--El planeta errante-- (Frizt Leiber)(1964) Todos los ojos estaban atentos al eclipse de Luna cuando llegó el Errante. Solo unos pocos científicos habían sospechado siquiera su presencia, y luego, de repente, estaba allí, empequeñeciendo y amenazando a la Luna y causando estragos en las mareas y el clima de la Tierra. El enorme mundo artificial de colores llamativos hizo una parada en el sistema solar solo para recargar combustible, pero su mera presencia es una catástrofe para los habitantes de la Tierra, quienes han de luchar para sobrevivir al caos climático que desencadena.
La historia comienza con Paul Hagbolt y Margo Gellhorn paseando de noche por el sur de California. De pronto las estrellas titilan a un lado de la Luna, y un nuevo planeta aparece a la vista: es el Errante, cuatro veces más grande que la Luna, con el símbolo yin-yang --mitad dorado, mitad púrpura-- en la cara visible: un vasto objeto inidentificado, inconcebible, un mundo artificial que ha viajado a través del hiperespacio y se ha detenido en la Luna a recoger combustible...
«Leiber enriquece el libro insertando innumerables referencias a la mitología, la religión, las artes, y la ciencia-ficción… Una obra ricamente excéntrica, casi enciclopédica, suma de los vastos intereses y obsesiones del autor.»
[DAVID PRINGLE, "Ciencia-ficción: Las cien mejores novelas".]
La ambientación es INMINENTE: narra algo que puede suceder ya mismo, en cualquier momento. También es obvia la etiqueta de CONTACTO ALIENÍGENA, de una
innegable dimensión pública además. Y, de rebote, también es CATASTROFISTA: terremotos, inundaciones, caos social... es decir, casi un apocalipsis. Hay que aclarar que no se trata de una peliculera invasión, sino de un accidente de circulación en plan ¡uy, perdón!
La trama es coral: varias líneas argumentales que sirven para narrar la catástrofe desde multiples puntos de vista. Tanta descripción quizá termine por cansar a algún lector, que hubiera preferido menos literatura y mas dinamismo, pero es el arancel a pagar para recibir "premios" (un Hugo en este caso). Eso, y que los prodigios tecnológicos ceden protagonismo a la psicología de los personajes, sus reacciones mas bien.
En cuanto al "primer contacto", tiene sus detalles: como el protagonista inicial, un gato con el original nombre de Miau; aunque luego la interacción se vuelve más interesante. Hasta que terminan por descubrirse las razones de tanta precipitación. Y, de remate, se obtiene una visión perturbadora de un cosmos superpoblado y decadente, en el que la humanidad no tiene más futuro que el de la mendicidad.
Ojo con la versión ebook elegida, pues es muy sensible a las malas maquetaciones: con tantos cambios de puntos de vista... si se pierden las pausas (por culpa de las conversiones o de los visores) el lector lo tiene crudo.