Dios, hace siglo que la leí y creo que debería releerla.
De todos modos, aunque la opinión sea vaga, lo que más me impactó de la saga estará ahí, porque eso es lo que queda después de que cientos de historias más se entrometan en tus recuerdos.
Primero, esta saga no va sobre un antihéroe, ni sobre un héroe romántico, va sobre un héroe herido.
Desde el principio ves a Geralt como el tipo íntegro que hace lo que correcto por todos, aunque nadie se lo agradezca nunca.
Geralt es el protagonista de su trágica vida, pero esa vida no le hunde.
Mucha acción y poco glamour. Mucha amargura y poco reconocimiento. Pero también unos cuantos amigos incondicionales, una mujer de la que está enamorado (aunque no siempre estás seguro de si es correspondido) y una chica que acaba ocupando el papel de su "hija", espiritualmente hablando.
Esta saga me tuvo enganchada hasta el final, y la recomiendo encarecidamente. Es una joya entre los libros de fantasía que a veces pasa desapercibida.