Autor Tema: [R.Contemporánea] Serie Liberty de Lisa Kleypas  (Leído 4872 veces)

Liaram

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[R.Contemporánea] Serie Liberty de Lisa Kleypas
« on: Mayo 08, 2010, 06:55:09 pm »
Hola chicas, ¿que les pareció la serie liberty de kleypas? yo estoy super enganchada me lei de un tirón mi nombre es liberty y el personaje de Gage me encantó, el segundo libro tambien es muy bueno "el diablo tiene los ojos azules", me he enterado de que han publicado el tercer libro "Smooth Talking Stranger", si alguna lo tiene ¿me lo podeis pasar?, me da igual que sea en ingles.
Besos y gracias
 emot024 emot024 emot024
« Última Modificación: Noviembre 24, 2023, 12:32:49 pm por Nul0 »

myriam

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #1 on: Mayo 08, 2010, 08:38:35 pm »
Para mi la serie Liberty es de lo mejor que ha sacado Kleypas ultimamente.El primero de la serie es excepcional, si bien lo catalogaría de novela sentimental.Lamentablemente la espera para que Ed. B traduzca el tercero se hace larga, pero cruzo los dedos para que lo saque este año.(Dios me oiga ,y...  Ed B también)
Si bien los últimos historicos son lindos, a mi gusto no pasa de eso... lindos.
Myr

Liaram

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #2 on: Mayo 09, 2010, 09:12:11 pm »
Gracias myriam!!
Lei los primeros 2 lbros de un tiron y me entere que está el tercero, pues nada tocará esperar.
Un beso
 emot024 emot024 emot024

cocomiau

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #3 on: Mayo 09, 2010, 10:11:36 pm »
Habeís visto en la mulita, si hay algo? :emot009:

tere

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #4 on: Mayo 09, 2010, 10:50:01 pm »
mmmmm... creo que en inglés lo tenemos en el grupo de kleypas....

alexandra20

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #5 on: Mayo 10, 2010, 05:43:57 am »
mmmmm... creo que en inglés lo tenemos en el grupo de kleypas....

si? hay que bien.... emot035

cocomiau

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #6 on: Mayo 10, 2010, 08:02:38 am »
mmmmm... creo que en inglés lo tenemos en el grupo de kleypas....

Y eso en cuanto tiempo???? AHg!!! Esta lisa me encantaaaaaaa, y desepero por ella.

Liaram

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #7 on: Mayo 12, 2010, 02:08:15 pm »
 :emot014: :emot014: :emot014:
Gracias chicas, pues voy a buscarlo, :emot009: :emot009: si no lo encuentro ya pondre el grito en el cielo :emot003: :emot003:
Me encanto esta serie
 emot024 emot024 emot024

popi4

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #8 on: Mayo 14, 2010, 11:00:04 pm »
A mi me gusto más Liberty que el segundo, este no me gustó para nada, tal vez tenía muchas expectativas.  emot038

Paoladmjg

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #9 on: Mayo 21, 2010, 07:12:47 am »
 :emot020: A mi me gustaron los dos... y bueno estoy en espera del tercero....  emot026 ruego porque pronto este en español.

Liaram

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #10 on: Mayo 21, 2010, 09:35:07 am »
Yo lo tengo en ingles, si lo encuentro en español os aviso.
besos
 emot024

Paoladmjg

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #11 on: Junio 04, 2010, 06:29:26 am »
 emot026  Esperamos que pronto tengas, buenas noticias!!!

Saludos

CHONI

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #12 on: Junio 04, 2010, 09:59:24 am »
Ojala tengamos entre libro pronto con nosotras, estoy deseando incarle el diente.  emot024

Liaram

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Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #13 on: Junio 26, 2010, 05:17:21 pm »
Un pequeño estracto del tercer libro de la saga Liberty SMOOTH TALKING STRANGER que me paso una amiga.

El porta bebés parecía pesar mil kilos mientras lo cargaba hacia el edificio. El aire helado me golpeó mientras entraba en el lujoso hall de acero bruñido, mármol y madera brillante. Después de echar un vistazo a la placa para comprobar en qué planta se ubicaban las oficinas, caminé con determinación hasta el mostrador de recepción. Sabía que no tenía ninguna posibilidad de que me permitieran pasar hasta los ascensores.
—Señorita..-Uno de los hombres detrás del escritorio, pidió que me acercara.
—Alguien va a bajar a buscarnos, -le dije alegremente. Buscando en el bolso colgado de mi hombro, saqué la bolsa que contenía el pañal sucio. —Tenemos una pequeña emergencia, ¿hay algún aseo cerca?
Palideciendo al ver el abultado pañal, el hombre me dirigió al aseo al otro lado de los ascensores.
Pasando el mostrador, cargué a Luke hasta la doble hilera de ascensores y, tan pronto se abrió una puerta, entré con otras cuatro personas.
—¿Qué edad tiene la niña? –una mujer vestida con una traje negro de chaqueta y falda, me preguntó con una sonrisa.
—Es niño, -dije. —Tiene una semana.
—Usted lo está llevando muy bien, considerando el poco tiempo que ha pasado.
Consideré por un momento, el explicarle que yo no era la madre, pero entonces seguiría preguntando y no tenía ganas de explicar las circunstancias que nos habían unido a Luke y a mí.
Así que, sonreí y murmuré, —Sí, gracias, lo llevo genial. Durante los siguientes segundos, cavilé sobre cómo estaría recuperándose Tara después del parto. Alcanzamos la planta once y saqué a Luke del ascensor, atravesando las entrada de la Travis Management Solutions. Nos encontramos en un sereno recinto decorado con colores naturales, con una pequeña agrupación de modernos muebles tapizados. Dejé el porta bebé, froté mi brazo dolorido y me aproximé a recepción. Su cara era una educada máscara. El negro eyeline en su párpados superiores, terminaba en una pequeña punta en la esquina de sus ojos, como una marca de verificación en una lista de cosas para hacer. “Ojo derecho”…listo. Ojo izquierdo…listo. Le sonreí esperando convencerla de que yo era una mujer de mundo.
—Yo sé que esto es inapropiado, -dije empujando mis gafas que se habían deslizado por mi nariz, —pero, necesito ver al Sr. Travis para hablarle de un tema urgente. No tengo cita. Sólo necesito cinco minutos. Mi nombre es Ella Varner.
—¿Conoce usted al Sr. Travis?
—No. Me ha hablado de él la amiga de una amiga.
Su cara permanecía sin expresión alguna. Yo medio esperaba que ella buscara el botón bajo su mesa y lo apretara para hacer venir a seguridad. Al momento, aparecerían hombres con uniforme beige de poliester y me echarían fuera.
—¿Para qué quiere verle? –me preguntó.
—Estoy segura de que él no querría que yo se lo contara antes de hablar con él.
—El Sr. Travis está reunido.
—Esperaré.
—Una larga reunión, -dijo ella.
—Está bien. Lo veré cuando se tome un descanso.
—Usted pedirá una cita y vendrá otra vez.
—¿Cuándo está libre?
—Su agenda está completa para las próximas tres semanas. Puede que tenga un hueco hacia final de mes.
—Esto apenas puede esperar hasta el final del día, -insistí. —Mire, sólo necesito cinco minutos. Vengo desde Austin. Estoy trantando con un problema que el Sr. Travis debe conocer. –Me detuve cuando la vi empalidecer.
Ella creía que estaba loca.
Yo estaba empezando a creerlo también.
Detrás de mi, el bebé empezó a llorar.
—¡Manténgalo callado! –dijo la recepcionista con urgencia.
Fui hacia Luke y lo levanté. Busqué un biberón preparado de antemano que estaba en el bolso al lado de la bolsa del pañal. No tenía forma de solucionarlo, así que, empujé la tetina en su boca.
Pero mi sobrino no quería su biberón frío. Empujó la tetina fuera de su boca y comenzó a llorar.
—Senorita Varner… -la recepcionista dijo agitada.
—Su biberón está frío. –Le ofrecí una sonrisa de disculpas. —Antes de echarnos ¿le importaría calentarlo? ¿Solo ponerlo en una taza de agua caliente durante un minuto? Por favor…
Ella suspiró profundamente. —Démelo. Lo llevaré a la sala de café.
—Gracias. –Le ofrecí una sonrisa para apaciguarla pero ella la ignoró mientras se iba.
Vagué por la recepción, meciendo a Luke, tarareando y haciendo cualquier cosa para calmarle. —Luke, no puedo llevarte conmigo. Siempre montas una escena. Y nunca me escuchas. Creo que deberíamos empezar a relacionarnos con otras personas.
Me di cuenta que alguien se aproximaba por el pasillo y me giré con una expresión de agradecimiento. Había asumido que era la recepcionista que volvía con el biberón. En su lugar, tres hombres salían, todos vestidos con oscuros y caros trajes. Uno de ellos era rubio y delgado, otro bajo y corpulento, y el tercero era el hombre más sorprendente que había visto en mi vida.
Él era alto y grande, todo duros músculos y masculinidad, con ojos oscuros y espeso cabello negro. La manera de moverse, la confianza, la forma relajada de sus hombros, proclamaban que era alguien aconstumbrado a estar al mando. Deteniéndose en medio de la conversación, él me lanzó una mirada de sorpresa, y perdí la respiración. El sonrojo subió por mi cara y el pulso de mi garganta se disparó. Una mirada bastó para que yo supiera a quien tenía en frente. El clásico macho alfa, el tipo de hombre que había impulsado la evolución cinco millones de años atrás, solo clavando su mirada en una mujer. Hombres encantadores, seductores, que se comportaban como bastardos, y a los que ninguna mujer podía resistir su mágico ADN.
Siguió mirándome y habló con una voz tan profunda que me puso la carne de gallina. —Juraría que había escuchado un bebé.
—¿Sr. Travis? –Pregunté con voz temblorosa, abrazando a mi lloriqueante sobrino.
Él asintió.

—Esperaba encontrarle. Soy Ella. De Austin. Ella Varner. Necesito hablar con usted un momento.
La recepcioninsta llegó desde otro pasillo con el biberón en la mano. —¡Oh Dios! –murmuró ella, apresurándose. —Sr. Travis, lo siento…
—Está bien, -dijo Travis, haciéndole un gesto para que me diera el biberón.
Lo cogí, volcando un poco de leche en mi muñeca, como mi madre me había dicho, y acerqué la tetina a la boca del bebé. Luke gruñó satisfecho y se quedó en un ocupado y succionador silencio.
Volviendo a mirar los ojos de Travis, oscuros y ricos como la melaza, pregunté, —¿Podría hablar con usted unos minutos?
Travis me estudió pensativo. Me llamaron la atención sus contradicciones, su cara ropa y negra sobre alguien que no parecía muy civilizado. Él era tan indiscutiblemente masculino que una no sabía si quedarse con su lado bueno o dejar que te lleve al infierno.
No podía evitar compararlo con Dane, cuya belleza rubia y bien afeitada mandíbula lo hacía tan suave y accesible. No había nada suave en Jack Travis. Excepto, posiblemente, su dulce y profunda voz de barítono.
—Depende, -dijo Travis resueltamente. —¿Intentará venderme algo?
Tenía un fuerte acento Texano, la forma en que las G golpeaban el suelo era como una tormenta de granizo en verano.
—No. Es un asunto personal.
Un toque de media diversión, curvó las comisuras de su boca. —Normalmente, me ocupo de los asuntos personales después de las cinco.
—No puedo esperar tanto. –Tomé profundamente aliento antes de añadir con valentía, —Y le advierto, que si va a librarse de mí ahora, tendrá que que tratar conmigo después. Soy bastante persistente.
El inicio de una sonrisa tocó sus labios mientras giraba hacia los otros hombres. —¿Podrían esperarme en el bar del séptimo piso?
—No hay problema, -dijo uno de ellos con un vigoroso acento británico. —No nos importa merodear por el bar. ¿Le pedimos algo?
—Sí, no creo que esto me lleve mucho tiempo. Una Dos Equis con lima, sin vaso.
Mientras los hombres se iban, Jack Travis puso en mí toda su atención. A pesar de no ser bajita, él se alzó sobre mí.
—A mi despacho. –Se apartó para escoltarme. —La última puerta a la derecha.
Cargando a Luke, llegué a la esquina de la oficina. Altos ventanales dejaban ver el cielo, la implacable luz del sol rebotaba en los cristales ahumados. En contraste con la aséptica recepción, el despacho estaba agradablemente desordenado, confortables sillones de piel y pilas de libros y carpetas, así como fotografías familiares enmarcadas en negro.
Después de acercar una silla para mí, Travis se medio sentó en su escritorio enfrentándome. Sus rasgos estaban bien definidos, la nariz recta y sustancial, la mandíbula afilada.
—Hagamos esto rápido, Ella-de-Austin, -dijo. —Estoy a punto de hacer terminar un negocio y no quiero dejar a esos chicos esperando.
—¿Va usted a gestionar su propiedad?
—Una cadena de hoteles. –Su mirada se posó en Luke. —Debería inclinar el biberón, ella está tomando aire.
Fruncí el ceño y subí el biberón un poco. —Es un niño. ¿Por qué todo el mundo piensa que es una niña?
—Lleva puestos calcetines de Hello Kitty. –Había desaprovación en su voz.
—Eran los únicos disponibles en su talla, -dije.
—No puede ponerle a un niño calcetines rosas.
—Sólo tiene una semana. ¿Debo preocuparme ya por los prejuicios de género?
—No hay duda, usted es de Austin. –Contestó con irónia. —¿En qué puedo ayudarla, Ella?
Explicarlo iba a ser una dura tarea, no sabía por donde empezar.
—Solo para que esté preparado, -le dije con un profesional tono de voz, —la historia que voy a contarle termina con una estocada.
—Me pasa a menudo. Siga.
—Mi hermana es Tara Varner. Usted salió con ella el año pasado. –Cuando me di cuenta que el nombre no le sonaba, añadí, —¿Conoce a Liza Purcell?... Ella es mi prima. Ella le presentó a Tara.
Travis pensó un momento. —Me acuerdo de Tara, -dijo finalmente. —Alta, rubia, piernas largas.
—Esa es. –Miré a Luke que había terminado su biberón y lo dejé en la bolsa del bebé. Incorporé al bebé sobre mi hombro para hacerle eructar.
—Este es el hijo de Tara. Luke. Ella le dio a luz y lo dejó con mi madre, largándose a no sé donde. Hemos intentado localizarla. Mientras tanto, estoy intentando asegurar la situación del bebé.
Travis estaba muy quieto. La atmósfera del despacho se tornó hostil. Me di cuenta que me había clasificado como amenaza o molestia. En todo caso, su boca estaba ahora apretada, contenida.
—Creo saber cuál es la estocada de la que hablaba, -dijo él. —No es mío, Ella.
Me obligué a mi misma a mantener su mirada.
—Según Tara, lo es.
—El nombre de Travis inspira a muchas madres solteras a buscarme semejanzas con sus hijos sin padre. Pero esto no es posible por dos razones. Primera, yo nunca tengo sexo sin asegurar mi pistola.
A pesar de la seriedad de la conversación, no pude evitar sonreir. —¿Se refiere a que no lo hace sin preservativo? Ese método anticonceptivo no es para nada infalible.
—Gracias, profesor. Pero sigo sin ser el padre.
—¿Cómo puede estar segruo?
—Porque nunca me acosté con Tara. La noche que salimos juntos, ella había bebido demasiado. Y yo no me acuesto con mujeres en esas condiciones.
—¿De verdad?- pregunté excéptica.
—De verdad, -me replicó suavemente.
Luke eructó y se reposó en la curva de mi cuello como un paquete de judías.
Pensé en todo lo que Liza me había contado sobre la hiperactiva vida sexual de Travis, casi un mujeriego de leyenda, y no pude evitar una sonrisa cínica.
—¿Porque es usted un hombre de altos principios? –pregunté.
—No, señora. Solo que prefiero que la mujer participe.
Solo por un instante, no puede dejar de imaginármelo con una mujer, la clase de participación que él requeriría, y me puse de mal humor cuando me sentí ruborizar. Solo se hizo peor cuando él me lanzó una helada mirada, como si fuera una inepta criminal que él acababa de atrapar.
Esto me determinó aún más a manterner mi fundamento. —¿No bebió usted nada la noche que salió con Tara?
—Problablemente.
—Entonces, su juicio podría estar dañado. Y posiblemente su memoria. No puede asegurar que no pasó nada. Y esta no es una buena razón para que crea en usted.
Travis estaba en silencio, mirándome. Nada escapaba a su atención, los oscuros cercos bajo mis ojos, la mancha de leche en mi hombro, la inconsciente manera en que yo había curvado mi mano sobre la cabecita de Luke.
—Ella, -dijo él tranquilo, —No puedo ser el único tipo al que puedas acusar de esto.
—No, -admití. —Sí resulta que usted no es el padre, entonces tendré que conseguir hablar con los otros afortunados candidatos para que se hagan los test de paternidad. Pero, le estoy dando la oportunidad de hacerlo ahora, sin escándalos ni publicidad. Hágase el test, y si da negativo, lo tacharé de la lista.
Travis me miró como si yo fuera uno de esos lagartos verdes a quienes encantaba entrar en las casas texanas.
—Tengo abogados que la harían ir en círculos durante meses, cariño.
Le sonreí con burla. —Vamos Jack. No me quite el placer que me producirá verle donar una muestra de AND. Incluso pagaré yo.
—Esa oferta me interesaría, -dijo, —si conllevara algo más excitante que una muestra de saliva.
—Lo siento. Me gustaría creerle cuando dice que no se acostó con Tara. Pero, si lo hubiera hecho, ¿no hay incentivo en admitirlo, no?
Siguió mirándome con sus ojos color café. Una caliente, poco familiar sensación alcanzó mi columna.
Jack Travis era un gran, sexy gato, y no dudaba que mi hermana le habría dado cualquier cosa y de cualquier forma que él quisiera. Y no me importaba si Travis había asegurado su pistola, la había envuelto o se la había atado con un nudo. Él podría dejar a una mujer embarazada sólo con pestañear.
—Ella, permítame…-Él me sorprendió acercándose y suavemente quitando las gafas de mi cara. Lo miré a través de la niebla y me di cuenta que estaba limpiando mis gafas con un pañuelo. —Ahora, -murmuró, y me las puso otra vez con cuidado.
—Gracias, - me apañé para murmurar, ahora, viéndole en cada rompedor detalle.
—¿En qué hotel te hospedas?
Le oí preguntar y me las arreglé para ocultar mis pensamientos.
—No lo sé, todavía. Iba a buscar algo cuando saliera de aquí.
—No podrás. Hay dos convenciones en Houston. A no ser que sobornes a alguien, tendrás que conducir hasta Pearland para conseguir habitación.
—Sin sobornos, -declaré.
—Entonces necesitas ayuda.
—Gracias, pero no…
—Ella, -me interrumpió él con voz intransigente. —No tengo tiempo para discutir. Las quejas, después, pero ahora, cállate y sígueme.
De pie, él se acercó al bebé.
Sorprendida lo acerqué más a mí.
—Está bien, -murmuró Travis. —Yo lo llevo.
Sus grandes manos se deslizaron entre mi cuerpo y el bebé, acunando hábilmente al dormido bebé y dejándolo en el carrito que estaba en el suelo. Me sorprendió su desenvoltura con el bebé y también mi propia consciencia de él. Su olor, fresco como cedro y tierra limpia, enviaba señales de placer a mi cerebro. Vi la sombra de la barba que, incluso, el mejor afeitado no podría ocultar y el espeso cabello negro cortado a capas.
—Usted tiene, obviamente, experiencia con bebés, -le dije, tomando la bolsa del bebé y asegurándome que la bolsa con el pañal estaba cerrada mientras tanto.
—Tengo un sobrino. –Travis abrochó el arnés del porta bebé y lo alzó sin esfuerzo. Sin pedir permiso, se abrió paso hasta el frente del despacho, deteniéndose en una de las puertas del pasillo.
—Helen, -dijo él a la morena mujer tras un escritorio lleno de carpetas apiladas. —Esta es Ella Varner. Necesito que le encuetres habitación en un hotel para las próximas dos noches. Algo cerca.
—Sí, señor. –Helen me dirigió una neutral sonrisa y cogió el teléfono.
—Yo pagaré, -interrumpí. —Necesitará mi tarjeta de crédito, o…
—Ya atenderemos los detalles después, -dijo Travis.
Me condujo a la sala de recepción, puso a Luke al lado de una silla, y me indicó que me sentara.
—Espere aquí, como una buena chica, -murmuró, —mientras Helen hace la reserva.
¿Buena chica? El deliverado chauvinismo me hizo apretar la mandíbula. Mi mirada subió hacia él, pero mi indignada respuesta fue cortada de golpe cuando me di cuenta que él sabía exactamente cuál sería mi reacción. Él también sabía que yo no estaba en posición de hacerme la ofendida.
Sacando su billetera, Travis me dio una tarjeta.
—Mi número de móvil. La llamaré más tarde esta noche.
—Entonces, ¿se hará el test de paternidad? –pregunté.
Travis me lanzó una mirada sesgada, sus ojos brillantes con desafío.
—No sabía que tuviera opción, -dijo mientras salía de la oficina con grandes pasos.

lunalunaluna

  • Visitante
Re: Serie Liberty de Lisa Kleypas
« Respuesta #14 on: Junio 26, 2010, 10:31:52 pm »
Gracias por este anticipo, Liaram. emot040

Los dos primeros de esta serie me gustaron mucho. La utilización de la primera persona en la narración me sorprendió. Y me encantó.

El tercero, a la vista del anticipo, seguro que no decepciona.  :emot004:

Gracias de nuevo. emot024