Es una trilogía de Kirsten Gier sobre viajes en el tiempo. Yo diría que se parece a Los guardianes del tiempo de Marianne Curley pero mejor, más inteligente y mejor tramada, con mejores personajes. O sea, la supera en todo.
Grandes dosis de amor juvenil y aventura con una protagonista que nunca es ni más ni menos que lo que debe ser, una chica de 17 años a ratos superficial y a ratos afilada como un cuchillo. Me gustó mucho, en estos tiempos en los que es difícil ver en la literatura juvenil a un personaje realmente coherente con su edad. Además, los personajes secundarios de Leslie y Xemerius son imperdibles.
Va de una chica que vive en una familia en la que se hereda cada X generaciones los viajes en el tiempo. A su vez los miembros de la familia suelen ser miembros de una mega-secreta-y-siniestra sociedad que controla de algún modo a todos los viajeros en el tiempo.
Gwendolyn, la prota, observa como si presumida prima Charlotte se prepara para ser la próxima viajera en el tiempo, pero... oh, que lástima, resulta que al final hubo un ¿error? y Gwendolyn es la que ha heredado la habilidad. Total, que nuestra prota, que no sabe mucho de historia, se encuentra con un estirado compañero de viajes viajando a épocas pasadas e inmersa en una conspiración de la que nadie le cuenta nada y que la tiene hasta el moño. Evidentemente el amor surge con el compañero borde. Y además, la chica tiene la extraña habilidad de ver fantasmas y demonios varios.
En serio, muy buena, se lee con facilidad y es interesante. La trama no se adivina tan facilmente como parece. Al menos eso creo, porque como sea exactamente lo que parece el desenlace va a ser una desilución.
El tercer libro, Esmeralda, acaba de salir publicado en España y en los foros lo ponen bastante bien.
Hasta que lo lea, diré que en los dos primeros no hay una bajada de calidad entre el 1 y el 2, cosa que tampoco se acostumbra ya. Si ya el 3 los supera celebraré la llegada de algo bueno al fin en juvenil.
Las portadas son de los más anónidas. Había visto este libro en la librería y jamás soñé lo que escondía dentro.