Bueno, el que piense leerlo que no se atreva a leerme porque no solo voy a desvelar su mayor aliciente, es que no me ha gustado nada y voy a explicar por qué con pelos y señales.
Ejem, empecemos.
¡Cómo se os ocurre poner el mensaje en fantástica!
Esto no daba ni para romántica histórica, perdonad. En cualquier libro sobre la época victoriana que encontréis en la mencionada sección vais a encontrar personajes menos agilipollados y con más garbo.
Seguí leyendo porque me esperaba algo en la siguiente página que nunca llegó.
No sólo son tres historias previsibles sino que por lo estúpido de la "fantasía" que retratan cuando llegamos a la parte en la que todo es un timo no me sorprendí para nada. Fue más bien un "ah, menos mal, no van a salir con alguna explicación inverosímil para explicar esta patujada".
¿Quién se suponía que era el personaje de cada una de las tres tramas? Lo digo para meterme con él a fondo.
A Wells le odié nada más aparecer. Espero que el auténtico Wells fuera algo menos egocéntrico. Pero no nos adelantemos, vamos por orden.
La puta... la más honesta, aunque vamos, lo de creerse esa gran historia de amor con el marido en el rellano...
El joven noble enamorado... ejem, este es imbécil total.
El primo noble... al menos tiene dos dedos de frente, es lo mejor que puedo decir de él.
Wells... insoportable, egocéntrico y débil de carácter a mi juicio, egoísta. No me cayó nada bien, y eso que era el hilo conductor de las tres historias.
El dueño de la empresa de los viajes en el tiempo... simplemente un tipo asqueroso.
La tonta jovencita noble.... ay que ser retrasada para tragarse esa historia.
El capitán del futuro.... deja que me carcajee del héroe. Por dios, el tipo es un delincuente confeso y un hijo de... ¿y nos tenemos que creer que el amor le redime? No sé por qué, la verdad.
El supuesto superpoli genio... supongo que se puede ser más tonto. Hasta los genios se pueden autoengañar.
Vamos, que ningún personaje me cayó bien. La trama es bastante obvia una vez pasado el final de la primera historia y sin el componente fantástico prometido pero no encontrado lo cierto es que ni la ambientación ni los personajes ni la acción son suficientes para sostener la atención de esta lectora.
Me aburrí, me salté varias partes casi al final porque no lo soportaba más y este libro tendría que estar en NOVELA por eso de no engañar a los pobres que realmente queremos leer fantástica.
En resumen son tres historias ambientadas en el Londres victoriano y que giran alrededor de una empresa que promete viajes en el tiempo.
La novela transcurre bajo el supuesto de que toda la sociedad londinense se ha tragado que es posible y nos lo presentan como un hecho cierto, pero luego ir descubriendo a lo largo de toda la novela que te han timado como lector, lo mismo que han timado a los incautos personajes que se pensaban que tal cosa era posible.
Agggghhh, me debéis una.
La próxima recomendación sin trampas.