El autor es David McKee, el inventor del gran ELMER.
Bueno, yo no sé hasta qué punto son útiles estos cuentos bilingües. Personalmente, no creo que los niños tengan suficiente nivel de inglés para que les resulte útil y los que si lo tienen ya son demasiado mayores para este tipo de historias.
De todos modos, yo os traigo el libro no porque crea que es especialmente didáctico por lo del doble idioma, sino por la historia en sí misma.
Una montaña, dos monstruos, uno a cada lado de ellas. Hablan entre sí por medio de un agujero. Uno dice una tarde "mira, se está acabando el día", el otro dice "que va, si está empezando la noche"; y de esta forma comienza una discusión y un intercambio de insultos cada vez más burros. A medida que se insultan se tiran piedras hasta destrozar la montaña, y quedan por primera vez uno de cara al otro. Al verse comprenden que en realidad estaban diciendo lo mismo, y que no había razón para enfadarse tanto.
Me ha encantado la historia, y los niños se ríen mucho con el intercambio de barbaridades.
