamás lo va a conseguir. Solo yo puedo curarla y Christine no me lo permite, quiere que Skyler permanezca cerca de Francesca y Gabriel todo el tiempo.
Yo lo miré pensando en lo que me había dicho. Si, yo estaba ansiosa por leer su historia, pero Christine debía escribirla, no yo.
Entonces sentí como un cojín se estrellaba contra mi rostro y poco tarde en darme cuenta de que había sido Dimitri quién me lo había lanzado.
Yo lo miré sorprendida.
-¿Por qué me lanzaste un cojín?
-Porque eres terca_me atacó él y yo no pude evitar quedarme con la boca abierta.
Él era un peligroso cárpato, capaz de derrumbar mi casa, matarme o producir un terremoto y ¿me atacaba con un cojín? Es que no podía creerlo.
-Era el cojín o ¿hubieses preferido que hiciera aparecer un ejercito de arañas?_muy bien, me estaba amenazando con una de mis fobias, era mejor escucharlo.
Yo simplemente rechiné mis dientes.
-¿Estas consciente de que lo que me pides será solo temporal? Christine relatará tu historia algún día, y ésa será la real, no la mía_era algo que él debía saber, solo Christian tenía su historia real porque era mi creación, pero no Dimitri.
Él asintió.
-Por supuesto que lo estoy. Solo te pido que lo hagas porque no tienes idea del alivio que será para mi el que relates mi historia_se inclinó más hacia delante con la mirada puesta en mí_Estoy desesperado, sufriendo como nunca lo he hecho en toda mi existencia y necesito algo que me ayude a mantenerme estable en la larga espera que tendré que afrontar. Por favor, ayúdame.
La forma en como me lo dijo fue casi una suplica, tanto que verdaderamente me partió el corazón. No podía dejarlo solo, debía ayudarlo como fuera, así acabará haciendo de su historia algo mediocre pero debía hacer el intento.
Sentí la mano de Christian en mi hombro.
-Yo se que puedes, ama. Tienes el talento_me dijo él y supe que había leído mis pensamientos.
Me sentía atrapada pero no quería dejar a Dimitri solo, era uno de mis personajes favoritos.
-De acuerdo, Dimitri, escribiré tu historia.
Dimitri sonrió ligeramente y se levantó del sofá.
-No sabes cuánto te lo agradezco_se inclinó ligeramente en una reverencia_Se que no me decepcionarás.
-Eso espero_dije con una sonrisa en los labios. Tenía la esperanza de que no fuese asi_Ahora por favor, ambos, váyanse. ¿Se imaginan lo que pasaría si mis papás o mi hermana me vieran hablando con ustedes?
Ambos se rieron
-Ellos no nos verían, ama_explicó Christian aún con una mano sobre mi hombro_Nosotros solo podemos ser vistos por aquellos que comparten tu subconsciente creativo.
Después de eso desperté en mi cama y ahí supe que todo había sido un sueño.
Ése mismo día, despues de que me desperte, comencé a escribir este fanfic al que titule Inocencia Oscura. Un locura, lo se pero creo que pocas personas lo entienen, hasta que les sucede.
Besos a todas y ojala les haya gustado leer esta experiencia personal de como llegue a escribir el fanfic de Dimitri y Skyler emot024 emot024 emot024 emot024 emot024 emot024