Uy, si lo puse que la frase es de Edward Burke... lo que pasa que me impresionó mucho después de ver esa película, después de estar llorando como una magdalena por todas las matanzas y problemas que pasan y en cuanto acaba, sale esta frase en pantalla durante un ratito. Se me quedó tan grabada que muchas veces me viene a la cabeza; porque es una gran verdad y la podemos aplicar en muchisimas de las cosas que pasan cada día.
Del Wikipedia - El teniente de las Fuerzas Especiales de los Navy Seal A.K. Waters (Bruce Willis) y su escuadrón de élite de especialistas tácticos son obligados a elegir entre el deber y la humanidad, entre seguir las órdenes ignorando el conflicto que los rodea, o encontrar el valor para seguir su criterio y proteger a un grupo de refugiados inocentes. Cuando el gobierno democrático de Nigeria es derrocado y el país cae en manos de un cruel dictador militar, Waters y su equipo son asignados a una misión de rutina para rescatar a la doctora Lena Kendricks (Monica Bellucci). La doctora Kendricks, ciudadana estadounidense debido a su matrimonio, se dedica a atender a las víctimas de la guerra civil que se está produciendo, en una misión católica de un poblado lejano. Cuando llega Waters, la Doctora Kendricks se niega a marcharse a menos que él se comprometa a ayudar a trasladar a los lugareños a la frontera cercana, donde gozarán de asilo político. Si los abandonan, quedarán a merced del enorme ejército rebelde. Waters tiene órdenes estrictas de su oficial en jefe, el capitán Bill Rhodes (Tom Skerritt) de mantenerse al margen del conflicto. Pero cuando él y sus hombres comprueban la brutalidad de los rebeldes, acogen la causa de la doctora Kendricks y ponen sus propias vidas en peligro escoltando a los habitantes del poblado en una peligrosa marcha a través de la densa jungla.