Tú, el inmortal (This Immortal) de Roger ZelaznyPrimera publicación en el año 1965
Primera edicion en idioma español en el año 1977
Premio Hugo a la mejor novela de ciencia ficcion en 1966
Premio Seiun a la mejor novela de ciencia ficcion en 1976
Tapa de la primera edicion, año 1966, editorial Ace Books, ilustración de cubiera de Gray Morrow.
Cubierta de la ultima publicación en idioma español, año 2004, editorial Bibliópolis, colección Bibliópolis Fantástica, numero 20, ilustración de tapa de Martina Pilcerova.
Texto de contracubiertaCuando los mitos vuelven a caminar sobre la tierra.
Tras la Guerra de los Tres Días, la Tierra quedó reducida a un caos humeante y radiactivo. Las escasas avanzadillas humanas en Titán y otros puntos del sistema solar fueron salvadas de la extinción por la oportuna llegada de los veganos, que convirtieron la Tierra repoblada en un protectorado. Contra el dominio alienígena se alzó el legendario Kostantin Karaghiosis, héroe por la libertad para unos, terrorista para otros, y tras años de lucha se consiguió crear una frágil autonomía. Ahora, al cabo de varias décadas, el Comisionado de Artes, Monumentos y Archivos de la Tierra, Conrad Nomikós, recibe la petición de guiar al vegano Cort Myshtigo en una visita a las ruinas de la civilización humana. Pero Conrad esconde un secreto, y en su viaje entre las criaturas de las zonas radiactivas tendrá en sus manos la vida o la muerte de Myshtigo y el destino de la Tierra.
El gran talento de Roger Zelazny, gran maestro de la ciencia-ficción, se puso de manifiesto mejor que nunca en esta novela, donde recreó los mitos griegos en clave fantástica y que le valió uno de los seis premios Hugo que obtuvo en su prolífica carrera.
"Una novela muy entretenida, escrita con habilidad e inteligencia. Conrad es un héroe típico de Zelazny, burlesco y autocrítico. Los diálogos son chispeantes, y los demás personajes están perfectamente dibujados (...) Me alegra que este libro vuelva a estar en catálogo." --- Rich Horton, The SF Site
"Un clásico de la ciencia-ficción. Atesoro mi vieja edición, con sus páginas amarillas y su olor a moho. Espero que me dure otros treinta años, porque por supuesto seguiré leyendo una y otra vez este libro." --- SF Reviews
"Tremendamente bueno." --- Bookwarp
Sobre el autor
Roger Zelazny (Euclid, Ohio, EE.UU., 1937-Santa Fe, Nuevo México, EE.UU., 1995) fue uno de los grandes maestros de la ciencia-ficción estadounidense y una de las cabezas visibles de la Nueva Ola. En su obra destacan las novelas El señor de los sueños (1966), Tú, el inmortal (1966, premio Hugo), El señor de la luz (1967, premio Hugo), Criaturas de luz y tinieblas (1969), Damnation Alley (1969), La isla de los muertos (1969, premio Apollo), Jack of Shadows (1971), Hoy escogemos rostros (1973), Doorways in the Sand (1975), Mi nombre es legión (1976), Deus Irae (1976, con Philip K. Dick), Señales en el camino (1979), La tierra cambiante (1981), Dilvish, el maldito (1982) y A Night in the Lonesome October (1993), además de la serie de Ambar, comenzada con Los nueve príncipes de Ambar (1970), y tres colaboraciones cómicas con Robert Sheckley. Su ficción corta fue reconocida con otros cuatro premios Hugo y tres Nebula.
"Uno de los autores contemporáneos de ciencia-ficción más respetados del mundo." --- The Santa Fe New Mexican
"Su llegada al mundo de la ciencia-ficción en 1962, junto con Samuel R. Delany, Thomas M. Disch y Ursula K. Le Guin, convirtió ese año en un hito de lo que en su momento pareció la inevitable madurez de la ciencia-ficción, una literatura compleja y sofisticada cuyo lenguaje pudiera por fin igualar su intermitente soberbia." --- John Clute
"Uno de los mejores escritores de la Nueva Ola." --- Encyclopaedia BritannicaNo queda mucho por decir con semejante contratapa. En
Tú, el inmortal Roger Zelazny nos ofrece un viaje iniciatico mezclando la mitologia griega con la ciencia ficcion, y eso en menos de 200 hojas; tendremos aventuras, seres de fabula y politica planetaria pero con un estilo agil y ameno, esto gracias al gran talento y oficio del autor.
"Me había percatado de la falacia del Retorno. No regresarían, jamas regresarían. La Tierra estaba condenada a morir. Bajé a los Jardines y toqué esta última melodía que había aprendido del viento. O quizá de las estrellas. Al día siguiente, el enorme barco de Karaghiosis se hacía pedazos en la bahía del Pireo."En mi opinion, quizas no sea una obra maestra, pero es un entretenido relato que combina muy bien todos sus ingredientes, ideal para relajarse un rato.
Saludos