Cuando lo vi, con estas ilustraciones, no me llamó especialmente la atención.
Soy más de libros con un mensaje algo más profundo, y este lo cierto es que es bastante típico y sencillo.
Argumento: Una niña está sola y aburrida en la playa deseando tener a alguien para jugar cuando encuentra una botella en la arena y dentro hay un mensaje. Siguiendo las instrucciones del mensaje se encuentra con una sirena que también quiere una amiga. Luego la sirena pierde su pulsera y la niña tiene que ayudarla a encontrarla.
¿Entonces por qué nos pones el libro aquí?, diréis. ¿Qué tiene de especial?
Pues os contaré que en este caso lo que me ha llamado la atención no es la historia en sí, que no es mala pero tampoco tiene nada que la haga especial, sino la presentación del libro.
Y es que en cada página del libro hay adjunto un pequeño sobre, y en cada sobre uno de los mensajes que niña y sirena se intercambian.
El lector lee el texto de la página y luego abre el mensaje.
Está muy bien presentado y es curioso. Ha llamado mucho la atención de las niñas (los chicos no han querido ni intentar abrirlo) a las que le enseñado el libro.
Tiene un componente de secreto, de algo especial que les encanta.
Mi hija hasta se niega a prestarlo porque dice que los mensajes son secretos entre ella y la sirena y que no puede ir leyéndolos cualquiera. Hay que ver lo que puede hacer la imaginación.
