N de Nudo — "N" Is for Noose (1998)
La viuda de Tom Newquist contrata los servicios de Kinsey Milhone para que averigúe lo que le sucedía a su marido antes de su muerte. Tom, ayudante del sheriff de Nota Lake, había sido un hombre honesto y respetado por todos, de saludun tanto descuidada y poco amigo del deporte, que, a punto de jubilarse, muere de un paro cardíaco. Sin embargo, en los últimos tiempos su comportamiento había sido algo extraño: ¿ qué le inquietaba por las noches, qué amenaza parecía atormentarle?. Tras muchas entrevistas en un pueblo de gente reacia a hablar del asunto, Kinsey descubrira que Tom tenía entre manos la investigación de dos casos, separados en el tiempo, de hombres que aparecieron ahorcados en circunstancias similares. Al parecer. en los últimos días de su vida Tom había echado el lazo a un sospechoso. A kinsey le tocará apretar el nudo....
O de ódio — "O" Is for Outlaw (1999)
Kinsey, recibe la llamada de un tipo que le ofrece una caja llena de papeles que ha obtenido en una subasta- y en los cuales aparece escrito el nombre de Kinsey-. Entre estos, la investigadora, encuentra una carta
P de Peligro — P is for Peril (2001)
Nadie puede explicarse por qué Down Purcell, un reputado especialista en medicina geriátrica de Santa Teresa (California ), lleva desaparecido desde hace nueve semanas. Purcell está aparentemente muy enamorado de Crystal, su segunda esposa, una ex bailarina de striptease. Pero lo curioso es que es Fiona, su primera esposa, quién contrata a Kinsey Millhone, convencida de que, en realidad Purcell quería huir de Crystall. La detective no tarda en averiguar que hay otras posibilidades mucho más tétricas: ¿se ha esfumado Purcell para eludir alguna cuenta pendiente con la justicia?,¿ tiene algo que ver el millón de dólares que Fiona cobraría del seguro si fallece su ex marido?. Durante la investigación Kinsey conoce a uno de los hermanos Hevener y se hace la ilusión de que puede haber novedades en su vida.Lo que ignora es que dichas novedades son en realidad de muy distinta y amenazadora naturaleza.
Q de quién* — Q is for Quarry (2002)
Corre el verano de 1969, con sus furgonetas llenas de hippies, pantalones de campana, sexo, drogas, y maniefestaciones por la paz.... una época en la que las investigaciones criminológicas contaban con una tecnología bastante primitiva en comparacion con los medios actuales. En una cantera próxima a la autopista, la policía encuentra el cadaver en estado de descmposición de una mujer, con las manos atadas, varias puñaladas y degollada. En el curso de la investigación , los agentes encargados del caso ni siquiera logran averiguar quién era esa mujer, pues apenas hay pistas y el crimen queda sin resolver. Dieciocho años después, y a punto de jubilarse, los dos policías que encontraron el cadaver quieren, al menos, identificar a la mujer. Piden ayuda a la detective Kinsey Millhone, pero volver al pasado entraña sus riesgos, y lo que comienza como una indagación en torno a la identidad del cadaver termina convirtiendose en la peligrosa busqueda del asesino.
R de rebelde — R is for Ricochet (2004)
Nord Laffertty contrata los servicios de la detective Kinsey Millhone para un trabajo sencillo y bien remunerado: custodiar a Reba, su única y rebelde hija, que está a punto de conseguir la libertad condicional tras cumplir dos años de condena por estafa. Kinsey deberá recogerla en la cárcel, llevarla a casa y asegurarse que se reintegra a su vida acomodada. Pero Reba Lafferty no es una chica fácil, sino todo lo contrario: bebedora empedernida, fumadora compulsiva, jugadora impenitente y adicta a todo tipo de vicios. Para acabar de complicar las cosas a Kinsey, la misma noche en que sale de la cárcel, Reba se reencuentra con Alan Beckwith, el hombre que fue a la vez su víctima y su verdugo: ella lo estafó y él la denunció. Pero el pasado no ha hecho mella en los sentimientos de la ex convicta, que, después de una separación forzosa, quiere reanudar su pasión con el mismo ardor de otros tiempos.
S de Silencio — "S" is for Silence (2005)
Si los casos de personas desaparecidas ya son de por sí arduos para cualquier investigador, cuando la desaparición se ha producido hace treinta y cuatro años el trabajo se convierte casi en una misión imposible. Ése es precisamente el reto al que se enfrenta la detective Kinsey Milhone en esta ocasión. Violet Sullivan fue vista por última vez el Cuatro de Julio de 1953. Atrás deja una hija de siete años, Daisy, un esposo sumido en la desesperación, y un hervidero de rumores sobre su escandalosa vida sentimental. En Serena Station, el pequeño pueblo californiano donde ocurren los hechos, las opiniones están divididas: unos piensan que Violet, mujer bonita y promiscua, se ha fugado con un amante; otros dan por sentado que el marido, un alcohólico proclive a la violencia y a los malos tratos, ha puesto fin a los engaños de Violet de manera drástica y ha ocultado después su coche y su cadáver en algún lugar secreto. Es Daisy, la hija abandonada, quien en 1987 decide esclarecer las circunstancias de ese trauma infantil que ha marcado su vida. A sus cuarenta y un años, necesita saber a toda costa si su madre se fue por voluntad propia o no. Pero en cuanto Kinsey empieza a remover el pasado, el resentimiento muestra su cara más cruel.
T de Trampa — T is for trespass (2007)
Es el mes de diciembre, y Kinsey Millhone atraviesa una época de calma. Tiene entre manos un caso rutinario: una colisión entre dos vehículos, que ha de investigar para el abogado Lowell Effinger. Sin embargo, a medida que avanza en sus pesquisas, empieza a sospechar que la mayoría de los implicados, incluidos los testigos, no son lo que parecen. Además, la tranquilidad de Kinsey se ve perturbada cuando Gus Vronsky, un vecino que no se distingue precisamente por su amabilidad ni su buen humor, sufre una caída y no puede valerse por sí mismo; contrata entonces a Solana Rojas, una enfermera que habrá de cuidarlo y tras cuya aparición Gus parece ir de mal en peor. Para colmo, Henry, el octogenario casero de Kinsey, se echa novia e insiste en que la detective le dé su opinión. Inmersa de pronto en todos estos asuntos que no le dan respiro, Kinsey se ve obligada a agudizar su olfato de investigadora, pues tendrá que lidiar con peligrosos psicópatas, con desaprensivos inquilinos y caseros y con ciudadanos aparentemente honestos que, de una manera u otra, hacen trampa y ocultan una identidad irredenta.