Otro de sus relatos de militares (a la doña se le nota que es y vive con militares, eh? emot040 )
Me ha gustado mucho. Es breve pero intensa. Me encanta el personaje masculino, toda esa paciencia... uau!
Tiene elementos de bdsm ligero, no creo que ninguna se escandalice *_*
¿De qué va? Pues...
Mientras va en busca de un soldado desaparecido sin licencia, Nikki hace lo que espera sea un breve y desapercibido viaje a un club sexual privado del que sólo ha oído rumores. Es su "suerte" encontrarse con su compañero de trabajo Mack Chastain tumbado y esperándola. Cediendo a seis meses de tentación, está de acuerdo a tener un lío de fin de semana, determinada a probar lo prohibido una sola vez.
Mack no podía creerse su buena suerte cuando su viejo amigo le llamó para advertirle de que Nikki iba a ir al club. Ya está cansado de que ella lo mantenga a distancia y tiene grandes planes para Nikki. Empezando por la completa sumisión de su cuerpo y alma...
Y aquí va un fragmento para que veáis de lo que os estoy hablando:
—Mírame —dijo roncamente.
Sus ojos se abrieron de golpe y se sintió subyugada por la mirada en sus ojos, oscurecida por la pasión y la posesión. Se había equivocado muchísimo al no querer aquello. Simplemente no había conocido al hombre apropiado. Ablandándose bajo él, de repente se sintió lista para cualquier cosa que él tuviera para dar. En su mandíbula apareció un tic cuando, muy despacio, se fue hundiendo en ella hasta la empuñadura. La sensación de plenitud era exquisita y de nuevo los párpados bajaron mientras suspiraba con apreciación.
—Mírame, Nikki —dijo Mack, sonando una advertencia en su voz.
Queriéndolo más profundamente y más rápidamente, intentó levantar las caderas, pero, inmediatamente, él movió sus manos para mantenerla quieta. Clavada por las caderas y las muñecas no podía hacer nada más que gemir bajo su tortuoso asalto. Incapaz de darle voz a sus deseos, le suplicó con los ojos.
—No me mires así —gimió él y le tomó el rostro con sus manos para darle un beso hasta el alma. Mientras su lengua empujaba profundamente en su boca, él movía su polla exactamente como lo necesitaba. Gradualmente fue aumentando la velocidad, y ella añadió profundidad cuando le rodeó la cintura con las piernas.
Por fin, él marcó un ritmo rápido y furioso en ella. El sonido de la piel golpeando piel llenó la habitación y su último orgasmo la reclamó. Vagamente registró el grito de Mack al correrse antes de que, sucumbiendo al agotamiento, se dejara caer en la cama.
Pd. Ya sabéis, en la biblio habitual...