Y los referentes son evidentes y claros. Misma época, los planos sobre el personaje principal, esos siguimientos de cámara mientras va en bici un atardecer solitario, ¡la banda sonora!, ese plano de los dos hombres haciendo planes detrás de una cortina y el tema, por supuesto.
Dirige J.J. Abrahams, pero se ve la mano de Spielverg por todos lados. Te da todo el rato la sensación de volver a ver E.T. pero partiendo de un accimoa distinto: ¿Qué habría pasado si el ejército encuentra a E.T. antes que Elliot y encima E.T. no es un pacífico naturista del espacio sino un bicho gigantesco y violento cabreado con la humanidad? El resultado es SUPER 8, y conste que no me quejo, me gustó la película aunque creo que no será un hito de la historia del cine. Me gustaron mucho los actores infantiles, que sostienen la peli sin esfuezo, el guión es de lo más correcto y así en general... lo único que le tengo que echar en cara es ese tufillo a E.T. todo el rato, pero como me gustó E.T. (flipé en colores, más bien) no voy a quejarme.
Es una buena peli que vale la pena ver en el cine.