Con este libro me ha pasado algo que hasta ahora no me había ocurrido nunca.
Esta mañana he empezado el primero en el autobús mientras iba al trabajo, pues bien, he empezado a leer la descripción de cómo en un embalsamamiento iba sacando con un gancho una arteria y una vena de un cadáver y empezaba a inyectar los líquidos de embalsamar y... no he podido seguir leyendo de lo mala que me he puesto.
Vale que no puedo ver la sangre ajena en vivo y en directo, pero hasta ahora con los libros de asesinatos y autopsias truculentas no había tenido ningún tipo de problema.
Supongo que eso significa que el escritor es buenísimo, porque el pasaje me ha hecho el mismo efecto que si lo estuviera viendo.
Voy a dejar pasar un par de días a ver si lo continúo, pero lo haré cuando esté en el sofá de mi casa y no corra peligro de caerme redonda.
En fin, como todo sea igual, no sé si esta serie va a ser demasiado para mí, o quizá me estoy volviendo blandengue con la edad.
Besos
TereL