Estoy convencida de que pocos de los libros de romántica medieval que leemos, y que nos encantan, tiene bien poco que ver con la realidad.
Sin ir más lejos, siempre he pensado que esa afición que tienen nuestras heroínas por tomar baños calientes en su recámara cada dos por tres no se parece en nada a lo que hacían las damas de la época. :D
No obstante, me encantan los documentales históricos, así que me apunto este para verlo.
Muchas gracias por el enlace.
Besos
TereL