Por puro egoísmo te diría que adelante con la adquisición, pero tal como están las cosas y sin haberlo leído, no lo veo muy claro.
Estuve a punto de comprarlo pero al final me decidí por otro; de todas formas, no descarto volver a por él en Agosto.
Te copio la crítica que hay en Fantasymundo de Alejandro Serrano. Es larga pero me ha parecido interesante.
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Cuando hace un tiempo Minotauro nos envió la galerada de “Bajo la hiedra” (disponible en FantasyTienda), novela fantástica de Lisbeth Cooper que será publicada por esta editorial el próximo 21 de junio, las referencias que me hacían llegar junto a ella no podían ser mejores. Sin embargo, su autora, británica para más señas, nacida en 1968, me resultaba una completa desconocida, no en vano esta era su primera novela publicada. La comparación editorial con “El nombre del viento” debía ser comprobada.
Como muchos sabréis, hace tiempo publicamos una reseña sobre “El nombre del viento”, publicada por Plaza&Janés, junto a una entrevista con su autor, Patrick Rothfuss. Tal fue la impresión que causó en un servidor este libro, que ambos artículos fueron muy entusiastas, opinión por otra parte compartida en general por miles de lectores. Hace tiempo que no leía una novela tan fresca, profunda y ágil…
¿Resiste “Bajo la hiedra” la comparación con “El nombre del viento”? La novela de Cooper está en boca de mucha gente… la editorial apuesta fuerte por ella, y envió galeradas a varios medios especializados bastante tiempo antes de la fecha oficial de publicación, con la esperanza de que realmente opinásemos como ellos. El tomo, enviado en una preciosa caja que tiene de motivo la propia portada oficial, atrae ya a la vista, se nota que Minotauro ha apostado fuerte por la novela, iniciando la campaña de promoción de forma poco habitual pero efectiva.
Estamos, por tanto, ante una novela de buenos ingredientes y mejor desarrollo, que puede merecer el apelativo de “novela fantástica del año”.
De entrada, he de reconocer que las campañas de promoción centradas en un libro anterior, que además es de otra editorial, me asustan. Sobre todo cuando se han convertido en referencia. Cada novela ha de venderse por sí sola, pero diría que en esta ocasión la editorial ha querido remarcar que sí, esta novela tiene calidad suficiente para medirse con la creación de Rothfuss.
Puede que este sea el primer libro publicado de Elspeth Cooper, pero realmente no lo parece. La autora nacida en Newcastle sabe realmente lo que se hace, tiene oficio, parece que lleva publicando toda su vida. Sí, “Bajo la hiedra” aguanta la comparación con “El nombre del viento”, aunque por supuesto cada una de ellas ofrece algo distinto, aunque tengan puntos en común. La trama principal a priori, como sucedía con la novela de Rothfuss, no es nada nuevo, pero lo novedoso, sin duda, es la forma en que se desarrolla, lo que despierta en nosotros, virtud que convirtió a “El nombre del viento” en un bestseller.
El joven Gair ha sido condenado a muerte, y está a punto de ser ejecutado cuando una afortunada intervención del preceptor Ansel le libra de la hoguera en el último minuto, con una clemencia inesperada. La brujería es castigada por la Iglesia con la muerte o el exilio forzoso, y Gair posee poderes aún sin controlar, pero que evidencian su peligrosidad. Es expulsado de Dremen, y se le impone una marca en una de las manos, para que jamás sea bienvenido a un lugar de culto.
Pero la curia no está de acuerdo con Ansel y persigue a Gair para ajusticiarle en secreto, no sin antes darle una paliza que le dejará casi imposibilitado para moverse. Parece sentenciado, pero un curioso personaje, Alderan, le encuentra y se propone no sólo salvarle, sino mostrarle cómo manejar sus poderes. Gair, a estas alturas, no parece muy dispuesto a fiarse de nadie, pero Alderan es su única opción para dejar atrás a sus perseguidores, así que acepta su ayuda.
Los suvaeanos, depositarios de los preceptos de Diamondhelm, se rigen por el Libro de Eador, que condena la brujería, no importa con qué propósito se utilice. La Iglesia utiliza todo su poder para descubrir a aquellos que logran conjurar el canto de la tierra, y para ello hacen uso de todo su poder militar, centralizado precisamente en Dremen. Gair conseguirá escapar con la ayuda de Alderan, pero los peligros no terminarán en esta ciudad, sino que le perseguirán a donde quiera que vaya.
No deseo contar mucho de la trama por la misma razón que no lo hice con “El nombre del viento”, hay que disfrutarlo en lugar de verlo resumido en una reseña. En ambas novelas he tenido parecidas sensaciones, todas ellas originadas por lo mismo: la habilidad de ambos autores a la hora de contar la historia y hacerla humana.
Podría decirse que “Bajo la hiedra” tiene una narración más directa que la novela de Rothfuss, da menos detalles personales y se dirige de forma clara y rotunda a la historia que está sucediendo en ese momento. Esa es quizá la gran diferencia… mientras que en “El nombre del viento” veíamos sucederse hechos pasados, en “Bajo la hiedra” estamos viviendo la historia en ese preciso momento, y no es tan reflexiva como la que se cuenta tras un tiempo de meditación.
Está bien hilvanada, y desgrana la historia poco a poco, de forma totalmente natural, sin forzar ninguna situación. Los personajes son complejos, incluso los jóvenes, y cada uno tiene su propia personalidad, virtudes y peligros inherentes. El realismo es la nota predominante, siempre dentro de un contexto fantástico en el que la magia es uno de los nudos centrales.
Precisamente la magia surge de la tierra, de las cosas que están a nuestro alrededor, y su origen y uso tiene lógica. Aunque quienes la poseen tienen un don que otros no albergan en su interior, hay que aprender a usarla, y tiene distintas variaciones, dependiendo de quien la conjure. Su uso no es gratuito, y produce efectos en quienes la ejercitan, la mayoría poco agradables…
“Bajo la hiedra” es una novela que nos habla sobre nosotros mismos, sobre cómo elegimos comportarnos de una forma u otra, y cómo podemos relacionarnos con el mundo en función de estas elecciones. Pese a su juventud, Gair no es inocente, ha pasado por muchas cosas en su familia y entorno cercanos a causa de su don, por lo que no nos encontramos con un protagonista tipo Harry Potter. Hay cosas sobre el mundo que ignora, pero los peligros a los que se ha enfrentado le han convertido en alguien más maduro de lo que su edad podría sugerir. Y más peligros le saldrán al paso…
El resto de personajes tiene su propia historia, y cada uno está dibujado de forma humana, con sus virtudes, defectos, problemas físicos y psíquicos… la historia engancha desde la primera página, no se le ven las costuras, y lo más importante, no se pierde en ningún momento, no pierde el tono, te cuenta exactamente lo que deseas saber. Esa es la gran diferencia con la novela de Rothfuss, en la que el protagonista en ocasiones se perdía en la narración… en ese contexto esto no era un defecto, pero a veces alargaba demasiado cada historia. En “Bajo la hiedra” esto no ocurre. Si Cooper cuenta algo pasado, tiene que ver con la acción presente, consecuencia directa, como decíamos antes, del punto de vista del protagonista, de la urgencia que le mueve.
Para colmo, el final del primer volumen de la saga de Elspeth Cooper no es demasiado abierto, lo que nos permite no mordernos tanto las uñas como en el caso de “El nombre del viento”. Te quedas con ganas de más, ya que la autora sabe cómo revelar las cosas, y lo hace de forma que siempre esperes algo añadido. El final es parcial, lo cual es de agradecer en una trilogía, varias cosas se cierran. Las subtramas también juegan su papel, dando riqueza a la principal, y aumentando nuestro interés.
El tema del Velo, que no quiero detallar aquí, aún se desarrollará mucho más en los siguientes volúmenes, y sin duda acerca esta novela a ciertas sagas clásicas de la fantasía épica, como La Espada de la Verdad y otras, y nos introducen a más criaturas fantásticas aparte de las humanas. Dos mundos pueden llegar a converger en uno solo, y no todo lo que habita en otros lugares es benigno y bello…